Siempre es mejor prevenir que curar. Así que, antes de tener que acudir al médico para hacerte pruebas de ITS, conoce qué tipo de infecciones de transmisión sexual existen, cuáles son sus síntomas y cómo puedes prevenirlas. ¡Te ayudará a evitarlas!

Para que sigas disfrutando plenamente del sexo de forma segura y saludable, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las ITS, popularmente conocidas como ETS o enfermedades de transmisión sexual. 

 

Qué son las ITS

Las infecciones de transmisión sexual son infecciones que se transmiten de una persona a otra mediante el intercambio de fluidos genitales, sangre o el contacto directo con llagas infectadas, es decir, el contacto sexual sin protección.

La pasión y el desenfreno sexual no deberían ser un peligro para tu salud. Ser consciente de ello es el primer paso. Protegerse es el segundo y el más importante. 

 

Cómo prevenir una infección de transmisión sexual

La mejor manera, y la más efectiva, de prevenir la transmisión de ITS es con el uso de preservativos para la penetración (tanto internos, o vaginales, como externos) y de barreras de látex en el momento de hacer un cunnilingus o un beso negro.

Cómo usar la barrera de látex 

Cómo colocar la barrera de látex  

 

Síntomas de una ITS

Y sabiendo esto, ¿cómo puedes darte cuenta de que has entrado en contacto con una ITS? Tener ardor al orinar, picor vaginal, llagas en la zona genital, verrugas genitales o incomodidad durante las relaciones sexuales son algunos indicios que nos deben hacer sospechar sobre la posibilidad de haber contraído una ITS.

Así que si sientes alguno de estos síntomas, no los pases por alto ni pienses que es algo pasajero y normal. Acude a tu médico de cabecera, a un centro especializado en detección de ITS o a un Centro de Atención Primaria para que te faciliten toda la información que necesitas saber y, si es necesario, te realicen pruebas de detección.

 

Principales infecciones de transmisión sexual

1. VIH (virus de la inmunodeficiencia humana)

El VIH es un retrovirus que infecta a las células del sistema inmunológico y las destruye, reduciendo la capacidad del cuerpo para protegerse de otras infecciones y enfermedades. En otras palabras, el VIH se “apodera” de las células encargadas de defender nuestro cuerpo (llamadas linfocitos T) y los inhabilita, dejando nuestro cuerpo totalmente desprotegido. En realidad, el VIH no “mata”, pero hace que puedas morir de un simple resfriado.

El VIH no tiene cura, pero sí tratamiento. Las personas infectadas pueden tener controlada la enfermedad pero esta no desaparece nunca por completo. Y cuando el cuerpo desarrolla infecciones o alguna enfermedad paralela al VIH, se le llama SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Lo que se transmite es el VIH, o sea el virus. El SIDA es la manifestación final de la enfermedad.

El VIH se transmite a través del ingreso de sangre, semen y líquido preseminal, fluidos vaginales y rectales y por transmisión vertical madre-hijx. Las dos maneras más frecuentes de contagiarse son por sexo vaginal o anal sin condón o por compartir jeringas o agujas infectadas.

 

2. Herpes genital

El herpes genital es una ITS causada por el virus herpes. Si afecta a la zona cercana a la boca, será un virus herpes de tipo 1. Si afecta a la zona genital, será un virus herpes de tipo 2. En el caso del herpes genital, los síntomas suelen ser malestar, fiebre, picazón y pequeñas ampollas en los labios de la vagina, en el pene, alrededor del ano, en los glúteos o en los muslos. El contacto con las ampollas puede transmitir la infección. Lo bueno es que los síntomas desaparecen a las 3 semanas (incluso menos) si se realiza el tratamiento, aunque el virus permanece en el cuerpo para toda la vida.

El tratamiento del herpes puede complicarse si hay otra infección de transmisión sexual en el cuerpo, como el VIH.

 

3. Gonorrea

La gonorrea es una infección ocasionada por la bacteria Gonococo. La gonorrea puede infectar la uretra, el cuello del útero, el recto, el ano y, en caso de haber practicado sexo oral, también la garganta. Es la segunda infección de transmisión sexual más extendida en Estados Unidos y Europa.

Los síntomas en los hombres y personas con pene incluyen:

  • Dolor y ardor al orinar (uretritis aguda)
  • Aumento de la frecuencia o urgencia urinaria
  • Secreción del pene (de color blanco, amarillo o verde)
  • Abertura del pene (uretra) roja o inflamada
  • Testículos sensibles o inflamados
  • Dolor de garganta

Los síntomas en las mujeres y personas con vagina pueden ser muy leves y se pueden confundir con otro tipo de infección. Estos síntomas incluyen:

  • Dolor y ardor al orinar (uretritis aguda)
  • Dolor de garganta
  • Relaciones sexuales dolorosas
  • Secreciones vaginales
  • Dolor intenso en la parte baja del abdomen y/o fiebre (si la infección afecta a las trompas de Falopio y la zona del estómago)

Tiene cura pero, si no se trata a tiempo, puede llegar a comprometer la fertilidad de ambos sexos.

