Lo venimos diciendo desde hace tiempo y, la verdad, no nos cansamos de repetirlo: ¡dormir bien es esencial para vivir bien! Y sí, también en lo que al sexo se refiere.
 
Dulces sueeeños 😴 

Y es que, si duermes las horas que tocan y encima lo haces bien, tu respuesta sexual tendrá muchas mejoras. De hecho, según un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, cuando dormimos una hora más de lo habitual, el deseo erótico aumenta un 14% al despertar, así como la excitación. Vamos, un chute de motivación mañanera.

Por lo tanto, la falta de sueño puede jugar en tu contra; no solo te afecta a la concentración y el humor, sino también debajo de las sábanas. Y ojo, ¡porque eso no hay café que lo solucione!

¿Estabili…qué?

Aparte de ser la actividad favorita de mucha gente, dormir es esencial para la recuperación psíquica, física y emocional. Por tanto, tiene consecuencias directas, para bien y para mal, en el cuerpo y la mente: ¡el sueño nos proporciona estabilidad!

De hecho, si sentimos más cansancio; tendremos menos ganas de mantener relaciones y, además, estaremos más irritables, lo cual es terreno fértil de conflictos.
Y así, miles y miles de escenarios…

Cansarte físicamente puede ayudarte a caer rendidx a la cama. 

A pesar de ser una de las esferas más importantes en nuestra vida, también resulta ser la más castigada: es precisamente lo que recortamos cuando tenemos que dedicarles horas a otras actividades, ya sea trabajo u ocio. ¿No es así?

Las alteraciones van más allá…

Además de tener cara de zombi por la mañana, la falta de sueño provoca alteraciones metabólicas que afectan a las hormonas, entre ellas las hormonas sexuales, sobre todo la testosterona.
Aunque haya pocos estudios sobre el tema, cuando las personas con pene duermen poco o mal, sus niveles de testosterona en sangre disminuyen. ¿Resultado? Menor producción de espermatozoides y una respuesta sexual alterada.

Las personas que menstrúan pueden notar, además, descompensaciones en su ciclo menstrual, ya que dormir bien equilibra el nivel de estrógenos y progesterona, dos de las hormonas protagonistas en la regulación de la actividad de los ovarios.

Dificultades de erección

Cuando no estamos teniendo actividad sexual, nuestros genitales reciben poco oxígeno, con lo cual su vitalidad es limitada. Sin embargo, cuando tenemos erecciones en el clítoris y en el pene, los órganos se llenan de sangre arterial con alto contenido de oxígeno, lo que produce una gran actividad fisiológica. Vamos, ¡un buen chute de energía!

Generalmente, nuestra vida sexual es discontinua y pasa por épocas donde no hay mucha actividad sexual, con lo cual los tejidos no funcionan como deberían.

¡Duerme bien para lograr buenas erecciones!

Por esta razón, el sueño, concretamente la fase REM (cuando los ojos se mueven superrápido y empezamos a soñar), se encarga de que nuestros genitales funcionen de forma óptima.

Durante las fases REM, de hecho, el clítoris y el pene se llenan de sangre arterial y oxígeno y se erectan (de media unas 4-5 veces por noche) para que sus tejidos estén siempre en forma.

Pero, cuando nuestro sueño se ve interrumpido o dormimos menos horas de las que deberíamos, podemos tener algún que otro problema de erección. ¿Quién lo diría?

Dormir, ¡pero bien!

Dormir bien repercute en casi todas nuestras funciones psicobiológicas, es decir, físicas y psicológicas. Vamos, que repercute en nuestra calidad de vida: unos malos hábitos de sueño nos pueden traer muchos dolores de cabeza, literalmente, y no solo eso.

No es casual que las personas que tienen algún trastorno del sueño suelen presentar una disminución importante de la actividad sexual por mil y una razones.

Coge papel y boli que esto se va a poner interesante 🥳

¡Así que te vamos a dar algunas claves para que tu sueño sea tu principal fuente de placer! Toma asiento y apunta:

  • Prepara el ambiente

Nada más ni nada menos que crear tu propio rincón zen. 🧘‍♀️🧘‍♂️ Luces tenues u oscuridad, temperatura fresquita, silencio o (¿por qué no?) una música relajante. El ambiente es la primera pista que le daremos a nuestro cerebro para que se empiece a poner en modo stand by

  • ¡Ojo con la alimentación!

El café, el té, el alcohol o simplemente una cena pesada son responsables de que tu descanso no sea óptimo. ☕️ 😣

Cuida tu alimentación, evita las bebidas que puedan activarte e intenta cenar ligerito y no muy tarde. En definitiva, dale tiempo a tu sistema digestivo para trabajar adecuadamente y ya verás… ¡todo será mucho más fácil! ♻️

  • Ni frío ni calor

Lo que quizás no sabías es que la temperatura de nuestra habitación incide directamente en la calidad de nuestro sueño: cuando dormimos, nuestro cuerpo baja de temperatura y se va termorregulando para que podamos descansar mejor. 🥰

Es en las fases REM cuando el cuerpo deja de bajar de temperatura, entonces los grados del ambiente pueden jugar a favor o en contra. Por eso, lo ideal es mantener una temperatura de entre 19 y 22 grados, especialmente en verano. 

¡El fresquito te ayudará a descansar mejor! 🥶

  • Establece una rutina

En el fondo, todo es cuestión de acostumbrarse: intenta acostarte y despertarte siempre a la misma hora.

¿Cómo? Pues creando tus propios rituales de relax. Puedes leer un libro, prepararte un baño, meditar, escuchar música, escribir un diario… Cualquier cosa que te relaje vale; pero, sobre todo, ¡nada de pantallas al menos una hora antes de cerrar los ojos! 📲

Sin embargo, sabemos que a veces la verdadera dificultad está en despertarse. Así que, ponte un despertador (o 10 si lo necesitas), a poder ser lejos de tu alcance para que tengas que levantarte a apagarlo. Tómate con calma el desayuno y, si te sobra el tiempo, puedes hacer unos estiramientos para empezar el día con energía.

Puede que al principio te lleve un tiempo adaptarte a una rutina distinta, pero luego lo vas a agradecer, ¡ya verás! ⏳

  • Un poco de… gustirrinín

Si te cuesta dormir y ya no sabes qué hacer para conseguirlo, calma.
Antes de estresarte, tómate unos minutos para mimarte: la masturbación es una potente fuente de relax que, además, te ayudará a conciliar el sueño.

De hecho, tras experimentar un orgasmo, nuestro cerebro libera sustancias como la serotonina y la oxitocina, que nos ayudan a rebajar los niveles de cortisol (la hormona del estrés). 😏

Y si quieres un rato de intimidad con tu compi de cama, ¿qué mejor momento? ¿Por qué no empezar por un masaje con un aceite con aroma a frutas exóticas y acabar en una bañera de agua tibia?

En resumen: ¡dormir bien es parte de tu bienestar!

Así que, no lo descuides y tómatelo en serio. Si te cuesta hacerlo, no dudes en consultar a especialistas que te ayudarán a mejorar tu rutina (y tu sexo).

¡Convierte la cama en tu oasis de placer!