Dicen las malas lenguas que no hay lengua mala 😉
Disfrutar de un buen cunnilingus es una de las mejores experienci...
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Dicen las malas lenguas que no hay lengua mala 😉
Disfrutar de un buen cunnilingus es una de las mejores experiencias que se pueden vivir. No solo para la persona que lo recibe, sino también para la que lo disfruta practicándolo.
Y no admitimos discusión 😜
¿Bajamos juntxs? 😏
Sin clítoris no hay paraíso (o lo hay, pero no es lo mismo…)
Si ya cuentas con un clítoris propio no necesitas que te expliquemos dónde está: ya sabes que es la pequeña montañita que se encuentra según desciendes por el ombligo, atraviesas el vello púbico y llegas a los labios vaginales. Y si no, coge un espejito y observa bien entre tus labios menores. Estará más escondido o más visible dependiendo de la vulva que tengas... ¡Cada vulva es distinta!
Diferentes, pero únicas 😍
Si, en tu caso, ya tenéis una laaarga historia de amor; sabrás perfectamente qué hacer juntxs para pasarlo en grande.
Pero no todo el mundo tiene esa suerte. Hay personas que aún están en pleno descubrimiento, a las que les cuesta dar con él a la primera. Si entras en esta categoría, déjate guiar. Un cunnilingus de 10 necesita puntería 😉
La maravillosa diferencia
Todas las vulvas son diferentes. Desde el vello púbico que las rodea, pasando por la longitud y la simetría (o no) de los labios vaginales, hasta el tamaño del clítoris. Incluso se diferencian en el olor y el sabor.
Eso no hace que sean mejores ni peores, ¡simplemente son distintas! Podríamos decir que tienen una personalidad propia y cambiante.
Dependiendo del día del mes o incluso de la dieta, cambiará el olor o el sabor del cunnilingus. ¡Es lo normal! Solo si el olor es especialmente fuerte o si hay una secreción “extraña”, habrá algún motivo para preocuparse (podría haber una infección).
Normalicemos los olores corporales... ¡pueden ser muuuy excitantes!
Así que… ¡manos (y lengua) a la obra! Para empezar un cunnilingus de 10, relájate y evita las comparativas.
Seguridad, siempre
El sexo, además de divertido y placentero, siempre debe ser seguro.
Para evitar todo tipo de ITS es importante usar alguna medida de protección. Existen las barreras de látex o poliuretano, pequeños films transparentes que evitan el contacto directo con la boca.
Si no cuentas con una de estas barrera, ¡no pasa nada! Únicamente necesitas un condón. Lo desenrollas y con unas tijeras cortas los extremos (tanto la punta como el final). Te quedará una especie de tubo, que deberás cortar longitudinalmente… ¡y voilà! Podréis disfrutar de un gran sexo oral con total seguridad.
Mejor si el camino es largo
Recuerda que el clítoris es el órgano más avanzado del cuerpo humano (su principal función es dar placer) y que cuenta con numerosas terminaciones nerviosas por milímetro. Para empezar, siempre es preferible no ir directamente “al grano”. Es mejor, y mucho más divertido, hacer un laaargo recorrido.
Así que cogeros palomitas, que va a ser divertido 😎
Resulta muy excitante empezar por besos en los labios (¡los de la cara!), el cuello e ir descendiendo poco a poco por los senos. También disfrutaréis mucho si los besos y caricias se extienden a las nalgas, a la cara interna de los muslos (una fantástica zona erógena algo olvidada) y os tomáis vuestro tiempo.
El petting (las caricias con la ropa puesta) son una gran manera de iniciar un gran sexo oral. Podéis probar a jugar por encima de la ropa e ir estimulando “por capas”. Recuerda: ¡cuanta más variedad, mejor! 😉
La mejor técnica es no liarse demasiado
En algunas películas (y leyendas urbanas) se fantasea con técnicas secretas y complejas en las que la boca se convierte en una especie de Thermomix. Se habla de trazar líneas con la lengua y de algo así como un código morse rarísimo que activa la pasión… Es mejor no intentar algo así. ¡O al menos hacerlo con algo de sentido!
La excitación se consigue de manera constante y progresiva, aunque se pueda “hacer jazz” variando el ritmo, la postura, la presión… Hay melodías para todo el mundo y en la variedad está el gusto.
Poquito a poco... y hasta que surja la magia ✨
Lo mejor es empezar con ligeros roces con la lengua y pequeños besos, para pasar a usar la lengua como si se estuviera lamiendo un rico helado. Las manos juegan un papel fundamental: una de ellas puede abrir los labios para alcanzar mejor el clítoris ayudándose de los dedos índice y corazón, mientras que la otra puede seguir acariciando el resto del cuerpo.
¡Que no sea por falta de estímulos!