 

4. Tricomoniasis, una ITS muy común

Causada por un parásito, el protozoo Trichomonas vaginalis, la tricomaniasis es una de las ITS más comunes. Casi siempre se transmite por contacto sexual (sobre todo penetración vaginal), por lo tanto, métodos de barrera como el preservativo son una buena forma de prevención.

En las mujeres y personas con vagina, infecta las células de la vagina y la uretra (al igual que en personas con pene). Sus síntomas son: flujo blanco y/o mal olor, picazón o ardor en la vagina, dolor al orinar y/o al tener relaciones sexuales y molestias abdominales. Sin embargo, no es muy común que aparezcan (de hecho, casi la mitad de las personas infectadas no presentan síntomas).

En los hombres y personas con pene los síntomas son líquido en la uretra, dolor o ardor al orinar o inflamación del glande o el prepucio (menos común).

La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, puede causar inflamación genital, lo que hace más fácil infectarse con el virus del VIH o transmitírselo a una pareja sexual. Puede ser asintomática y causar infertilidad a largo plazo.

 

5. Sífilis

Es una infección causada por una bacteria y transmitida a través de las relaciones sexuales. La mayoría de personas infectadas son personas con pene de menos menores de 25 años. Uno de los síntomas más evidentes es la aparición de llagas en el área genital, que normalmente no son dolorosas, pero pueden propagar la infección sobre todo cuando entran en contacto con la vulva, la vagina, el pene, el ano o la boca de otra persona.

La sífilis es una infección de larga duración y bastante compleja. Si no se cura, tiene repercusiones graves en la salud. La buena noticia es que se puede curar con facilidad si se detecta rápidamente. Así que, si sospechas algo, ¡no dudes en hacerte las pruebas! 

 

6. Hepatitis A, B, C

La hepatitis es una infección vírica que puede dañar el hígado. Hay distintos tipos de hepatitis y cada uno de ellos tiene diferentes efectos en el cuerpo: la hepatitis A se puede transmitir a través del contacto oral anal o digital rectal. El tipo B se transmite de la misma forma que el VIH (según las evidencias científicas, incluso mucho más fácilmente que el VIH), a través de la sangre y de fluidos genitales. La hepatitis C, sin embargo, se transmite por contacto de sangre infectada (incluso sangre menstrual).

Es una infección que puede ser asintomática y presentar complicaciones importantes a largo plazo, así que es importante realizar las pruebas de detección de ITS regularmente y tomar medidas de prevención adecuadas: preservativos externos, internos (o vaginales), guantes y barreras de látex...

Además, tener hepatitis aumenta el riesgo de contraer VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

 

7. Clamidia

La clamidia es una infección bacteriana de transmisión sexual y puede transmitirse tanto a personas con pene como con vagina. Puede infectar el cuello del útero (en personas con vagina), la uretra en el pene, el recto o la garganta.

Generalmente es una infección asintomática, por lo tanto, es fácil que se produzcan infecciones o reinfecciones sin que las personas se den cuenta. Asimismo, pueden darse complicaciones como infertilidad y enfermedad inflamatoria pélvica.

Aun así, ocasionalmente puede presentar síntomas como ardor al orinar, dolores en las relaciones penetrativas, dolor abdominal, náuseas y fiebre. En personas con pene, además, puede dar secreciones anormales en el pene, ardor alrededor de la uretra y dolor en los testículos. En personas con vagina se suele manifestar con flujo vaginal anormal.

Si el virus infecta el recto puede ocasionar dolor y sangrado rectal.

Los preservativos y las barreras de látex limitan el riesgo de transmisión del virus, pero no lo anulan del todo, por lo tanto es fundamental someterse a pruebas de detección de ITS con frecuencia para, si fuera necesario, recurrir a antibióticos que curen la infección.

 

8. Virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano o VPH es la infección sexualmente transmitida más frecuente. Generalmente es un virus inofensivo, es asintomático e incluso suele desaparecer espontáneamente. Aun así, algunos tipos pueden producir cánceres o verrugas genitales.

Los condilomas o verrugas genitales son lesiones benignas (no suelen producir tumores) ocasionadas por el virus del papiloma humano (VPH). Su transmisión ocurre, generalmente, a través del coito anal y vaginal, por lo tanto es fundamental tomar medidas de prevención como preservativos y barreras de látex para protegerse.

La infección por transmisión sexual se produce en la vulvavaginacuello del úteroano, rectopene, escroto, boca y garganta.

Una medida de prevención para evitar contraer el VPH es vacunarse. Para limitar la transmisión del virus, sin embargo, es importante utilizar el preservativo y barreras de látex en el acto sexual. Aún así podría seguir habiendo riesgo, por lo tanto realizar pruebas con cierta frecuencia es importante para detectar posibles complicaciones y frenarlas antes de tiempo.

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Recuerda que tener una o más ITS no te impide disfrutar de forma sana y plena de tu sexualidad. El sexo va de la mano del autocuidado, y tomar las decisiones adecuadas para disfrutar al máximo, es fundamental.

Actualmente se venden barreras de látex y preservativos (tanto vaginales como para el pene) de todo tipo.

Así que, ¿por qué no usarlos y te aseguras evitar pasar por estos malos tragos? Porque... no te pienses que las infecciones de transmisión sexual son solo estas (que no son pocas), ¡hay para escribir otro artículo entero!