Si eres fan de los disfraces seguro que lo que te proponemos hoy te encantará. ¿Alguna vez te has imaginado vistiéndote de policía y jugando a arrestar a tu pareja? ¿O ir a una sesión de fisio y terminarla con un orgasmo? Ya es hora de dejar de imaginar y pasar a la acción. Toma nota y haz de este un carnaval erótico 🔥
Lo siento, cariño, no sé cómo hacerlo...
Como el trío, el juego de roles es una fantasía que a veces cuesta poner en práctica. Y es que ya están otra vez los de siempre cortándote el rollo: la vergüenza, los tabúes y la falta de imaginación te impiden disfrutar de tu sexualidad. Prepara al detalle un juego de roles con tu pareja y divertíos como nunca.
Hablad sobre vuestras fantasías
¿Disfrazarte así, sin más? Sí, no está mal... Pero ¿dónde queda el erotismo? Esa llama que se va encendiendo poco a poco y que te hace tener ganas de más. Hablar sobre cómo os gustaría que fuese ese momento hará que activéis todos vuestros sentidos y, lo más importante, vuestra mente 🧠
Además, esto os facilitará el trabajo, ya que podréis prestar atención a detalles que no tendríais en cuenta si os pusierais directamente al lío.
Ahí va un truco para empezar con este paso: pensad en un lugar, un momento del día (mañana, tarde, noche...), en cómo os vestiréis, qué es lo que haréis, cómo os tocaréis... ¡Compartid todo lo que se os pase por la cabeza!
Si os cuesta arrancar, podéis romper el hielo más fácilmente con el juego de mesa con preguntas y pruebas eróticas Misión Íntima y utilizarlo para coger ideas.
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Elegid el juego
Ha llegado el momento de decidir a qué vais a jugar. Es normal que no coincidáis y también que queráis realizar más de un juego. Calma... ¡Hay días de sobra!
Si habéis trabajado bien el primer paso (compartir vuestras fantasías) os será mucho más fácil elegir el juego y llevarlo a la práctica. Si no os vienen muchas ideas ahora mismo, podéis elegir entre estos juegos según vuestros gustos:
1. Policía y detenid@
Antes habéis compartido una fantasía de tono salvaje: esposaros, jugar con látigos y azotes... Si es así, os irá como anillo al dedo poneros en el papel de policía y detenid@.
Una escena muy fácil de ejecutar y supererótica es que alguien se ha excedido de la velocidad permitida con el coche y la policía l@ ha tenido que parar. Como buen/a profesional, debe inspeccionar el coche y cachear de pies a cabeza a la persona conductora. ¡No os dejéis ninguna zona! Al registrar el vehículo, el/la policía encontrará algo inesperado: una paleta con plumero. Justo lo que necesitaba.
Para momentos suaves y salvajes VER MÁS ❯
Para elevar la experiencia a nivel profesional, usad esposas y, si os apetece meteros aún más en el papel, no dudéis en trasladar esta escena al coche 😏
¡A jugar!
2. Cavernícolas
¡Para gustos los colores! L@s dos sois cavernícolas que se descubren a través de los sentidos. Este es un ejercicio muy exigente ya que el reto está en entenderos sin hablar, claro.
Oled, lamed, refregaos un@ contra otr@... Y, obviamente, id ligerit@s de ropa. ¡Puede ser mucho más excitante de lo que parece!
3. En el hospital
Si por el contrario sois un poco más calmad@s y os habéis imaginado escenas de masturbación o sexo oral os proponemos jugar a enfermer@s, médic@s, ginecólog@s o fisioterapeutas. Con lo que os sintáis más a gusto.
Que el/la profesional examine a su paciente con sumo cuidado y compruebe si responde a los estímulos 😋 Para perfeccionar esta escena, haceos con un aceite para masajes comestible. ¡Así podréis jugar con la lengua!
¿Dónde te duele? VER MÁS ❯
4. En la peluquería
Nunca lo habías pensado, pero esta es una escena muy potente y fácil de llevar a cabo. Estáis en la peluquería y el masaje pasa de la cabeza a otras zonas 😏 Regalaos un buen masaje de senos, una zona de la que muchas veces nos olvidamos.
Hacedlo en la bañera para que sea aún más real. Si tenéis ducha o no os apetece mojaros, podéis hacer el masaje de cabeza en la silla, sin agua ni jabón.
¡Ojo, nada de dormirse!
5. Compis de trabajo
Lo que os pone a tono es jugar en sitios con riesgo de que alguien os vea. ¿Por qué no hacéis ver que trabajáis en la misma oficina? Informes por aquí, reuniones por allá y entre medias...
