¿En alguna ocasión has tenido dificultades con la erección o lubricación a causa de los nervios? Este tipo de nervios se llama ansiedad anticipatoria, lo que ocurre cuando nos ponemos en el peor caso mucho antes de que pase nada.

Para ser más clar@s, un ejemplo es cuando quedamos con alguien que nos gusta por primera vez y estamos adelantándonos a los acontecimientos pensando en todo lo que podría salir mal. Estos pensamientos hacen que cuando lleguemos a la cita sintamos tensión, nerviosismo, miedo al fracaso, que estemos vigilantes y nos preocupe más lo que puede llegar a pasar que lo que realmente está pasando.

La ansiedad puede aparecer por mil motivos

 

Nuestros pensamientos y emociones condicionan nuestra conducta y nuestras respuestas fisiológicas. En el caso del sexo es muy evidente, porque tener ansiedad nos genera dificultades en nuestra respuesta sexual. Puede ser que llegues de trabajar con mucho estrés y pese a que tu pareja haga maravillas para excitarte, tu cabeza esté pensando en las tareas pendientes y no tengas una erección o no te excites lo suficiente para lubricar.

A veces, también puede pasar que tengas un gatillazo o el pene no esté tan erecto como quisieras y este episodio te genera pensamientos negativos y catastrofistas como “No podré tener sexo”, “¿Qué pensarán de mí si me vuelve a pasar?”, “Quizás me estoy haciendo mayor”, “Nunca me había pasado y ahora es posible que se repita”... Si nos obsesionamos con este tipo de pensamientos, es posible que la ansiedad aparezca en nuestra próxima relación sexual y, aunque no haya ningún problema de tipo físico, nos sugestionemos y lleguemos a bloquear la erección.

 

¿QUÉ PASA EN EL CUERPO CON LA ANSIEDAD EN RELACIÓN CON LA ERECCIÓN?

¿Y por qué pasa todo esto? Para que nuestra respuesta sexual funcione, la relajación es una condición necesaria. Nuestro sistema nervioso se encarga de equilibrar nuestro cuerpo y, para ello, cuenta con el sistema nervioso simpático y el parasimpático.

El sistema nervioso simpático (SNS) se encarga de mantener nuestro cuerpo alerta, por si hay peligro y tenemos que huir. Nos activa y se encarga de las funciones como acelerar el ritmo de nuestro corazón, abrir las vías respiratorias para aumentar el oxígeno en la sangre o permitir el orgasmo.

En cambio, el sistema nervioso parasimpático (SNP) se encarga de relajar nuestro cuerpo, músculos y órganos y devolverlo a su normalidad después de un supuesto peligro. Durante el sexo, aparece en la fase de excitación y en el periodo refractario.

Pongamos un ejemplo: imagina que vas por la calle y oyes un sonido que te asusta. Tu sistema nervioso simpático te ayudará a salir corriendo del peligro y ponerte a salvo. Cuando sientas que estás fuera de peligro, tu sistema nervioso parasimpático hará que puedas volver a relajarte y tu cuerpo vuelva a estar como antes.

Cuando te sientes en peligro el sIstema nervioso simpático te ayuda a reaccionar

 

En el caso de la erección del pene, esta es involuntaria y se da gracias a nuestro SNP. Es decir, que solo se producirá si estamos lo suficientemente relajad@s para que se produzca. Esta respuesta física solo se produce si dejamos que nuestro SNP trabaje, y este solo es capaz de hacerlo si estamos en un estado de relajación, tranquilidad, con predisposición y somos capaces de abandonarnos a las sensaciones que vengan. Esto nos explica también por qué cuando estamos muy pendientes e incluso ansios@s por excitarnos no lo conseguimos.

Para intentar rebajar la ansiedad ante el sexo os damos algunos ejercicios para probar en casa:

 

RESPIRACIÓN

Aprender a respirar ayuda a conectar con un@ mism@, incluso con la presencia de otra persona.

Respiraciones profundas: inspiro por la nariz, mantengo el aire unos segundos y expiro por la boca. Para acompasar la respiración con la de la pareja os podéis tumbar o sentaros una persona encima de la otra e intentar respirar al mismo ritmo.

Aprender a respirar es fundamental para combatir la ansiedad

RELAJACIÓN FÍSICA Y MENTAL

Si no estás acostumbrad@ a relajarte, puedes entrenarte usando la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson o ejercicios de yoga, si conoces.

Técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson.

  • Tensión-relajación. Túmbate en la cama a solas o en pareja. Tensiona durante unos segundos y luego relaja lentamente diferentes músculos de todo el cuerpo. Empieza de arriba abajo: cara, cuello, hombros, tórax, piernas…
  • Revisión de los músculos para comprobar que se han relajado.
  • Relajación mental. Mientras el cuerpo está relajado, imagina una situación agradable y tranquila (como un paseo por una isla desierta) o deja la mente en blanco si puedes.

     Si en algún momento ves que vuelves a pensar en otras cosas, paras unos segundos para respirar y continúas. 

     

    ¡Relájate lo máximo que puedas!

    CONCENTRACIÓN

    Concentración en el momento presente y en lo que notamos.

    • Prívate de algún sentido, por ejemplo, vendándote los ojos con un antifaz.
    • Evita ruidos y distracciones, apaga el móvil y no tengas prisa. Si ponemos música, que sea sin letra y relajada.
    • Miraos a los ojos para centrar la atención en la otra persona.
    • Si aparecen pensamientos negativos, déjalos ir, no les des vueltas.
    • Céntrate, pon el foco de atención en las sensaciones físicas. 

    SEXO SIN PENETRACIÓN

    En muchas ocasiones la ansiedad surge por la idea de la penetración en el sexo. En parejas estables, si la idea de penetrar provoca ansiedad y esta repercute en la erección o en dificultades de lubricación, una posible solución es dejar la penetración en stand by durante un tiempo. Esto ayudará a eliminar los pensamientos negativos de “No podré penetrar”, “No podrán penetrarme”, “No tendré una buena erección”, “Tendré un gatillazo”... Una vez podamos disfrutar de nuestras relaciones sexuales sin la presión de la erección ni de tener coito, es muy probable que nos relajemos y las erecciones aparezcan solas.

    Una técnica para olvidarnos un tiempo de la penetración y ampliar el erotismo en la pareja es la técnica de focalización sensorial en pareja. Se recomienda utilizar un aceite para masajes con aroma para mejorar la experiencia.

     

    Deja la penetración para otro momento

     

    Se negocia quién adopta primero el papel activo y quién el pasivo, luego se intercambiarán los papeles. Os desnudáis mutuamente. Se realiza a oscuras o con los ojos tapados. Lo ideal es no hablar durante el ejercicio para relajarnos al máximo y dejarnos llevar (a no ser que algo duela o no nos guste, claro).

    • Uno de los miembros de la pareja (quien se ha decidido/ a quien le cuesta más dejarse llevar o tenga más ansiedad) se tiende sin ropa bocabajo y con los ojos cerrados. La otra persona, también desnuda, en una postura cómoda y con los ojos también cerrados, empieza a acariciarle suavemente, desde el cabello hasta los pies, sin olvidarse de ninguna zona. Si a alguien le cuesta mucho dejarse llevar, va bien poner la cabeza al borde de la cama con un cojín para el cuello.
    • Cuando quien está acariciando llega a los pies, la persona tumbada se da la vuelta y se repite el ejercicio por delante, desde los pies hasta el cabello. Se puede acariciar con las manos, con los labios, con el pelo, con la lengua o con un plumero, si se desea.
    • Al acabar se abren los ojos, quien estaba tumbad@ se incorpora y se cambian los roles. La persona pasiva pasa a ser la activa y viceversa, repitiendo el ejercicio con los mismos pasos descritos anteriormente.

    COMUNICACIÓN

    Una manera de rebajar la tensión es comunicarle a tu pareja o compi de juegos que no tienes un buen día. Es una manera de avisar de que es posible que tu respuesta sexual no sea como siempre y rebajar la tensión para ti. Una frase podría ser “Hoy no he tenido un buen día; así que, aunque me apetece mucho estar contigo, es posible que me cueste excitarme porque estoy estresad@”.

     

    La comunicación es una de las cosas más importantes

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    Esperamos haberte ayudado con estas herramientas para controlar la ansiedad y que esta no te juegue malas pasadas en tu vida personal. Si consideras que se te escapa de las manos o sigues teniendo estos problemas, no dudes en acudir a profesionales. ¡Nunca está de más que nos echen una mano!