Es importante divertirse, pero también estar cómodxs. Si empezamos por un clásico (como la postura del misionero), será más fácil dar placer si la persona que está tumbada se coloca una almohada o un cojín bajo la cadera.
Ahora toca disfrutar, experimentar… Poco a poco hay que ir incrementando el ritmo de la lengua. Hay que recordar que el clítoris se extiende debajo de la vulva, alrededor de la vagina. Se puede usar un dedo (o varios) para penetrar y acompañar el movimiento de la lengua. Si se acaricia con un movimiento de “Ven aquí” (como si estuviéramos poniendo comillas), estimularemos la zona G. ¿Y por qué no combinarlo con algún juguetito…?
¡No olvidemos las manos, que pueden ser grandes aliadas durante el cunnilingus!
TIP: aunque la técnica más habitual sea la de lamer de arriba abajo, mucha gente lo disfruta a su modo, ¡para gustos los colores! Prueba la estimulación del clítoris de lado a lado, en círculos, variando las presiones…
Si queréis probar algo distinto, te recomendamos un cunnilingus en el que la persona que lo practica está tumbada y la otra sentada encima de su cara. De esta forma, la primera persona puede acariciar las nalgas y atreverse con la penetración de la lengua en la vagina. Esta posición permite que la persona de arriba lleve parte del control sobre el ritmo y la presión.
La sensación de poder es fantástica… Prueba y ya nos dirás 😊
Lo que no te suelen contar en las guías sobre cunnilingus…
Código rojo. ¿Se puede hacer un cunnilingus durante la menstruación? Sí, con cuidado e higiene, se puede… ¡aunque recuerda utilizar una barrera de látex! La sangre menstrual aumenta el riesgo de contraer ITS.
De arriba abajo, bien. De abajo arriba… no siempre funciona. Si te entran muchísimas ganas de besar a tu compi de juegos después de una sesión de sexo oral, pero no sabes si le va a gustar, ¡pregunta! ¿Cómo? ¿Te importaría que te besara? Me gustaría darte un beso, ¿puedo?
La barba “exfoliante”. Está muy bien ser apasionadx y darlo todo; pero el roce no siempre hace el cariño, sobre todo si hay por medio una barba puntiaguda con efecto lija. Si tienes barba, ¡ve con delicadeza! Un roce de más podría ocasionar molestias.
El camino “peligroso”. Estimular el clítoris con la lengua y seguir el recorrido hacia el perineo y el ano puede ser muy placentero y sexy, pero el camino inverso puede llevar a una infección (por muy higiénico que sea todo). ¿Recuerdas las barreras de látex? ¡Pues eso! 😊 La flora vaginal es muy, muy delicada.
Esa persona que está entre tus piernas necesita respirar. A veces, la persona que está disfrutando del cunnilingus se olvida de todo, se deja llevar y puede presionar la cara a su compi como si esta fuera un sello. ¡No ahogues la pasión! 😉
¿Ya hemos llegado? ¿Ya hemos llegado? ¿Ya hemos llegado? No hay un norma que establezca el tiempo “necesario”. Depende de lo que nos apetezca y de lo que quiera nuestrx compi de juegos. El orgasmo no es (o no debería ser) un objetivo en sí mismo. En el fondo son solo unos segundos de placer frente a una laaarga sesión de pasión. ¡Disfrutad!
Sí, también cansa. Mover la mandíbula, la lengua, mantener un buen ritmo y respirar al mismo tiempo es todo un arte. Si hay que hacer una pausa, se hace. Mejor eso que terminar con la mandíbula desencajada… ¡Lo que nos lleva al último punto!
...
Y nos despedimos con un último consejo: mantener la boca ocupada en otros menesteres no es excusa para hacer una pausa y preguntar. El sexo es algo divertido, ¡quitémosle seriedad y hablemos! Más aún con lo sexy que puede ser…
Cuando hablamos de levantarnos de la cama, nos podemos dividir entre personas que despiertan como una rosa, conoci...
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Cuando hablamos de levantarnos de la cama, nos podemos dividir entre personas que despiertan como una rosa, conocidas como morning persons, y personas a las que es mejor no hablar hasta después de que se beban un café… o tres.
Dinos en redes si eres este tipo de persona... ¡tenemos curiosidad! 😜
Y esto depende de muchos factores: si vivimos un período de estrés, si hemos dormido poco, si tenemos una rutina, si volvemos de un período de vacaciones, etc.
Sea cual sea tu situación, existen algunas técnicas que te pueden ayudar a levantarte por la mañana sin que sea un sacrificio diario. Es por esto que hemos preparado algunos consejos para que el momento de empezar el día sea lo más brillante posible. ¿Estáis listxs para salir de la cama?
Duerme bien
Claro, para despertar bien, tienes que haber dormido bien. Lógico, ¿no? Pero hay veces que no lo parece 😊
Lo ideal es que antes de dormir, al menos 2 horas, dejemos cualquier pantalla lejos de nuestro alcance. Puedes leer un poco, hacer yoga, tomar un baño o un té, cualquier cosa que te relaje y te prepare para ir a dormir.
