¡Feliz día del beso!
¿Sabes por qué, cuando besas a alguien, te sientes mucho más apegad@ a esa persona? Al besar, se liberan las hormonas ligadas al afecto; lo que nos acerca más a la persona con la que hemos compartido dicho beso apasionado.
Besar es tan genial que, desde 1990 y en honor a la sesión de besos más larga de la historia (8 horas, 8001 personas besadas), se celebra el Día Internacional del Beso.
¿Y cómo lo celebramos? Eso depende de cada persona. En Platanomelón, aparte de besándonos, que eso lo hacemos todos los días, haciendo un repaso de los besos más emblemáticos de la historia del cine. Los que nos han dejado sin respiración, los más esperados. Los más pasionales, los más dulces, los más inocentes. Todos.
Así que hoy, día del beso, como no podía ser de otra manera, venimos a compartir contigo los besos más emblemáticos de la historia del cine. Los que nos han dejado sin respiración, los más esperados. Los más pasionales, los más dulces, los más inocentes. Todos.
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¡Feliz día del beso!
¿Sabes por qué, cuando besas a alguien, te sientes mucho más apegad@ a esa persona? Al besar, se liberan las hormonas ligadas al afecto; lo que nos acerca más a la persona con la que hemos compartido dicho beso apasionado.
Besar es tan genial que desde 2011, en honor a la sesión de besos más larga de la historia (46 horas), se celebra el Día Internacional del Beso. Aunque recientemente, la mismísima pareja que batió ese récord, lo ha superado besándose 58 horas seguidas. ¡Toma ya!
¿Y cómo lo celebramos? Eso depende de cada persona. En Platanomelón queremos hacer un repaso de los besos más emblemáticos de la historia del cine. Los que nos han dejado sin respiración, los más esperados. Los más pasionales, los más dulces, los más inocentes. Todos.
Y, por supuesto, con uno de nuestros productos favoritos para besarnos por todo el cuerpo: el brillo labial, que hará que la temperatura de tus labios y de tus besos suba y baje, dando un delicioso efecto frío/calor a tu pareja allá donde decidas llenarle de besos 😉
Bésame, bésame mucho... VER MÁS ❯
1. Lo que el viento se llevó
Peli que todo el mundo ha visto con su abuela. Dura mil años, pero merece la pena por este beso.
Por si aún no lo conocías, te presentamos a Clark Gable, el primer empotrador del cine.
2. El Diario de Noa
Puntos extra por ser bajo el agua.
Y otra vez en el agua...
Puntos extra por la chispa, fuego, pasión y ganas que hay en esta escena.
3. Romeo y Julieta
Van bajo tu balcón, te dicen en verso lo muy enamorad@s que están de ti y trepan hasta tu ventana para besarte.
4. Spiderman
Puntos extra por estar colgando de un edificio, bajo la lluvia, con un traje ajustado tipo látex y acabar de salvar la ciudad.
5. Crueles Intenciones
Por sus besos inocentes...
Y los no tan inocentes.
6. 50 Sombras de Grey
Si pasa en un ascensor, mola.
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7. Moulin Rouge
París de fondo, música y pasión prohibida.
8. Clueless: Fuera de Onda
Este beso tiene un punto oscuro porque son hermanastros. Pero se gustan tanto, son tan diferentes y Paul Rudd es tan amor que lo perdonamos.
9. Match Point
La relación más pasional de la historia de los besos.
10. La princesa prometida
Clásico entre los clásicos. Dulce entre los dulces.
11. ¿Conoces a Joe Black?
¿Quién quiere un beso de película?
12. Revolutionary Road
Porque el mejor beso entre Leo y Kate no fue el de Titanic.
...
¡Ahora solo queda que nos cuentes cuál es tu beso de cine favorito!
Un día estás con tus compis y alguien menciona que se ha acostado con un empotrador. Y desde entonces buscas uno como loc@. Una noche vas a un bar, empiezas a hablar con un hombre alto, musculoso; y te dices “Este sí, este me empotra”. Pero luego nada, en la cama es una estrellita de mar. Puro atrezo. Dios le otorgó el físico propicio, pero no el don de empotrar. Y entonces te preguntas cómo reconocer a un buen empotrador, porque creías que podrías hacerlo, que sabrías verlo venir. PERO NO.
Y a eso venimos, a ayudarte en la medida de lo posible a identificar a un empotrador. Porque a veces es lo que buscamos, un empotrador que te deje medio muert@ a la mañana siguiente; con un dolor muscular que no cura ni el Voltarén, el Reflex ni un viaje a Lourdes de rodillas.
Identificar a un empotrador no es tarea sencilla; ya que no siguen ningún tipo de prototipo a nivel físico. Un empotrador puede ser alto, bajo, mediano, musculoso, fondón o delgado. Puede hasta ser pelirrojo, fíjate lo que te decimos. De todos modos, que no sea fácil no quiere decir que sea imposible.
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Un día estás con tus compis y alguien menciona que se ha acostado con un empotrador. Y desde entonces buscas uno como loc@. Una noche vas a un bar, empiezas a hablar con un hombre alto, musculoso; y te dices “Este sí, este me empotra”. Pero luego nada, en la cama es una estrellita de mar. Puro atrezo. Dios le otorgó el físico propicio, pero no el don de empotrar. Y entonces te preguntas cómo reconocer a un buen empotrador, porque creías que podrías hacerlo, que sabrías verlo venir. PERO NO.
Y a eso venimos, a ayudarte en la medida de lo posible a identificar a un empotrador. Porque a veces es lo que buscamos, un empotrador que te deje medio muert@ a la mañana siguiente; con un dolor muscular que no cura ni el Voltarén, el Reflex ni un viaje a Lourdes de rodillas.
Este artículo es totalmente humorístico y no pretende ofender a nadie. Aquí hablamos de empotradores desde el respeto y admiración que les tenemos y no pretendemos incomodar a nadie. Así que sigue leyendo solo si tienes sentido del humor y, sobre todo, ganas de encontrarte a uno de estos 😉
EMPOTRADORES, la guía definitiva
Identificar a un empotrador no es tarea sencilla; ya que no siguen ningún tipo de prototipo a nivel físico. Un empotrador puede ser alto, bajo, mediano, musculoso, fondón o delgado. Puede hasta ser pelirrojo, fíjate lo que te decimos. De todos modos, que no sea fácil no quiere decir que sea imposible.
Un empotrador no habla mucho
Un empotrador tiene ese toque misterioso de “El señor Grey la está esperando”. No será el típico que te cuenta su vida en la primera noche, y mucho menos lo bueno que es en la cama. Prefiere escuchar, conocerte, está cazando a su presa; mientras le cuentas lo mucho que te gusta tal grupo de música, está pensando en que al llegar a casa, pondrá un tema de ese grupo para que enloquezcas y se te caigan lo que sea que lleves puesto al suelo ipso facto.
Un empotrador tiene la mano firme
El empotrador solo interrumpirá tu acalorado discurso para decirte “Vamos a por una copa”, a modo meramente informativo. Te agarrará la mano con la fuerza de mil mares y el ímpetu del viento, pero no te dolerá, porque lo único en lo que podrás pensar es en esas manos por todo tu cuerpo. Agarrando tu cintura, tu cadera, tus nalgas, tus brazos...