Deja caer tu bala vibradora Neo Plus entre una pila de papeles y utilizadla para daros un masaje vibratorio por todas las partes del cuerpo.
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6. Fontaner@, electricista...
Sois muy caser@s y el riesgo no es lo vuestro. Además, queréis aprovechar la ocasión para arreglar unas cosillas de la casa. ¡Qué mejor que llamar a tu profesional de fontanería o electricista!
No hace falta que os pongáis muy técnic@s. En el primer caso, es tan sencillo como ir al baño. Allí, la persona que haga de fontanera revisará cuál es el fallo y sin querer se mojará con la manguera de la ducha. La otra persona le ofrecerá una toalla para secarse y, claro, para hacerlo el/la especialista tendrá que quitarse la camiseta. Después seguirá trabajando y, mientras l@s dos tratáis de averiguar dónde está el fallo, os iréis acercando y de repente encontraréis otra fuga.
La ropa no es lo único que terminará mojado en esta escena.
7. Profe y alumn@
Os gusta aprender y enseñaros mutuamente. Jugad a ser profe y alumn@ y aprendedlo todo sobre anatomía, por ejemplo.
Descubrid cuáles son los músculos de las piernas, los brazos y, poco a poco, adentraos en los genitales: dónde está el clítoris, el punto G, el punto K, el perineo...
Ya sabes cómo va esto, solo sacaréis matrícula de honor si conseguís hacerlo a la perfección. Aunque si hay zonas erógenas que vosotr@s no podéis encontrar, os recomendamos acudir a los expertos: los juguetes sexuales. ¿Dónde está el punto P? Luke os lo dirá.
El mejor profesor de sexo anal VER MÁS ❯
8. Entrevista de trabajo
Os apetece hablar, preguntaros cosas, reír... Jugad a que estáis en una entrevista de trabajo en la que conectáis mucho y la cosa termina como termina.
Definid personajes
Una vez ya sabéis a qué vais a jugar, es hora de darle vida a vuestros personajes. Aunque hay que dejarle hueco a la improvisación, todo será más fluido si tenéis unas pautas definidas previamente. Y... ¿cómo lo hacemos?
¿Qué edad tienen vuestros personajes? ¿Qué idioma hablan? ¿Son sumis@s o dominantes? ¿Cuál es su objetivo principal: aprender inglés, conseguir un trabajo de jardinería, peluquería...? ¿Cuál es su “obstáculo”: no entiende el problema de matemáticas, hay una fuga, un incendio...?
Es el momento de pensar un poco
Responded a todas estas preguntas para darle forma a vuestros personajes y que la historia sea más potente, creíble e interesante. ¡El juego será mucho más divertido!
Cread ambiente
De nada sirve meterse en el papel si cuando estáis en el tema os distraéis porque echan algo interesante en la tele o estáis incómod@s porque no habéis preparado bien la sala.
En conclusión, la puesta en escena es MUY importante. Por eso debéis tener en cuenta todos los detalles: ¿necesitáis una silla? ¿Una mesa? ¿Una libreta? ¿La mesa del comedor os molesta? ¿Hay algún juguete que podáis incorporar?
Colocad las cosas y gestionad el espacio a vuestra manera para que todo vaya sobre ruedas.
Además del vestuario y el escenario hay un elemento clave para convertiros en profesionales del juego de roles: elegid la banda sonora. Unos días antes, encargaos de hacer una lista de reproducción acorde con el juego que hayáis escogido. Si estáis en modo masaje, consulta médica, etc., poned música relajante (con cuidado de no dormiros). Por el contrario, si apostáis por el bondage, poneos música erótica, como la banda sonora de Cincuenta sombras de Grey, por ejemplo.
La música actúa en el inconsciente. Es capaz de poneros a 1000 sin que os deis cuenta.
Asume el rol y entra en el papel
Ahora que lo tenéis todo listo, dadle rienda suelta a vuestra imaginación dejando atrás las vergüenzas y los tabúes. La confianza entre vosotr@s es muy importante y tened claro que, pase lo que pase, este momento influirá para bien en vuestra relación. El juego de roles es un plus de complicidad, confianza y diversión del que, seguro, no os arrepentiréis. Al contrario, ¡querréis repetir!
...
Y ahora deja de leer y pasa a la acción. No tengas miedo ni timidez. Si pasa algo imprevisto, reíos de ello y continuad. ¡Nadie nace sabiendo!