Dale otra oportunidad a esa novela abandonada en tu mesita de noche... 💫
Además, es importante mantener un buen ambiente. ¡Desde ordenar la habitación y tenerla limpia, hasta cuidar la temperatura, vigilar el ruido, la luz y hasta los aromas! Y claro, de ser posible, tener un colchón y una almohada que se adapten a tu cuerpo.
Una vez que tienes esto bajo control, recuerda dormir las horas que tocan (entre 6 y 8 horas), ¡es importante descansar!
El temible despertador
Estás durmiendo plácidamente y ¡RRRRIIIIINGGG! Despiertas sobresaltadx, ¡es normal! De estar en silencio y en calma, pasamos a un ruido que depende cómo, puede ser bastante chocante. Además, si eres de las personas que duermen con el móvil bajo la almohada, tienes la alarma aún más cerca. Tómate un descanso del móvil, ¡lo agradecerás!
Así que, además de buscar un tono que no parezca un camión de bomberxs entrando por tu habitación, lo recomendable es que pongas tu despertador lejos de tu cama. Así evitarás que la alarma suene directamente en tu oreja y, además, será más difícil que te alargues más de lo necesario, pues tendrás que levantarte sí o sí a apagarla. Esto te ayudará a que no duermas de más y termines corriendo porque se te ha hecho tarde. No pongas excusas, sabemos que es así…
Y ya has protagonizado demasiadas veces esta escena para no perder el autobús... 😜
Por otro lado, si eres de esas personas que retrasa la alarma 5 minutos más…y otros 5… y otros 5 más… estarás mandando señales confusas a tu cerebro. Cada vez que empiezas a dormirte, aunque sean esos minutos de más, inicias un nuevo ciclo de sueño, y al dormir y ewq, porque “se enciende” y “se apaga” sin control, lo que puede hacer que incluso, despiertes con más cansancio y con un humor…
Planifica y ten una rutina
También al despertar es necesario tener una rutina. Intenta despertar todos los días a la misma hora, para que tu cuerpo se acostumbre a despertar cuando toca y así no sientas todos los días que te ha pasado un camión por encima durante la noche. Aunque te parezca difícil, con el tiempo se va a volver un hábito.
A veces empezamos el día con estrés porque se nos ha hecho tarde. No sabemos qué ropa ponernos, qué vamos a desayunar, todo el rato buscando las llaves de casa, aún nos queda sacar a pasear al perro… En fin, cosas que pasan en el día a día que se convierten en minutos (y energía) perdidos.
Un post it, una libreta, un calendario... ¡cualquier cosa te puede servir para plasmar tu horario matutino! ☀️
Por eso, lo ideal es planificar con antelación lo que sea posible. La noche anterior piensa qué desayunarás, saca tu ropa y acomódala en una silla, considera el tiempo que te toma llegar al sitio al que vas, deja todo listo para salir: portátil, móvil, cargador, llaves… ¡Adelanta cualquier cosa que te pueda “robar” tiempo por la mañana!
Tómate tu tiempo
Al despertar, a veces lo hacemos corriendo y sin tiempo de asimilar nada, lo que nos provoca cierta tensión.
Esto se puede evitar de muchas maneras. De ser posible, intenta levantarte 10 minutos antes de lo que tenías planeado para hacerlo todo, pero con calma.
¡Que no te venza la pereza!
Puedes aprovechar y estirar un poco, respirar profundamente, meditar unos minutos, pensar en cosas positivas que tienes o que pasarán durante el día y hacer un poco de ejercicio. Lo que sea que te ayude a empezar el día con toda la energía posible 💪
Desconecta
Tenemos tanta costumbre de vivir pendientes de lo que pasa en nuestras redes sociales que, al despertar, aún no hemos abierto los dos ojos y ya hemos visto las notificaciones de nuestro Instagram, ¿o no?
Te recomendamos que mirar el móvil no sea lo primero que hagas por la mañana, intenta desconectar. Pon prioridades a las tareas que tienes que hacer durante la mañana y, una vez las tengas hechas, puedes mirarlo.
¡Hacer esto por la mañana te puede robar muuucho tiempo!
Así, te aseguras de que no te haga llegar tarde por no darte cuenta de cuánto tiempo has estado mirando stories o contestando mensajes.
Agua, luz y comida
¡Como una planta!
Al despertar, nuestro cuerpo necesita acostumbrarse al nuevo día y rehidratarse después de haber pasado unas horas sin líquidos. Pues, aunque estemos durmiendo, los procesos que realiza nuestro cuerpo siguen consumiendo energía.
Así que, deja entrar un poco de luz a tu habitación, de ser posible natural. Hará que poco a poco vayas acostumbrándote al inicio de un nuevo día. Así tu cuerpo se da cuenta de que es hora de ponerse las pilas.