Un empotrador sonríe a medias
Mientras piensan en cómo te van a poner para arriba, para abajo, para un lado y para el otro, mirando a Cuenca, Albacete, Teruel y La Coruña. Tú te quedas embobad@, porque esa sonrisa es del material del que están fabricados tus sueños.
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Un empotrador no necesitan invitación
Un empotrador sabe leer entre líneas, sabe ver las señales de tu cuerpo. Un empotrador no te va a preguntar si te apetece pasar la noche junt@s porque sabe de sobra que quieres, lo nota en tu respiración, en tu piel de gallina y en cómo lo miras atontad@. El empotrador te besará y tú ya te mueres ahí, in situ.
Un empotrador no bebe mucho
No verás a un empotrador borracho como una cuba, a no ser que esté en su noche de descanso, sin intención de empotrar a un alma inocente. Un empotrador sabe que demasiado alcohol puede afectar a la calidad del sexo, así que lo más posible es que se conforme con una copa y te invite a casa antes de que tú bebas de más.
Un empotrador no le tiene miedo a tus juguetitos
Un empotrador llega a tu cuarto, ve tu vibrador encima de la mesita y piensa “Vaya bien que nos lo vamos a pasar con tu juguetito”. Te verá como una persona sexy, decidida y que sabe cómo disfrutar del buen sexo. Enhorabuena, no solo por la noche de juegos que vais a pasar, sino porque lo has engatusado, granuja ;)
Un empotrador pasa de modas
Ni hipster, ni normcore, ni Borjamari, ni hippie ni leches en vinagre. Los empotradores no entienden de esas cosas porque saben de sobra que lo que mejor les queda son unos vaqueros (no pitillo, esos son difíciles de quitar) y una camiseta o camisa. No necesitan adornos ni florituras para matarte de ganas. De hecho, cuanta menos ropa, mejor.
Ejemplos de buen empotrador:
Gerard Butler (obviamente)
Adam Driver
Edward Norton (tirillas pero potente)
Ryan Gosling
Nico
Tom Hardy
Ben Affleck (JAJAJA NO)
Vincent Cassel
Harry Lloyd
Sean Bean (menos cuando muere en cada peli en la que sale)
Sean Penn
Miles Teller (con pinta de ser más joven de lo que es, pero elegante y serio)
Benicio del Toro
Clive Owen
Jonathan Rhys Meyers (¿veis? Un empotrador bajito)
Comprar empotrador
...
Y con estos datos tienes de sobra para identificar a un buen empotrador. ¡Ahora solo tendrás que conquistarlo! ;)
¡Descubre todas nuestras novedades!
Amarás tus Bolas Chinas sobre todas las cosas
¿Qué son las bolas chinas? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo se usan? ¿A qué huelen las nubes? Y para responder todas estas preguntas y muchas más hemos creado la Biblia de las bolas chinas. ¿Estás preparada?
Queremos contarte cómo utilizarlas, cuáles son los tiempos de uso recomendados, los diferentes tipos de bolas chinas que existen y qué beneficios te aportarán sin que tan siquiera te des cuenta.
Vamos, que venimos a hacerte ver que las bolas chinas son el complemento ideal para cuidarnos y disfrutar de nuestra salud y vida sexual todavía con más alegría.
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Amarás tus bolas chinas sobre todas las cosas
¿Qué son las bolas chinas? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo se usan? ¿A qué huelen las nubes? Y para responder todas estas preguntas y muchas más hemos creado la Biblia de las bolas chinas. ¿Estás preparad@?
Queremos contarte cómo utilizarlas, cuáles son los tiempos de uso recomendados, los diferentes tipos de bolas chinas que existen y qué beneficios te aportarán sin que tan siquiera te des cuenta.
Vamos, que venimos a hacerte ver que las bolas chinas son el complemento ideal para cuidarnos y disfrutar de nuestra salud y vida sexual todavía con más alegría.
Qué son las bolas chinas
Las bolas chinas, también denominadas bolas de Geisha o Ben Wa, tienen origen en Japón (como su propio nombre nos indica) y consisten en dos bolas unidas por un cordón que, a su vez, contienen otras bolas más pequeñas en su interior que vibran con tus movimientos. Aunque también existe la modalidad de una sola bola china para principiantes o para casos particulares, como el de personas con descenso de la matriz.
Además, las bolas chinas siempre van unidas a un cordón de extracción que debe quedar en el exterior de la vagina.
Cuáles son los beneficios de las bolas chinas
Mayor tonificación de los músculos pélvicos
Mayor control de los músculos vaginales (evitando pérdidas de orina)
Incremento en la sensibilidad y placer durante tus relaciones sexuales
Orgasmos más largos e intensos
Mejora del estado de ánimo, especialmente durante la menopausia
Aumento del deseo sexual
Aumento de la lubricación natural de la vagina
¡Quiero unas!
Cómo mejora los orgasmos el uso de bolas chinas
Un orgasmo “normal” puede provocar entre 3 y 5 contracciones de la musculatura pélvica, mientras que un orgasmo intenso genera entre 10 y 15 contracciones. Entrenándote con las bolas chinas generas estas contracciones de manera inconsciente en tu día a día y, por supuesto, esto se nota en tu vida sexual.
Cuándo notaré los beneficios de las bolas chinas
Si realizas tu entrenamiento con constancia verás que en menos de un mes comenzarás a notar sus resultados.
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Cómo debo utilizar las bolas chinas
Es importante que uses las bolas chinas de pie, ya que debido a la fuerza de la gravedad y el propio peso de las bolas sentirás que siempre intentan ir hacia abajo; un efecto que nuestros músculos vaginales corrigen mediante contracciones para mantenerlas en nuestro interior de manera inconsciente.
También es crucial que recuerdes que trabajar el suelo pélvico no es solo cosa de apretar y soltar los músculos pélvicos. Los ejercicios de Kegel van más allá:
Lo primero que debes hacer es ubicar los músculos de tu suelo pélvico. Para ello bastará con que hagas el movimiento de aguantar el pis. Sí, como lo oyes. Pero ojo, esta es la manera de localizarlos, no es bueno que repitas este movimiento para realizar los ejercicios, ya que puede ser perjudicial para la vejiga.
Ahora relaja el suelo pélvico y estira los músculos haciendo ejercicios de Kegel inversos, que mejoran la flexibilidad y reducen la tensión muscular. Se trata de un movimiento similar al que haces cuando vas al baño. Eso sí, no hagas tanta fuerza como haces en tu momento All-Bran.
Trabaja tu respiración: mientras haces los ejercicios de Kegel básicos, espira contrayendo tu suelo pélvico y desinflando la barriga (esto hará que trabajes más músculos, como los abdominales inferiores). Mientras realizas ejercicios de Kegel inversos, inhala bajando el diafragma y, en consecuencia, los músculos del suelo pélvico (esto te dará una sensación de relajación total en la zona).
Juega con distintos pesos: algunas bolas chinas te ofrecen la posibilidad de cambiar sus pesos, para que vayas aumentando la intensidad de los ejercicios gradualmente, sin sobrecargar los músculos de tu suelo pélvico.
Lleva tus bolas chinas mientras haces tus tareas caseras, das un paseo por la calle, estás de compras, te duchas, etc. Eso sí, no es recomendable llevarlas puestas mientras haces ejercicios de gran intensidad. O sea, que en el gym no.
