Dicen las malas lenguas que no hay lengua mala 😉

Disfrutar de un buen cunnilingus es una de las mejores experiencias que se pueden vivir. No solo para la persona que lo recibe, sino también para la que lo disfruta practicándolo.

 

Y no admitimos discusión 😜

¿Bajamos juntxs? 😏

 

Sin clítoris no hay paraíso (o lo hay, pero no es lo mismo…)

Si ya cuentas con un clítoris propio no necesitas que te expliquemos dónde está: ya sabes que es la pequeña montañita que se encuentra según desciendes por el ombligo, atraviesas el vello púbico y llegas a los labios vaginales. Y si no, coge un espejito y observa bien entre tus labios menores. Estará más escondido o más visible dependiendo de la vulva que tengas... ¡Cada vulva es distinta!

Diferentes, pero únicas 😍

Si, en tu caso, ya tenéis una laaarga historia de amor; sabrás perfectamente qué hacer juntxs para pasarlo en grande.

Pero no todo el mundo tiene esa suerte. Hay personas que aún están en pleno descubrimiento, a las que les cuesta dar con él a la primera. Si entras en esta categoría, déjate guiar. Un cunnilingus de 10 necesita puntería 😉 

La maravillosa diferencia

Todas las vulvas son diferentes. Desde el vello púbico que las rodea, pasando por la longitud y la simetría (o no) de los labios vaginales, hasta el tamaño del clítoris. Incluso se diferencian en el olor y el sabor.

Eso no hace que sean mejores ni peores, ¡simplemente son distintas! Podríamos decir que tienen una personalidad propia y cambiante.

Dependiendo del día del mes o incluso de la dieta, cambiará el olor o el sabor del cunnilingus. ¡Es lo normal! Solo si el olor es especialmente fuerte o si hay una secreción “extraña”, habrá algún motivo para preocuparse (podría haber una infección).

 

Normalicemos los olores corporales... ¡pueden ser muuuy excitantes! 

Así que… ¡manos (y lengua) a la obra! Para empezar un cunnilingus de 10, relájate y evita las comparativas.

 

Seguridad, siempre

El sexo, además de divertido y placentero, siempre debe ser seguro.

Para evitar todo tipo de ITS es importante usar alguna medida de protección. Existen las barreras de látex o poliuretano, pequeños films transparentes que evitan el contacto directo con la boca.

Si no cuentas con una de estas barrera, ¡no pasa nada! Únicamente necesitas un condón. Lo desenrollas y con unas tijeras cortas los extremos (tanto la punta como el final). Te quedará una especie de tubo, que deberás cortar longitudinalmente… ¡y voilà! Podréis disfrutar de un gran sexo oral con total seguridad.

 

 

Mejor si el camino es largo

Recuerda que el clítoris es el órgano más avanzado del cuerpo humano (su principal función es dar placer) y que cuenta con numerosas terminaciones nerviosas por milímetro. Para empezar, siempre es preferible no ir directamente “al grano”. Es mejor, y mucho más divertido, hacer un laaargo recorrido.

Así que cogeros palomitas, que va a ser divertido 😎 

Resulta muy excitante empezar por besos en los labios (¡los de la cara!), el cuello e ir descendiendo poco a poco por los senos. También disfrutaréis mucho si los besos y caricias se extienden a las nalgas, a la cara interna de los muslos (una fantástica zona erógena algo olvidada) y os tomáis vuestro tiempo.

El petting (las caricias con la ropa puesta) son una gran manera de iniciar un gran sexo oral. Podéis probar a jugar por encima de la ropa e ir estimulando “por capas”. Recuerda: ¡cuanta más variedad, mejor! 😉

 

La mejor técnica es no liarse demasiado

En algunas películas (y leyendas urbanas) se fantasea con técnicas secretas y complejas en las que la boca se convierte en una especie de Thermomix. Se habla de trazar líneas con la lengua y de algo así como un código morse rarísimo que activa la pasión… Es mejor no intentar algo así. ¡O al menos hacerlo con algo de sentido!

La excitación se consigue de manera constante y progresiva, aunque se pueda “hacer jazz” variando el ritmo, la postura, la presión… Hay melodías para todo el mundo y en la variedad está el gusto.