Así te queremos ver cada mañana 😜
Además, es recomendable beber un vaso de agua para hidratarte, activar tu metabolismo y prepararte para lo que viene.
Una vez hayas hecho los pasos iniciales, no te olvides de desayunar. Hay veces que tenemos poco tiempo, se nos ha hecho tarde o preferimos no hacerlo, ¡y es un error! Nuestro cuerpo necesita nutrientes y energía para afrontar este nuevo día, así que intenta darte unos minutos para hacerlo con calma.
Gustirrinín de buenos días
Y es que, ¿a quién no le pone de buen humor un orgasmo? Ya sea a solas o en pareja, puede ser una buena forma de empezar el día. ¡Empezarás más feliz, con motivación, relajación y una sonrisa en la cara!
Y es que, como siempre decimos, los orgasmos pueden tener muchos beneficios: disminuyen el estrés, pueden ayudar a reducir los dolores menstruales, incluso hasta los calambres, además de que lo pasas muy bien… ¡Todo son ventajas!
Así que junto a tu novela abandonada, deja tu mesita de noche tu juguete favorito 😏
Si estás a solas, puedes comenzar tu día con una dosis de placer. Despierta unos minutos antes y aprovecha el momento después de estirarte en la cama. Poco a poco ve recorriendo tu cuerpo, aprovecha estos momentos contigo mismx, hasta que llegues al punto perfecto. Estamos segurxs de que después de esto, comenzarás el día con más energía.
Y si despiertas con tu compi de juegos, ¿por qué no aprovechar a compartir una ducha? Así seguro que tendréis más motivación para saltar de la cama. Una ducha rápida pero efectiva, buscando que ambxs disfrutéis. Tener que aprovechar al máximo el tiempo para no llegar tarde a la reunión de las 9 en punto puede darle un toque aún más excitante 💣
Y para acabar… actitud
Podrá parecer un poco trillado, pero si despertamos con una buena actitud, levantarnos de la cama puede no ser tan duro. Quizá te espera un día movido, tienes mucho trabajo o un examen, pero algo bueno en el día puedes encontrar. Y si no es así, ¡créalo tú! Ir a dar un paseo, quedar con amigxs, comer un helado, terminar esa serie que llevas días viendo. ¡Tú eliges!
Recuerda, tu cerebro es sabio, y los pensamientos positivos te pueden ayudar a comenzar el día con un humor u otro, así que… ¡a por todas!
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¡Esperamos que con estos consejos puedas convertirte en una morning person o que, al menos, disfrutes más de tus mañanas!
¿Sabías que tu boca puede proporcionar el máximo placer? Es el instrumento perfecto para hacernos gozar.
Es versát...
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¿Sabías que tu boca puede proporcionar el máximo placer? Es el instrumento perfecto para hacernos gozar.
Es versátil, tierna, fuerte, tiene la capacidad de adaptarse a un contorno y cuenta con su propio lubricante natural. Puede besar, chupar, lamer… 😉
¡Y no nos olvidemos de comer! 🤤
Vamos a contarte cómo, con la boca y buenas técnicas, podrás dar el máximo placer. Aprenderemos a disfrutar con las mejores felaciones. ¿Te apuntas? No te arrepentirás.
¡Hay que saber adaptarse!
De unos pocos centímetros a más de veinte, con diferentes anchos y curvaturas, “cabezones”… Están los que apuntan hacia arriba, los que apenas cambian de tamaño, los que agachan la cabeza o miran para otro lado. Cada pene es totalmente distinto, por lo que, aunque puede haber técnicas comunes, no se podrán usar de igual manera en todos los penes.
Iguales, ¡pero a la vez taaan diferentes! 😍
¡Y cada pene lo lleva una persona diferente! Es decir, además de haber diferentes formas, tamaños y comportamientos del pene; los gustos en temas de felación (como todo en la vida) serán muy distintos… ¡Cada persona es un mundo!
Y es que no hay una receta mágica para todxs. Aquí enseñamos diferentes técnicas que funcionan, pero de distinta manera dependiendo de cómo sea y lo que le guste a tu compi de juegos. Podéis probar poco a poco y descubriréis qué es lo mejor.
Así que, insistimos en algo que a veces se nos olvida en el sexo y que es lo más importante: ¡comunicación!
De elecciones y erecciones
Recordemos que el pene no es un músculo (si lo fuera, los gimnasios estarían abarrotados). Dentro del pene hay unos cuerpos cavernosos que se llenan de sangre durante la excitación y obran “el milagro” de hacer esta parte de la anatomía más consistente, lo que provoca la erección.
La mayoría de penes cambian mucho más de tamaño para estar en plena forma, los conocemos como penes de sangre; mientras otros, los penes de carne, varían poco del estado de reposo al erecto.