Cómo se colocan las bolas chinas
Colocarse las bolas chinas es muy sencillo. Relájate y, del mismo modo que te colocas un tampón, introdúcelas en el interior de tu vagina empujando con el dedo hacia arriba y dejando que su cordón de extracción sobresalga.
Puedes acompañar la inserción de las bolas chinas con un poco de lubricante a base de agua o simplemente aprovechando tu lubricación natural.
Cuánto tiempo debo llevar puestas las Bolas Chinas
El tiempo de uso de las bolas chinas debe aumentar gradualmente. Las primeras semanas valdrá con llevarlas de 15 a 30 minutos, entre tres y cinco días a la semana. Más adelante, aumenta el tiempo de uso hasta los 60 minutos (no hace falta que las lleves más tiempo, pues podrías sobrecargar la musculatura innecesariamente).
Y cuando ya seas especialista (¡no tardarás en serlo!), podrás llevarlas una hora cada día si lo deseas.
Errores más comunes durante el uso de bolas chinas
Te contamos cuáles son los errores más comunes a la hora de usar las bolas chinas para que puedas evitarlos más fácilmente:
Hacer demasiada fuerza a la hora de usarlas: El esfuerzo es gradual. Parece lógico que, si tienes los músculos pélvicos sin ejercitar, la solución sea trabajarlos lo más posible. En muchos casos es así, pero con los músculos, el trabajo ha de ser gradual.
Centrarse en los músculos más obvios: para ejercitar el suelo pélvico, es necesario trabajar la musculatura vaginal de un modo más completo, de este modo evitarás sobrecargar ciertos músculos y dejar otros.
Usarlas durante más tiempo del recomendado: ya te hemos dicho cuánto tiempo has de usar las bolas chinas cada día. ¡No es recomendable sobretrabajar los músculos vaginales!
Mantenimiento de las bolas chinas
Es importante que las limpies bien con agua tibia y jabón antes y después de cada uso. También es recomendable el uso de un ‘Toy Cleaner’ para una desinfección total y después dejarlas secar al aire.
Para su almacenamiento lo más práctico es una bolsita de tela o su estuche.
Por otro lado, es recomendable que, cuando ya estén gastadas, cambies tus bolas chinas por unas nuevas. Además, con el tiempo, siempre es una buena opción probar nuevos tipos de bolas chinas que seguro que seguirán ayudándote a conseguir una vida sexual más sana y satisfactoria.
...
Ahora que ya sabes todos los beneficios de las bolas chinas, ¿no te mueres de ganas por empezar a entrenar tu suelo pélvico?
¡Sí, por favor!
Nos gusta el placer, nos gusta difrutar; y la manera más sana de sentirnos bien y gozar es, sin duda alguna, el sexo.
Ahora bien, la mayoría de las veces disfrutamos a medias sin tan siquiera darnos cuenta. Por estrés, por cansancio, o por mil causas que nada tienen que ver con la calidad del sexo en sí (o al menos no del todo). Así que déjanos que te contemos cómo liberarte de todas estas cosas que ocupan tu mente y que te impiden disfrutar del sexo de una manera completa.
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Nos gusta el placer, nos gusta disfrutar; y la manera más sana de sentirnos bien y gozar es, sin duda alguna, el sexo.
Ahora bien, la mayoría de las veces disfrutamos a medias sin tan siquiera darnos cuenta. Por estrés, por cansancio, o por mil causas que nada tienen que ver con la calidad del sexo en sí (o al menos no del todo). Así que déjanos que te contemos cómo liberarte de todas estas cosas que ocupan tu mente y que te impiden disfrutar del sexo de una manera completa.
1. Deja el trabajo en la oficina
¿Has tenido un día de perros? Mil reuniones, mil fechas de entrega, ¿tanto trabajo que has tenido que comerte un tupper delante del ordenador? Bueno, pues ya está, eso ya ha pasado, has cruzado el umbral de la puerta de tu casa y no se habla de trabajo hasta el día siguiente. Prohibido.
2. Cena romántica y con alegría
O sea, ¿que además de pasarte el día en la ofi te toca hacer la cena al llegar a casa? Ni de broma. Te damos dos opciones:
1. Cocinad en pareja: poned música, contaos vuestro día, lo que os apetece hacer, cocinad al ritmo de la playlist más sexy que tengáis (como esta, por ejemplo).
2. Pedid a domicilio: un capricho de vez en cuando no hace daño a nadie. Pedid que os traigan vuestra comida favorita a casa y san se acabó. Ni cocinar, ni limpiar después ni nada de nada. Y la de cosas que podéis hacer mientras esperáis ;)
3. Daos un masaje
Termináis la cena, os vais a la habitación, encendéis una vela aromática de masaje y disfrutáis de la compañía mutua. Aceite templado, calma, caricias, amor, piel de gallina... Nada mejor que un masaje para liberar tensiones.
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4. O id a la ducha
Podéis empezar la sesión de juegos con una ducha caliente. Más caricias, más besos, más calor. Jugad con los olores, enjabonaos y disfrutad de lo suaves que estáis. Tocaos mucho, muchísimo. Subid la temperatura hasta que solo queráis ir a la cama.
5. Sexo oral
Nada mejor para relajarse y olvidar las preocupaciones que una buena sesión de sexo oral; y en eso, querid@s amig@s, somos especialistas. Lee nuestros tips para convertirse en especialistas del sexo oral y consigue que se os olvide hasta la declaración de la Renta.
6. Jugad
Ahora que ya lleváis cosa de 90 minutos caldeando el ambiente, que no podéis esperar más, que tenéis las pulsaciones a mil y vuestros cuerpos están a punto de explotar por la anticipación, podéis entrar en materia.
¿Qué es fundamental? El silencio. Así como siempre recomendamos que pongas música para empezar los juegos, ahora te decimos que la apagues, para que podáis concentraros en vuestra respiración, en el latido de vuestro corazón y hasta en el sonido que hace su piel al rozar la tuya.
...
Así que ya sabes, no dejes que el estrés arruine tu vida sexual. Ni que la haga menos maravillosa. El sexo está para disfrutarlo plenamente; y debería ser la manera de olvidar lo que nos agobia aunque sea durante unos minutos.
Sí, flipad, se puede
Siempre lo vemos en las pelis, y parece maravilloso. Facilísimo. Luego cogemos a nuestra pareja por banda y le decimos un “Házmelo aquí mismo, de pie”. Y sin replicar, con todo su vigor, te agarra y... nada, no va. No fluye. Tú te agachas, tu pareja se pone de puntillas. Y al revés. Hacéis el pino puente, pero nada, no hay manera, nada que ver con las pelis.
Luego está el clásico “Agárrame y yo te rodeo con las piernas”. O sea, ¿en serio? ¿Somos acróbatas del Circo del Sol o qué?
Así que venimos a decirte que hacerlo de pie es posible (¡bieeeeen!), quema muchas más calorías que el sexo tradicional (y este ya quema bastantes). Y también a indicarte cómo hacerlo, por supuesto.
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Sí, flipad, se puede
Siempre lo vemos en las pelis, y parece maravilloso. Facilísimo. Luego cogemos a nuestra pareja por banda y le decimos un “Házmelo aquí mismo, de pie”. Y sin replicar, con todo su vigor, te agarra y... nada, no va. No fluye. Tú te agachas, tu pareja se pone de puntillas. Y al revés. Hacéis el pino puente, pero nada, no hay manera, nada que ver con las pelis.