Poquito a poco... y hasta que surja la magia ✨

Lo mejor es empezar con ligeros roces con la lengua y pequeños besos, para pasar a usar la lengua como si se estuviera lamiendo un rico helado. Las manos juegan un papel fundamental: una de ellas puede abrir los labios para alcanzar mejor el clítoris ayudándose de los dedos índice y corazón, mientras que la otra puede seguir acariciando el resto del cuerpo. 

¡Que no sea por falta de estímulos!

Es importante divertirse, pero también estar cómodxs. Si empezamos por un clásico (como la postura del misionero), será más fácil dar placer si la persona que está tumbada se coloca una almohada o un cojín bajo la cadera.

Ahora toca disfrutar, experimentar… Poco a poco hay que ir incrementando el ritmo de la lengua. Hay que recordar que el clítoris se extiende debajo de la vulva, alrededor de la vagina. Se puede usar un dedo (o varios) para penetrar y acompañar el movimiento de la lengua. Si se acaricia con un movimiento de “Ven aquí” (como si estuviéramos poniendo comillas), estimularemos la zona G. ¿Y por qué no combinarlo con algún juguetito…?

¡No olvidemos las manos, que pueden ser grandes aliadas durante el cunnilingus!

TIP: aunque la técnica más habitual sea la de lamer de arriba abajo, mucha gente lo disfruta a su modo, ¡para gustos los colores! Prueba la estimulación del clítoris de lado a lado, en círculos, variando las presiones…

Si queréis probar algo distinto, te recomendamos un cunnilingus en el que la persona que lo practica está tumbada y la otra sentada encima de su cara. De esta forma, la primera persona puede acariciar las nalgas y atreverse con la penetración de la lengua en la vagina. Esta posición permite que la persona de arriba lleve parte del control sobre el ritmo y la presión.

La sensación de poder es fantástica… Prueba y ya nos dirás 😊

 

Lo que no te suelen contar en las guías sobre cunnilingus…

  • Código rojo. ¿Se puede hacer un cunnilingus durante la menstruación? , con cuidado e higiene, se puede… ¡aunque recuerda utilizar una barrera de látex! La sangre menstrual aumenta el riesgo de contraer ITS.
  • De arriba abajo, bien. De abajo arriba… no siempre funciona. Si te entran muchísimas ganas de besar a tu compi de juegos después de una sesión de sexo oral, pero no sabes si le va a gustar, ¡pregunta! ¿Cómo? ¿Te importaría que te besara? Me gustaría darte un beso, ¿puedo?
  • La barba “exfoliante”. Está muy bien ser apasionadx y darlo todo; pero el roce no siempre hace el cariño, sobre todo si hay por medio una barba puntiaguda con efecto lija. Si tienes barba, ¡ve con delicadeza! Un roce de más podría ocasionar molestias.
  • El camino “peligroso”. Estimular el clítoris con la lengua y seguir el recorrido hacia el perineo y el ano puede ser muy placentero y sexy, pero el camino inverso puede llevar a una infección (por muy higiénico que sea todo). ¿Recuerdas las barreras de látex? ¡Pues eso! 😊 La flora vaginal es muy, muy delicada.
  • Esa persona que está entre tus piernas necesita respirar. A veces, la persona que está disfrutando del cunnilingus se olvida de todo, se deja llevar y puede presionar la cara a su compi como si esta fuera un sello. ¡No ahogues la pasión! 😉
  • ¿Ya hemos llegado? ¿Ya hemos llegado? ¿Ya hemos llegado? No hay un norma que establezca el tiempo “necesario”. Depende de lo que nos apetezca y de lo que quiera nuestrx compi de juegos. El orgasmo no es (o no debería ser) un objetivo en sí mismo. En el fondo son solo unos segundos de placer frente a una laaarga sesión de pasión. ¡Disfrutad!
  • Sí, también cansa. Mover la mandíbula, la lengua, mantener un buen ritmo y respirar al mismo tiempo es todo un arte. Si hay que hacer una pausa, se hace. Mejor eso que terminar con la mandíbula desencajada… ¡Lo que nos lleva al último punto!
...

Y nos despedimos con un último consejo: mantener la boca ocupada en otros menesteres no es excusa para hacer una pausa y preguntar. El sexo es algo divertido, ¡quitémosle seriedad y hablemos! Más aún con lo sexy que puede ser…