Con las técnicas adecuadas, podremos disfrutar al máximo de ambos 🥳
Independientemente de la dureza del miembro, las felaciones pueden ser muy placenteras para la persona que las recibe, aunque la erección no sea total o incluso sin que el pene esté erecto.
Recuerda que usar la boca para dar placer es un juego más; y al igual que el orgasmo no es obligatorio, tampoco la erección es necesaria para disfrutar 😉
Las zonas erógenas de las zonas erógenas
Cuando contemplas un pene en toda su extensión (dicho así, parece una secuoya en vez de un pene) puedes pensar que todo él está plagado de terminaciones nerviosas.
En realidad, no es así. Casi toda la sensibilidad se concentra en el glande (la punta o cabeza), más concretamente en el semicírculo que bordea el glande, así como en el meato (los pequeños labios en la punta).
Otro lugar que resulta placentero —aunque no a todxs les guste por igual— es la zona baja del escroto (la bolsa que contiene los testículos) y, siguiendo el recorrido, el perineo (la zona entre el escroto y el ano).
Pongamos nombre a las distintas partes 🥳
La improvisación en estas “zonas erógenas de las zonas erógenas” da muy buenos resultados. Aunque, recuerda, son lugares muy delicados. ¡No es lo mismo un mordisquito en el lóbulo de la oreja que en el glande!
Mal cine vs realidad
Las películas para adultxs son una escuela poco fiable. Aunque en ocasiones pueda resultar excitante la opción que vemos en estas pelis, no tiene por qué mejorar el sexo oral.
Como comentábamos en el punto anterior: las terminaciones nerviosas del pene se acumulan en el glande, por lo que con el “modo garganta profunda” es muy difícil que se estimule apropiadamente.
Por otro lado, el placer debe ser mutuo. Si te apetece intentar conseguir sexo oral profundo… ¡adelante! Pero si no es así y lo último que quieres es pasarlo mal o atragantarte, usa otras tácticas.
A veces, montarte tus propias películas puede ser incluso más erótico 😜
En la gran pantalla (bueno, o en la pequeña del portátil) es difícil encontrar sexo oral en el que se usen preservativos. En la vida real, salvo que se trate de tu compi de juegos habitual, haya “exclusividad” y os hayáis hecho las pruebas de ITS, es más que recomendable usarlo.
Otro mito de estas películas gira en torno a tragarse el semen. ¿Es bueno? ¿Es malo? ¡Ni bueno ni malo! Tiene pocas calorías y un sabor bastante neutro (este depende de la alimentación, ¡aquí tenemos un artículo estupendo sobre ello! 😊). Empieza por hablarlo antes, para que luego no haya “sorpresas”. Si no tienes confianza con la persona con la que estás, será mejor no hacerlo para no correr posibles riesgos de infecciones.
Juguemos…
Nuestros mejores ingredientes para hacer disfrutar a nuestro compi de juegos van a ser:
👄 Labios: con los que podemos besar, succionar, rozar…
👅 Lengua: con la cual podemos recorrer aquello que nos apetezca y lamer las zonas más erógenas.
🤲🏼 Manos: nos servirán para poder agarrar el pene, acariciar los testículos, el perineo…
1 – Recuerda: ¡No estamos en una película!
Tómate tu tiempo. Inicia el juego como mejor te parezca. Empieza por aproximarte poco a poco, besando y acariciando. Puedes recorrer el abdomen y los muslos, sujetar los testículos… (¡con cuidado! Un mínimo golpe en esta zona puede ser muy doloroso: pasaríais de la excitación al KO técnico en dos segundos).
2 – Usa 17 músculos al mismo tiempo
¿Te parece complicado? Pues los estás moviendo ahora mismo. La lengua los tiene todos. Proporcionalmente, es el órgano más flexible y fuerte, ¡y sin duda el más hábil! Pasa la lengua por los testículos y el tronco del pene. Prueba a mover la lengua rápidamente por los labios del glande, provocarás una sensación muy placentera… 😉
3 – Jugar con las manos
Las manos pueden servir para acariciar el vientre, los muslos… aquello que más os plazca. Si quieres conseguir un extra de excitación, utiliza ambas manos para sujetarle los glúteos a tu compi mientras juegas con la boca. El pene necesita lubricación; y la boca, a diferencia de otras partes del cuerpo, tiene su propio lubricante: la saliva. Si necesitas un extra, podéis añadir al juego lubricantes con sabores 😉 Empieza a masajear el pene de arriba abajo, con firmeza, pero con suavidad… ¡Y si tienes dudas sobre la presión, pregunta!
4 – Con cuidado
Si vas a usar preservativo (algo muy recomendable) utiliza el momento para ponerlo lentamente. Con algo de práctica es posible desenrollarlo con la boca… ¡al menos en parte! Si no te gusta demasiado la idea, recuerda que los hay con sabores más apetecibles (¡el látex no es precisamente un coulant de chocolate!).