Luego está el clásico “Agárrame y yo te rodeo con las piernas”. O sea, ¿en serio? ¿Somos acróbatas del Circo del Sol o qué?
Así que venimos a decirte que hacerlo de pie es posible (¡bieeeeen!), quema muchas más calorías que el sexo horizontal (descubre cuántas calorías quema el sexo aquí).
Y también a indicarte cómo hacerlo, por supuesto ;)
Antes de presentarte las posturas que arrojarán luz al tema queremos decir que estas están pensadas para todo el mundo: pene y vagina, vagina y vagina, pene y pene... Solo hay que echarle un poquito de imaginación al tema y, si la ocasión lo requiere incorporad juguetes, será mucho más sencillo.
Contra la pared
La básica para quienes se inician en el noble arte del sexo de pie. Si nunca lo has probado o solo has tenido una cochambrosa experiencia que terminó con un maravilloso tirón en la ingle, esta postura es ideal. Ponte de espaldas a tu pareja y, ligeramente doblad@, déjale entrar en ti.
Lo mejor de esta postura es que tienes un soporte extra: la pared. Además, podrás controlar la velocidad y la profundidad de la penetración, ¡así tendréis acceso privilegiado al clítoris!
Tip Platanomelón: Es la postura ideal para jugar delante del espejo. O en la ducha. Eso sí, hazte con una alfombra antideslizante (el post trata de cómo hacer el amor de pie sin morir en el intento).
El koala
Es la que vemos en las pelis. Se puede hacer, pero para ello necesitamos lo siguiente: fuerza y bastante resistencia física. Es la postura ideal para comenzar a jugar, pero necesita práctica (lo sentimos, tendréis que hacerlo mucho) para llevarla a cabo durante todo el coito.
Tip Platanomelón: colocad una silla detrás de la persona de pie, para que la otra pueda apoyar las piernas. De este modo, quien sujeta a la otra persona no tendrá que cargar con todo el peso y será más fácil moverse con agilidad.
El sillón de la reina (o del rey)
Dóblate en un ángulo de 90 º, echa tus brazos hacia atrás y deja que la otra persona los agarre mientras te penetra desde detrás. Es una posición superexcitante en la que la persona que penetra marca la velocidad, el ritmo y la intensidad mientras tú disfrutas y te sientes la persona más sexy del mundo.
La carretilla
Con el cuerpo flexionado apoyado sobre una superficie horizontal y las piernas en el suelo, deja que tu pareja sexual te penetre desde atrás. El peso de tu cuerpo estará repartido entre l@s dos, se trata de una postura cómoda y muy placentera, ya que amb@s podréis marcar el ritmo de la penetración.
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Teoría de cuerdas
Para l@s amantes del BDSM (o l@s amantes de dichas prácticas), os recomendamos que probéis lo siguiente: haceos con unas cuerdas como estas, y deja que ate tus muñecas en un lugar alto. Tendréis que poner un enganche en la pared para realizar esta postura, pero merecerá muchísimo la pena. Estaréis cara a cara, y ofrece mucha versatilidad en cuanto a posturas, ya que la persona que penetra no tendrá que aguantar el peso completo de la otra, sino que independientemente podrá soportar parte.
El trípode
Se llama así porque solo tres piernas estarán en el suelo. Frente a frente, coloca una de tus piernas alrededor de su cadera. De este modo, la penetración será superprofunda, y amb@s podréis controlar el ritmo del coito. Esta postura es sencilla y permite mayor intimidad.
Tip Platanomelón: es la postura ideal para llevar a cabo en la cocina. Empezad contra la nevera y terminad sobre la encimera. ¡Será una experiencia deliciosa!
El flexo
La hemos bautizado así porque en esta posición necesitas doblarte hasta tocar el suelo con las manos. Si ves que no llegas, puedes utilizar la cama como soporte. Una vez en esta posición, tu pareja sexual te penetra desde detrás (con el pene o con un juguete). Esta postura permite una penetración superprofunda; así que es recomendable que empecéis suave y vayáis aumentando la intensidad poco a poco.
De cuclillas
Ponte de espaldas, de cuclillas en la cama y dejando caer tu peso sobre su pecho, deja que tu compi de juegos sujete tus caderas mientras te penetra por detrás. Es una posición supersexy y atrevida que te permite estar en total control de la situación.
...
Así que ya sabes, sustituye la sesión de cardio en el gimnasio por una buena sesión de sexo de pie, ¡y disfruta como nunca!
¿Cuánto tiempo de tu vida sexual le has dedicado al sexo oral? ¿Disfrutas practicándolo? Si tus respuestas son “poco” y “no especialmente”, este post es para ti.
Y es que, por algún motivo, el sexo oral sigue viéndose como esa práctica aburrida que a todo el mundo le gusta recibir pero a nadie le gusta practicar. Mal. Fatal. El sexo oral es divertidísimo y, practicado en condiciones, puede hacerte sentir increíblemente sensual.
Pero claro, no basta con abrir la boca y dar cuatro lametones, hay que currárselo un poco más. Déjanos ayudarte con eso.
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¿Cuánto tiempo de tu vida sexual le has dedicado al sexo oral? ¿Disfrutas practicándolo? Si tus respuestas son “poco” y “no especialmente”, este post es para ti.
Y es que, por algún motivo, el sexo oral sigue viéndose como esa práctica aburrida que a todo el mundo le gusta recibir, pero a nadie le gusta practicar. Mal. Fatal. El sexo oral es divertidísimo y, practicado en condiciones, puede hacerte sentir increíblemente sensual.
Pero claro, no basta con abrir la boca y dar cuatro lamidas, hay que jugar un poco más... Gracias a estos consejos darás a tu pareja el mejor sexo oral que probará jamás.
Para todo el mundo
Es importante que, antes de distinguir lo que debemos hacer según los genitales, demos consejos unisex, para todo el mundo:
Higiene, por favor
¿Que es domingo y han pasado el finde en pijama sin siquiera ducharse? Basta de vagancia, a la ducha todo el mundo, a pasar gel por todo el cuerpo, haciendo hincapié en las zonas íntimas. No hay nada peor que bajar a practicar sexo oral en plan porn star y encontrarte con que eso huele a... mal, que huele mal.
Ponle de nervios
Antes de llegar a la zona, juega. Besa el cuello, el pecho, la barriga, los muslos... ve bajando muy poco a poco, hasta morir de ganas.
De sabores
El clásico “Ay, es que sabe raro...”. Vale, sabemos que el sabor de la zona genital puede ser agradable y excitante para algunas personas, y sumamente desagradable para otras. ¡Para gustos los colores!
Y es que, aunque el olor y el sabor dependen, en gran medida, de la higiene, de su alimentación y muchos factores más. En el caso de la vulva, este también varía a lo largo del ciclo menstrual.
Menos mal que existen lubricantes con sabores que facilitarán el sexo oral a aquellas personas que encuentren el olor y el sabor de la zona genital no demasiado agradable. Imagínate lamer y que sepa a chocolate, a caramelo, a vainilla... mmmm.
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Juega con la temperatura
¿Alguna vez has probado a dejar que se te derrita un hielo en la boca e, inmediatamente después, has besado a tu pareja? ¿Te encanta? Pues ahí abajo, también. Así que juega con contrastes de frío/calor y enloquece de placer.