5 – A por él…
Lleva el pene a la boca; succiona levemente, subiendo y bajando tu cabeza; y acompaña el movimiento con la mano, sujetando el tronco. Sigue un ritmo progresivo. Empieza lentamente y ve incrementando la velocidad. Haz pequeños parones para recrearte, besar… ¡y que el clímax no llegue demasiado rápido!
6 – ¡Unos últimos consejos!
Si consigues succionar y usar la lengua al mismo tiempo (no es fácil, pero es posible), conseguirás nuevas sensaciones para tu compi de juegos.
Dependiendo de la anchura, ¡ojo con los dientes! Ten cuidado: aunque puede haber personas a las que les guste “un toque salvaje”, no suele ser muy agradable. Es preferible quedarse arriba que intentar bajar a toda costa.
Si ya cuentas con el acuerdo y la destreza suficiente, anímate a introducir un dedo en el ano de tu compi de juegos… ¡Puede ser de lo más placentero!
Un buen truco, si tu compi está muy excitadx y queréis estar algo más de tiempo sin llegar al orgasmo, es tirar con suavidad de los testículos hacia abajo (sí, funciona).
Quizá hayas oído hablar de soplar para retrasar el orgasmo. ¡Olvídalo! No es una buena idea, puede traer infecciones.
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¿Qué te han parecido nuestros consejos?
Recuerda que siempre puedes contarnos tus propias experiencias para que, entre todxs, sigamos aprendiendo nuevos trucos… 😊
¡Qué bien lo pasaste! Pero todo tiene un final, y marchar de vacaciones también implica volver. ¿Ya has regresado ...
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¡Qué bien lo pasaste! Pero todo tiene un final, y marchar de vacaciones también implica volver. ¿Ya has regresado al 100%? Puede que tu cuerpo sí, pero… ¿y tu cabeza?
Y es que estar de vuelta no significa estar de vuelta de todo. Tu mente probablemente se haya quedado en un bucle de puestas de sol, amistades veraniegas y gritos de “Ponme la penúltima”.
Aún estás así en tu cabeza... ¡confiésalo! 😜
¿Te cuesta iniciar la rutina? Volver con buena cara es más fácil de lo que parece. Sigue estos consejos y harás el regreso de las vacaciones compatibles con tu día a día.
¡No quiero ir al cole!
Como si fuéramos peques, el síndrome posvacacional es muy parecido a lo que sentíamos cuando no nos apetecía ir al cole. Hemos disfrutado tanto que querríamos huir o seguir dentro de la cama y olvidarnos de todo.
Jo, mamá... 5 minutitos más, porfa 🙏
El conjunto de molestias del síndrome posvacacional incluye dolor de cabeza, malestar general o insomnio. Por supuesto, dependerá (y mucho) del ambiente laboral y la presión que cada persona se pone en su día a día.
Para empezar, algo que a menudo olvidamos: solemos tener muchos motivos para sentirnos afortunadxs (y si tenemos un trabajo, ya es un GRAN motivo). Aunque suene a libro de autoayuda malo, recuerda: ¡es más sencillo vivir siendo una persona positiva!
Vuelve a casa, vuelve (pero antes)
Una idea que suele funcionar bastante mal es apurar los días de ocio hasta ultimísima hora. Vamos, que te presentas en tu puesto de trabajo y todavía hueles a bronceador y caipiriña.
¿Y por qué no es bueno? Nuestras vidas necesitan recuperar la rutina poquito a poco. Sería el equivalente a pasar de la inactividad física total a correr cinco kilómetros. El cuerpo se resentiría y tendría agujetas, ¿verdad?
¡Lo entenidiste mal! Te dije que teníamos una reunión, no si íbamos a darnos un chapuzón... 😅
Nuestras neuronas también necesitan un periodo de adaptación a la realidad. Regresa varios días antes a tu casa, empieza por ir despacio: el agobio será mucho menor, y no sufrirás tanto “vértigo”.
Vuelve a adaptarte a tus antiguos horarios; y, cuando la rutina te alcance, no te pillará de improviso y sufrirás menos cansancio. ¡Garantizado!
Las ensoñaciones no son malas
Cierras los ojos, retrocedes a esos momentos inolvidables y escuchas: “¿Estás ahí?”. Tus compis de trabajo tienen que sacarte de tu otra realidad. Alguien te mira a los ojos y en tu pupila ve un salvapantallas con palmeras. En tu interior suena una especie de hilo musical...
... y ya te estás desnudando para bañarte otra vez en un mar de agua cristalina 😌
¡Todo es normal! Seguramente –nos pasa a todo el mundo— estés sufriendo momentos de desconexión absoluta. ¿Y? Si sabemos que las distracciones pueden ser muy buenas.