¿Nuestra recomendación? Si no quieres jugar con hielo (ya que puede causar dolor en los dientes), existen productos que te permiten conseguir estos contrastes de temperatura sin ningún tipo de molestia.
No olvides las manos
Sí, la boca está genial, pero la mano puede ayudar muchísimo a llevar un ritmo más ágil y constante.
Durante la felación, la mano puede ayudar a ejercer más presión sobre el pene, causando de este modo más placer y durante el cunnilingus, los dedos pueden estimular la zona G mientras la lengua se dedica a la estimulación externa. Y ya si usas un vibrador como Genio, especialmente diseñado para la estimulación la zona G, harás que llegue al orgasmo en menos que dices “sexo oral”.
Otro gran olvidado durante el cunnilingus son los labios. Tan cerca del clítoris y a la vez tan lejos. Estimúlalos con caricias o con vibraciones. Para ello, puedes usar tus dedos o ayudarte de un poquito de vibración, con un juguetito como la bala vibradora Neo, que dará un extra de placer a cualquier juego ;)
Felación
Empezamos la felación: el sexo oral que se le practica a los hombres y las personas con pene; y te damos los tips fundamentales para que no solo llegue tu compi, sino para que tú también te sientas la persona más sexy del mundo mientras lo practicas.
Empezamos con algo básico: no olvides que eres tú, tu boquita y nadie más quien lx está haciendo llegar a un orgasmo inolvidable.
Dale a la lengua
Dale vía libre a tu lengua. Arriba, abajo, en círculos, en toquecitos rápidos, con la lengua plana, la lengua plegada, rápido, despacio, succionando, sorbiendo. Es muy importante que no uses solo tus labios a la hora de practicar sexo oral.
No escatimes en saliva
Es como el lubricante durante el sexo anal: nunca sobra. El calor y la humedad de la saliva le harán sentir espasmos de placer. Además, servirá para que tu mano se deslice más fácilmente.
Tip oral: escupe. Le enloquecerá que escupas un poquito sobre la punta del pene. ¿Por qué? Básicamente porque lo ha visto en el porno.
No olvides sus testículos
No por nada, al final siempre se quedan fuera en esto del sexo oral y no puede ser, ya que los testículos son una de sus áreas más sensibles. Succiónalos suavemente, masajéalos con tu lengua; y ya que estás por la zona, pasa la lengua en círculos por su entrepierna. O pasa la bala vibradora Neo si quieres dejarlx boquiabiertx y que muera de placer. Eso sí, no olvides que son muy sensibles, así que prueba con la intensidad más baja y ve subiendo (si hace falta) poco a poco.
Míralx a los ojos
Si has seguido los primeros consejos al pie de la letra, enloquecerá en cuanto le mires fijamente a los ojos. Los hombres y las personas con pene son muy visuales, así que ten por seguro que estará mirando qué haces ahí abajo y le excitará muchísimo ver que te interesan su reacciones.
Guarda los dientes
Ojo, usar UN POQUITO los dientes puede resultar superexcitante, pero lo mejor es que los mantengas lo más escondidos posible para evitar gritos de dolor.
Cunnilingus
Empezamos con una pequeña bronca para las parejas de mujeres y de personas con vulva: tienes que hacerlo más, que bien que les encanta recibirlo, pero luego cuando se les pide que den besitos a la zona íntima de tu pareja pones cara de “¿Es a mí?”.
Pero bueno, al lío, déjanos darte los consejos que te harán ganar el título de Gran Especialista del noble arte del cunnilingus.
No solo clítoris
Así como durante el coito muchas veces olvidamos el clítoris, durante el cunnilingus se suele olvidar que existe no solo la vagina, sino en general TODO lo que no es el clítoris.
Clítoris, labios, vagina y, si estás con ganas de aventura, también el ano. Lame y succiona su clítoris y sus labios e introduce tu lengua en su vagina.
Iniciativa propia y empatía
Nada puede excitarnos más que una persona que se muere por darte sexo oral; que disfruta haciéndolo, y que se detiene a notar qué te gusta y qué no durante la práctica.
La próxima vez que estén a solas, sorprende a tu compi bajando directamente, con ansia, con ganas y deseo; verás cómo tendrán una sesión de sexo inolvidable. Presta atención a sus espasmos, sus temblores y los movimientos de su cadera para saber qué le gusta y que no, y actúa en consecuencia.
Lengua multiposición
Piensa que tu lengua es el mejor juguete sexual: multiposición y multivelocidad. Sorprende con cambios de ritmo y de posición: lengua plana, lengua doblada, a toda velocidad, despacito...
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Así que ya está bien, se acabaron las excusas. Sigue estos consejos ¡y dale el mejor sexo oral a tu pareja la próxima vez que estén a solas!
Soñar es gratis, ¿pero para qué conformarse con soñar pudiendo cumplir todas nuestras fantasías sexuales a golpe de orgasmo?
Y es que todo el mundo tiene su fetiche, esa fantasía secreta que por algún motivo nos da vergüenza compartir, nuestros sueños más húmedos que guardamos bajo la almohada. Pero esto no puede ser, que es 2016, ya va siendo hora de sacar nuestras fantasías más sexys de donde quiera que las tengamos escondidas y cumplirlas.
Porque, al fin y al cabo, las fantasías sexuales son la mejor manera de encender nuestra vida sexual; de romper con la rutina y de volver a despertar aquel deseo que se había adormilado un poquito. Y, aunque hay miles de fantasías, venimos a contaros las más comunes, para que veas que, muy posiblemente, tu pareja tenga las mismas ganas que tú de cumplir tus sueños.
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Soñar es gratis, ¿pero para qué conformarse con soñar pudiendo cumplir todas nuestras fantasías sexuales a golpe de orgasmo?
Y es que todo el mundo tiene su fetiche, esa fantasía secreta que por algún motivo nos da vergüenza compartir, nuestros sueños más húmedos que guardamos bajo la almohada. Pero esto no puede ser, que es 2016, ya va siendo hora de sacar nuestras fantasías más sexys de donde quiera que las tengamos escondidas y cumplirlas.
Porque, al fin y al cabo, las fantasías sexuales son la mejor manera de encender nuestra vida sexual; de romper con la rutina y de volver a despertar aquel deseo que se había adormilado un poquito. Y, aunque hay miles de fantasías, venimos a contaros las más comunes, para que veas que, muy posiblemente, tu pareja tenga las mismas ganas que tú de cumplir tus sueños.
1. 82% de los hombres cis: el trío
Quién dijo que tres son multitud. El trío, aunque demos por hecho que se trata de la fantasía sexual típica de los hombres cis, es común también entre las mujeres (aunque menos). ¿Por qué? Fácil. Combina muchos placeres prohibidos: jugar con alguien nuevo, tener a dos personas dedicándose a darte placer; o lo contrario, dedicarte a dar placer a tu pareja junto con alguien más. Así que no es de extrañar que el 85% de los hombres cis haya fantaseado con un trío en alguna ocasión.
Ahora bien, para realizar un trío con tu pareja es muy importante que haya sinceridad en todo momento, que digáis lo que queréis y lo que no, que marquéis los límites antes de llevarlo a cabo; ya que la implicación emocional que conlleva un trío es muy fuerte. Una vez hecho todo esto, solo queda una cosa: ¡disfrutar!
2. 83% de los hombres cis: ¿Vienes mucho por aquí?
El clásico de los clásicos. Bar sofisticado, te sientas en la barra, pides un cóctel y una apuesta persona extraña se te acerca y te hace la tan esperada pregunta: ¿Vienes mucho por aquí?
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Y a ver, objetivamente, como frase para ligar un “¿Vienes mucho por aquí?” es algo bastante sosillo. La gracia de esta fantasía es que engloba muchas cosas: el glamur y la sofisticación del bar, tu atuendo, el sentirte desead@ por una apuesta persona desconocida, salir de la rutina, probar algo nuevo... Es por eso que nada menos que el 83% de los hombres cis y el 66% de las mujeres cis fantasean con acostarse con alguien que no sea su pareja.
Ojo, esto no quiere decir que casi tod@s seamos (o deseemos ser) infieles, ya que esta fantasía se puede solventar rápidamente con un juego de roles, sin necesidad de ser infiel. Es más, si siempre has tenido esta fantasía sexual, te recomendamos que pilles a tu pareja por banda y se la propongas, ¡seguro que estará encantada!
3. 66% de las mujeres cis: 50 Sombras de Pepito
Esta va para las mujeres cis. El 66% de estas ha fantaseado con que su pareja las domine en alguna ocasión. ¿Por qué? La manera sencilla de explicarlo es con un “porque es divertido”. Así que ata a tu pareja, dile cosas sucias, hazla sentir completamente dominada por ti; y verás cómo pasáis una de las noches más intensas... hasta la fecha.
Si quieres ahondar un poquito más en este asunto, te recomendamos que eches un ojo a nuestro post sobre iniciación al BDSM.
4. 79% de las mujeres cis: Practicar un francés
Puede parecer muy básico; pero tanto recibir sexo oral como darlo son fantasías sexuales muy comunes para todo el mundo (el 88% de los hombres cis y el 79% de las mujeres cis sueñan con sexo oral). Con estos datos, ¡parece increíble que haya tantos chistes sobre lo poco que le suele gustar a la gente practicar el sexo oral con su pareja!
Ahora en serio, nada para cumplir vuestras fantasías como una sesión de sexo oral inolvidable. ¿Cómo? Te lo contamos:
Dale a la lengua: como si de un beso francés se tratara, usa tu lengua sin miedo. Lame, chupa, sorbe, mueve tu lengua en círculos; ¡lo que quieras!
Usa la mano: la mano es de gran ayuda en el sexo oral. Usa la mano para ayudarte en el ritmo y hacer llegar antes a tu pareja. Y esto se aplica a todo el mundo, ¡así que no olvides usar tus dedos para hacer llegar a tu compi!
No pierdas el ritmo: ¿por qué no pruebas a poner música sexy y jugar al ritmo? Te resultará mucho más fácil y te entrarán muchas más ganas de seguir practicando sexo oral.
Prestad atención a nuestro blog porque dentro de muy poco publicaremos una guía maravillosa para el sexo oral.
5. 82% de la gente: salir de la cama
Otra fantasía sexual muy común para todo el mundo es la de practicar sexo en lugares un poco salidos de la norma, el 82% de las personas encuestadas han fantaseado con salirse del tiesto alguna vez.
La cama ya la conocemos tod@s, así que por qué no probar en otros sitios de la casa como te contamos en nuestro post “El Feng Shui del sexo”? O, qué narices, juega fuera de casa. Una noche de hotel, travesuras en el baño de una discoteca, en la casa del pueblo después de una cena familiar, en la playa una noche de verano... ¡El mundo es demasiado grande como para solo jugar en la cama!
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Así que, sea cual sea tu fantasía sexual, ¡atrévete a compartirla con tu compi de juegos! Seguro que no te arrepentirás ;)
¡Tenemos algo para ti!¿Sientes que has perdido el apetito sexual? ¿Crees que tu pareja ya no te genera deseo, o consideras que tu pareja ya no te desea? Descubre nuestro curso Cómo aumentar el deseo en pareja y en solo 30 min aprenderás técnicas para revitalizar tu vida sexual. ¡No dejes que la rutina apague la llama del amor!
No venimos a decir que el sexo sea mejor al principio que al final; simplemente que es diferente. Y eso, querid@ amig@, no nos lo puedes negar.
Cambian el dónde, el cuándo, el cómo y el por qué. Cambian los preliminares, cambian los orgasmos, cambia el aftersex... Cambia todo. ¿Quieres saber en qué manera? Te lo contamos.
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No venimos a decir que el sexo sea mejor al principio que al final; simplemente que es diferente. Y eso, querid@s, no lo podéis negar.
Cambian el dónde, el cuándo, el cómo y el por qué. Cambian los juegos en la cama, cambian los orgasmos, cambia el aftersex... Cambia todo. ¿Quieres saber de qué manera? Te lo contamos.
1. Dónde
Al principio: Aquí te pillo aquí te mato
Incluso en un coche. Dentro de un barco.
Tras 5 años: La cama
Ya lo habéis hecho en todos los sitios que se os han ocurrido y habéis llegado a la sabia conclusión de que la cama está pensada para jugar.
2. Cuándo
Al principio: 3 veces al día, como los antibióticos
Como las natillas, todo el rato repitiendo.
Tras 5 años: Con la ovulación
“Me he tomado la temperatura y me ha subido unas décimas, vamos, que hoy me quedo embarazada seguro”. (Puede que aquí estemos exagerando un poco... Cada pareja a lo suyo, pero seguro que conoces a más de una así).
3. Cómo
Al principio: Mira, cari, he comprado el Kamasutra
Ventaja: te ahorras el gimnasio y te convalidan el Circo del Sol.
Inconveniente: con tanto cambio de postura puede costar un poco más llegar al orgasmo.
Tras 5 años: Misionero
Que conste que somos fans incondicionales de esta postura, es superíntima.
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4. Preliminares
Al principio: ¿Prelimi-qué?
En los inicios todo es fuego, pasión y muchos kikis rápidos.
Tras 5 años: Cuantos más mejor
Luego empiezas a tomarte tu tiempo y a disfrutar más de la calidad que de la cantidad.
5. Compenetración
Al principio: Aprendiendo
Es algo gradual, lo bueno es que se aprende con la práctica.
Tras 5 años: Como un guante
Como si leyeras la mente de tu pareja, sabes lo que quiere en cada momento: rápido, lento, romántico, un poquito más duro... Orgasmo asegurado.
6. Aftersex
Al principio: Conversaciones eternas
Al fin y al cabo, tenéis mucho de lo que hablar todavía y además tenéis que aparentar.
Tras 5 años: Zzzzzzz
LOL. ¿Hablar? No, gracias. Zzzzzz...
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Ahora en serio, se puede tener todo: la fogosidad del principio y la confianza que se adquiere con el paso del tiempo. Nada como meter en juego un juguetito para usar en pareja para sacar tu “yo” más travies@ de nuevo a flote.
¿Te hace? ;)
*La mayoría de búsquedas en la red apuntan a palabras como “preliminares” y, aunque no nos gusten, han entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano. ¡Pero ojo! No hay nada preliminar a algo “mejor” en el sexo. Simplemente se trata de disfrutar y estar a gusto.