Los recuerdos agradables son una terapia genial para las situaciones de estrés. Se trata de encauzar esas “desconexiones” y hacerlas útiles. Así que, ante una mala situación: respira, desconecta un instante y regresa pensando que no han sido tus últimas vacaciones.
Usa los recuerdos positivos a conveniencia, como una terapia antiestrés. De algún modo, además de calmarnos, nos recuerdan que siempre será posible volver a disfrutar.
El flotador de flamenco rosa siempre será un buen lugar donde refugiarse 😍
¡Con recuerdos así, amortizarás las vacaciones toda la vida!
Ponte las pilas, pila a pila
Una excelente forma de enfrentarse a la realidad es dividir la rutina en pequeñas fracciones. ¿A qué nos referimos? Simplemente, establece un orden de prioridades y reinicia tu vida planificando tu agenda.
Las vacaciones ejercen beneficios liberadores. ¿Has vivido ese momento cuando se te ocurren grandes ideas bajo la ducha? ¿O los instantes de lucidez cuando estás en la cama de relax total, justo antes de levantarte?
Ahora es el momento ideal para hacer una lista de “Vida tras las vacaciones”. ¡Aprovecha! Aunque a veces tu mente viaje, ahora estás más despejadx.
¡Que la inspiración te pille de vacaciones (también)!
Piensa en todo aquello que dejaste de lado y que te queda por hacer. Ya sea el gym, trabajos atrasados, ese curso que tanto te apetecía… La vuelta de las vacaciones será como comenzar un nuevo año lleno de propósitos. Eso sí, hazlo ahora, en tu mejor momento; cuando todavía te queda paz mental.
Algo que deberíamos aprender cada vez que regresamos...
¡Otra vez! Uno de los mayores errores que solemos cometer es la procrastinación. “Procrastinar” es un nombre muy rebuscado para algo tan simple como “Otro día, si eso”. El arte de dejarlo todo para después forma parte de nuestra vida. No deja de ser normal que tareas tan divertidas como limpiar el polvo u ordenar aquel cajón con cosas inclasificables apetezcan entre cero y nada.
Ya lo dice el refrán: no hagas hoy lo que puedas dejar para mañana... ¿o no era así? 🧐
Lo raro del asunto es que también tendemos a dejar lo que más nos gusta para otro día, quizá por un exceso de responsabilidades. Ya sabes, todas esas pequeñas cosas que no nos hacen más guapxs ni más inteligentes pero que nos encantaría realizar y que acabamos aplazando para las próximas vacaciones.
La clave es plantearse pequeños lujos para disfrutar cualquier día de la semana. No dejes de disfrutar de pequeñas escapadas. Aprovecha esas horas muertas para tomarte un descanso, escuchar tu canción favorita o disfrutar de una bebida exótica.
¡No hace falta esperar a tus días libres para vivir como si estuvieras de vacaciones!
¿Sexo? ¡Sexo!
Suele pasar. Queremos estar más relajadxs para disfrutar del mejor sexo... pero cuando intentamos que surja la magia descubrimos que llegar a la situación “ideal” puede ser muy complicado. ¡Demasiado estrés y sobredosis de rutina!
¡Eso de "coge el momento y hazlo perfecto" es muy cierto!
La vuelta de las vacaciones puede ser ese punto de inflexión que buscábamos, el momento en el que decidimos disfrutar del aquí y ahora. No se necesitan grandes escenarios, bosques tropicales ni un atardecer en la arena para disfrutar de nuestro cuerpo en solitario o con nuestrx compi de juegos.
Ya sabes, el sexo libera endorfinas, relaja y lo hace todo (¡todo!) más llevadero.
¡Incluso aquellas que nos dan más pereza!
Es lo más parecido a unas pequeñas vacaciones instantáneas. ¡Ve reservando plaza!
...
Volver de vacaciones puede que te cueste un poco (o mucho) y es normal. Recuerda que lo importante es retomar la rutina poco a poco, encontrar esas pequeñas dosis de alegría en el día a día y... ¡hasta las próximas vacaciones! 😉
La masturbación del clítoris ha sido invisibilizada desde tiempos inmemorables. De hecho, seguro que alguna vez te...
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La masturbación del clítoris ha sido invisibilizada desde tiempos inmemorables. De hecho, seguro que alguna vez te has preguntado “¿Pero las personas con vulva se masturban?”.
Pues sí, la respuesta es un rotundo SÍ (por muy tabú que haya sido hasta ahora). Es por esto que muchas veces nos podemos encontrar en la situación de “Me siento rarx tocándome”, “Masturbarme me genera culpabilidad”, “Me quiero masturbar pero no sé ni por dónde empezar”... ¿Has oído o pensado alguna de estas frases?
Si la respuesta es que sí, no te preocupes, es absolutamente normal. Estamos cargadxs de mitos y prejuicios. ¡Pero aquí estamos para derribarlos!