Sí, 50 sombras de Grey dio a conocer el BDSM al mundo y despertó la curiosidad de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloba el BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo).
Es importante partir de una base fundamental, y es que la mayoría de nosotr@s practicamos el BDSM en distintos grados sin darnos cuenta. Vale, igual ahora estás flipando y no nos crees, pero piensa en esta situación: estás jugando con tu pareja, le besas, le acaricias... y de repente se mueve para intentar tocarte, pero tú le dices que no de forma autoritaria, que no puede moverse hasta que tú no se lo permitas. En esta situación, tú estás siendo claramente dominante y tu pareja está siendo sumis@.
Y es que, no vamos a negarlo, el BDSM puede llegar a ser muy sensual y excitante; y una gran manera de encender la relación con tu pareja. Así que, si estabas pensando en iniciarte en este conjunto de técnicas sexuales, estás en el lugar indicado; porque queremos indicarte las bases de estas prácticas y la mejor manera de iniciarse.
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Sí, 50 sombras de Grey dio a conocer el BDSM al mundo, y despertó la curiosidad de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloban estas siglas: bondage, dominación, disciplina, sumisión, sadismo y masoquismo.
Es importante partir de una base fundamental, y es que la mayoría de nosotr@s practicamos el BDSM en distintos grados sin darnos cuenta. Vale, igual ahora estás flipando y no nos crees, pero piensa en esta situación: estás jugando con tu pareja, le besas, le acaricias... y de repente se mueve para intentar tocarte, pero tú le dices que no de forma autoritaria, que no puede moverse hasta que tú no se lo permitas. En esta situación, tú estás siendo claramente dominante y tu pareja está siendo sumis@.
Un azote deseado, una venda en los ojos, unas esposas en las muñecas... ¡Todo esto (y mucho más) es BDSM!
No vamos a negarlo: el BDSM puede llegar a ser muy sensual y excitante, y una gran manera de encender la relación con tu pareja. Así que, si estabas pensando en iniciarte en este conjunto de técnicas sexuales, estás en el lugar indicado; porque queremos explicarte las bases de estas prácticas y la mejor manera de comenzar a realizarlas.
Primeros pasos del BDSM
Practica el BDSM en condiciones
No importa si vas a probar el BDSM con tu pareja con la que llevas solo 3 meses, con tu prometid@ o con quien sea. Hay ciertos puntos que no puedes saltarte a la hora de empezar una relación de dominación-sumisión con alguien.
Para empezar, tendréis que firmar un contrato. Sí, como te lo contamos. Puede parecer aburridísimo según lo lees, pero en realidad la redacción y la firma del contrato son partes fundamentales y muy excitantes del juego. Marcando vuestros límites, tendréis que hablar también de vuestras fantasías y de lo que sí queréis hacer. Cuando firméis, estaréis muriendo de ganas de empezar a divertiros.
Además, es muy común (y recomendable) que, si vais a meteros de lleno en este tema, cada miembro de la pareja tenga un nuevo nombre. De este modo separaréis lo personal del juego.
Descubre tus límites
Es muy importante que, antes de lanzarte de lleno al mundo del BDSM, sepas hasta dónde quieres llegar. Para ello, te recomendamos que pruebes un kit como el Kit BDSM SAO.
Con este pack, no solo podrás atar a tu pareja, sino que también comenzarás a descubrir dónde están vuestros límites. Ataos, azotaos, tapaos los ojos... Y, sobre todo, averiguad si el mundo en el que acabáis de entrar os apasiona: si este kit se adapta a lo que necesitáis o si, después de un tiempo, queréis ir más allá...
Busca tu rol en el BDSM
Seguro que ya tienes una idea acerca de qué te gusta más, si dominar o que te dominen, pero hasta que no lo pruebes todo no sabrás qué es lo que realmente quieres. Algunas personas son claramente más sumisas, otras son indudablemente más dominantes y otras muchas son versátiles y pueden disfrutar de ambas partes del juego.
Eso sí, nunca pienses que ser dominante te convierte en una persona sádica ni que la sumisión te convierte en masoquista. ¡No es así! Es un juego y nunca determinará qué tipo de persona eres. Simplemente puede ser una interesante puerta de acceso a algunas fantasías que podréis experimentar tu/s pareja/s sexual/es y tú...
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B, D, S, M
Empieza con el bondage
Comenzamos con la B de BDSM. El bondage es, sin lugar a dudas, la técnica más extendida del BDSM. De hecho se suele practicar con mucha frecuencia. ¿Cuántas veces te han atado en tus encuentros sexuales? ¿A qué no sabías que eso era BDSM?
Sin embargo, lo que conocemos del bondage es, generalmente, la punta del iceberg. De forma muy resumida, es cualquier técnica que permita inmovilizar o limitar la movilidad de la otra persona. Cuando te sujeta fuerte de las muñecas, te ata al cabecero de la cama, cuando te agarra del pelo o de la cadera para que no te muevas, cuando usáis esposas...
Te recomendamos que empieces usando materiales suaves, que no os hagan daño en las muñecas ni en ninguna parte del cuerpo. Y, más adelante, podréis pasar a técnicas de bondage más avanzadas y superexcitantes.
Pon normas para practicar el BDSM
Pasamos a otras dos letras englobadas en BDSM, la D y la S. Es hora de dominar y someterse y, para ello, es hay que establecer unos códigos de conducta.
Veíamos un ejemplo en 50 sombras de Grey, cuando Christian le decía a Anastasia que, si volvía a morderse el labio, le daría unos azotes. Podéis poner tantas normas como os apetezca. Y crear los castigos que más os exciten: azotes, usar una fusta, atar a tu pareja a la cama con unas esposas, causarle un poquito de dolor con las pinzas para los pezones...
“¿Acabas de levantarte de la mesa sin recoger tu plato? Uy, Pepe, te van a caer un par de cachetes.”
Ojalá todos los castigos fueran así...
Aprende a disfrutarlo
Terminamos con la M de BDSM, el masoquismo –y el sadismo –. Como hemos ido diciendo a lo largo de este artículo, el BDSM implica obtener placer a través del dolor y del control. Puede que suene extraño en un principio, pero piénsalo bien. ¿Acaso no disfrutas de los mordiscos? ¿No te encanta cuando te agarra fuerte de la cintura o cuando te dice cosas sucias al oído?
¡Todo el mundo lleva dentro una parte sumisa y una dominante, la cuestión es animarse a sacarlas a la luz!
Nunca está demás remarcar que este conjunto de técnicas se da de forma sana y segura siempre y cuando haya consenso y consciencia de los sujetos involucrados.
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Querid@ dueñ@:
Antes que nada, te adoro; y no es peloteo, solo tengo ojos para ti. Me encanta hacerte sonreír y siempre que estamos juntos nos lo pasamos superbien. Pero claro, vengo a reivindicar un par de cosas, que telita a veces tú también...
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Querid@ dueñ@:
Antes que nada, te adoro; y no es peloteo, solo tengo ojos para ti. Me encanta hacerte sonreír y siempre que nos juntamos nos lo pasamos superbien. Pero claro, vengo a reivindicar un par de cosas, que telita a veces tú también:
Empiezo con el tema cajón. Precioso el cajón, maravilloso. Me he hecho íntimo de las pilas, de los condones y he encontrado a mi némesis, ese maldito libro que lleva meses ahí dentro y nunca lees. Pero a ver, quiero ver mundo. A tu pareja bien que la llevas al salón y se la enseñas a tus colegas. Tengo un poco de claustrofobia, por favor, ponme en una estantería, aunque sea, más ventiladito.
Quiero decirte también que soy mucho más versátil de lo que crees. Úsame para jugar con la parte de tu cuerpo que más te guste. Tus pechos, tus labios, tu cuello, tus muslos... No estoy diciendo que me haya cansado de ver siempre lo mismo, eso jamás; solo que estaré encantadísimo de hacerte disfrutar sea lo que sea que te guste. Soy mil veces mejor que una navaja suiza; que poco más y puedo hacerte hasta la cama.
También vengo a decir que tres no son multitud. No me malinterpretes, no quiero conocer a nadie más; solo creo que tengo muuuucho que aportar a tus juegos en pareja. Imagínatelo. Tú, tu compi de juegos y yo, con mis mil millones de revoluciones por minuto, poniéndoos a tope. O sea, yo no quiero decir nada, solo dejo caer que puedo llegar a sitios que otros no pueden. Ya está, ya lo he dicho.
Luego está este otro tema que quiero tocar con delicadeza. Sé que a veces me coges con prisa, pero jolines, cuando me dejas, ponme un poco de Toy Cleaner, que es un segundo. Luego me dejas ahí, en el cajón, y el libro se queja de que huelo raro. Me tiene harto el librito de las narices. Léelo o ponlo en otro sitio, por favor. Sé que queda muy bien tener un libro de Dostoievski en la mesita, pero jolines, qué cansino. Virginia Woolf queda igual de cultureta y se lleva mejor con nosotros.
Y, por último, y no por ello menos importante, vengo a decirte que eres la persona más sexy del universo, sobre todo cuando disfrutas. Me encanta ser el "culpable" de tus gemidos, de tus temblores, de tus gritos ahogados. Adoro acariciar tu cuerpo desnudo y subir mi intensidad a tu merced. Me vuelvo loco cuando llegas al orgasmo, cuando siento tus espasmos, cuando me invade tu aroma. Me utilizas y me encanta. No dejes de utilizarme jamás.
Siempre tuyo,
Tu juguetito
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Nos hemos encontrado esta carta hoy al llegar a la ofi, puesta encima de la mesa, con un “El día que hable, vibra España” escrito en el sobre. No nos pudimos resistir a una frase tan sensacionalista.
Y después de leer la carta, solo podemos decir que tienes un juguetito maravilloso, no para de hablar bien de ti. Así que hoy, en cuanto llegues a tu habitación, ¿qué te parece si le das un poco de amor?
Y si no tienes uno aún, echa un ojo a nuestra web y coge el que más se adapte a lo que buscas:
Vibradores clásicos, de los de toda la vida
Masajeadores de clítoris, para llegar en menos que tardas en decir "orgasmo"
Vibradores para el punto G, para experimentar sensaciones indescriptibles
Vibradores tipo conejito, para quienes quieren todo a la vez
Vibradores discretos, para quienes quieren llevar a su mejor amigo a todas partes
Vibradores con control remoto, para quienes quieren dejar que otra persona tenga el mando
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Y ahora... ¡a disfrutar!
El sexo es maravilloso, divertido, fabuloso, satisfactorio, revitalizante, energético, vigorizante, saludable. Allá donde vayas, no oirás cosas feas sobre el sexo (a no ser que vayas a sitios raros).
Pero claro, normalmente hablamos del asunto sin fundamento. Sabemos que nos gusta, que nos da placer y que es divertido; ¿pero cuáles son los beneficios reales del sexo? Te damos una pista: hay un montón.
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El sexo es maravilloso, divertido, fabuloso, satisfactorio, revitalizante, energético, vigorizante, saludable. Allá donde vayas, no oirás cosas feas sobre el sexo (a no ser que vayas a sitios raros).
Pero claro, normalmente hablamos del asunto sin fundamento. Sabemos que nos gusta, que nos da placer y que es divertido; pero ¿cuáles son los beneficios reales del sexo? Te damos una pista: hay un montón.
1. ¡No te dolerá todo!
El clásico “Ay, no, quita que me duele la cabeza” ya no vale. Busca otra excusa; porque gracias a la liberación de oxitocina y al aumento de las endorfinas, el sexo es un potente analgésico.
Y esto se aplica a todo: dolores musculares, de cabeza, del período, de articulaciones... ¡Viva el sexo!
2. Di adiós a la gripe y las alergias
El sexo aumenta la producción de anticuerpos, encargados de protegernos de infecciones virales. Además, actúa como un potente antihistamínico. ¡Tal vez por eso nos deja con ganas de dormir!
3. Y di hola a mover la pelvis
El sexo es ejercicio. Haciendo el amor, fortaleces los músculos de la pelvis, evitando así aquellas fugas tan indeseables. Y no solo eso, estos movimientos de pelvis son superútiles a la hora de dar a luz (para quienes se lo planteen, claro). Y, atención, también son cruciales para disfrutar más aún del sexo.
Si después de leer todos los beneficios de mover las caderas, te mueres de ganas por fortalecer tus músculos pélvicos, te recomendamos que, además de jugar mucho en compañía, te hagas con unas buenas bolas chinas y aceleres el proceso.
4. Cero estrés
El momento de paz infinita que experimentamos con el orgasmo no es ninguna tontería. Nada como jugar con tu pareja para relajarte, olvidar la rutina y dejar de un lado las preocupaciones (al menos durante un ratito).
5. Mejor para el corazón que una copa de vino
Haciendo el amor, nuestro corazón se acelera, aumentando los niveles de oxígeno en sangre. De este modo, disminuye las posibilidades de sufrir un infarto. Si la clave para mantener el corazón fuerte es beber una copa de vino tinto al día y hacer mucho el amor, ¡nos apuntamos!
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6. Mens sana in corpore sano
Nada como el sexo para mantener nuestras hormonas a raya. Está comprobado que una vida sexual plena puede ayudar en el tratamiento de la depresión y además disminuye mucho los efectos del terrible síndrome premenstrual.
7. Libido a tope
Resulta irónico que jugar te dé más ganas de jugar. Pero al final es un poco como lo de que “cuanto más duermes, más quieres dormir”. Hacer el amor mejora la lubricación natural de la vagina, así como su elasticidad y el flujo sanguíneo, haciéndote sentir genial y con ganas de más.
8. Disminuye las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer
Recientes estudios afirman que una vida sexual activa puede disminuir la aparición de algunos tipos de cáncer, como el de próstata o el de mama.
9. Ciao insomnio
Tal vez a Sabina le faltaba un poco de sexo; si hubiera jugado más, no le habrían dado la 1, las 2 y las 3. El orgasmo libera prolactina, la hormona responsable de la sensación de sueño. Zzzzzzz...
10. Es deporte, ¿no?
Para los que odian salir a correr o ir al gym (nos incluimos en ese grupo), volvemos a deciros lo que os dijimos hace un tiempo: el sexo cuenta como deporte (quema alrededor de cinco calorías por minuto). No lo sustituye por completo; pero desde luego, no va nada mal.
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Después de leer todo esto, ¡esperamos que llames a tu compi de juegos para una laaaaarguísima sesión de sexo!