Te recomendamos que te pases por el artículo de mitos y verdades sobre la masturbación, para romper alguno de estos pensamientos que tanto retumban en nuestras cabezas.
Piensa que la masturbación, más allá del placer, nos aporta la libertad de conocer nuestro cuerpo y saber qué nos gusta y qué no. Y esto, aparte del uso y goce personal (que no está para nada mal), puede hacerte disfrutar aún más en el sexo compartido.
Imagínate indicarle a tu compi de juegos por dónde te gusta más, cómo, con qué intensidad, con qué ritmo… Puede resultar excitante, ¿verdad?
Además, el 76% de las personas con vulva necesitan la estimulación de la vulva y del clítoris para alcanzar el orgasmo. ¡Así a darle al clítoris la atención que se merece!
Un paso imprescindible antes de masturbarte es conocerte bien. Mírate tus genitales. Sí, sí, agarra un espejo y mírate. ¿Qué tipo de vulva y de clítoris tienes? ¿Sabrías identificar sus partes?
Técnicas
Primera técnica de masturbación: no vayas directamente a los genitales. Igual estarás pensando “¿Y esto es una técnica?”. Pues sí, ¡y la más importante de todas! Los genitales no son lo principal (al contrario de lo que hemos pensado hasta ahora).
En la masturbación es muy importante fantasear, dejar volar tu imaginación.
Sedúcete, mímate, toca tooodo tu cuerpo. La piel es el órgano erógeno más extenso, así que descubre todas tus zonas erógenas, estas que te provocan cosquillitas y ganas de más. ¡Seguro que te sorprenderás!
Ahora sí, vamos al grano o, más bien, al clítoris. ¿Cómo le damos cariño y amor?
¡Hay muchas formas de estimular el clítoris!
Cada persona con vulva tiene su propio código y ritual de masturbación, y todos son igual de válidos. Se puede jugar por encima de la ropa, por debajo, con distintas zonas de la vulva, alternando patrones, variando velocidades y aumentando o disminuyendo la presión.
Lo importante es irte descubriendo para saber qué te gusta.
Y por eso estamos aquí, para darte algunas ideas que te puedan ayudar en este proceso de descubrimiento.
Importante: usa lubricante. Sí, sí, el lubricante de base de agua será el imprescindible en nuestra técnica. De esta manera evitarás que se pueda producir algún tipo de irritación o roce, además de que genera un tacto mucho más agradable. ¡Verás qué sensación más gustosa!
Con las manos
¿Cómo?
Bocarriba o bocabajo, de rodillas con una mano en la pared, bajo la regadera sentadx o de pie con el agua cayendo por tu cuerpo… ¡Como más te plazca (literalmente)!
¿Dónde?
Donde tú quieras: baño, cama, sofá, silla… incluso hasta en la barra de la cocina. ¿Quizá se te antoja algún sitio más excitante? ¿Alguna idea?
Tip: si te estás iniciando, sería más recomendable hacerlo en un sitio donde te sientas a gusto y puedas fluir y dejarte llevar. Ya irás avanzando niveles, tiempo al tiempo.
¿Y qué hago?
Existen diferentes formas de masturbarse.
Muy importante, recuerda darle tiempo al cuerpo.
Empezaremos poniendo el foco en los labios mayores y menores y luego ya podemos pasar a acariciar el clítoris y la entrada de la vagina. Estas son las zonas con mayor sensibilidad que te pueden producir más placer.
Tip: recomendamos usar el dedo medio ya que es con el que se controla más la fuerza y, por tanto, la presión que ejercemos. Podemos ayudarnos con el dedo anular si lo deseamos.
Estas son algunas técnicas para masturbarte con las manos. ¡Elige tu favorita!
Círculos. Muy sencilla, se trata de hacer círculos alrededor del clítoris, deslizando tus dedos suavemente y produciendo sensaciones de lo más placenteras.
Puede ser muy excitante empezar con círculos grandes que prácticamente no rocen el clítoris y, poco a poco, ir haciendo círculos más pequeños.
Tip: habrá quien pueda llegar a hacer círculos muy pequeños prácticamente encima del clítoris, por tanto con una estimulación muy directa; y habrá quien necesite círculos más grandes y una estimulación del clítoris más indirecta. ¡Ambas son placenteras y geniales!
Zigzag. El movimiento es de lado a lado en diagonal; como si hiciéramos la Z del Zorro en el clítoris, para que nos entendamos. De esta manera estimulamos toda la zona, pero no siempre se toca directamente el clítoris. Un poco de juego no está mal, ¿no?
De arriba abajo. Mueve tus dedos desde arriba hasta abajo; o sea, del clítoris hasta la entrada de la vagina. Con este movimiento no solo estimularás el clítoris, sino que también pasarás por la entrada de la vagina que tiene muchas terminaciones nerviosas, ideales para estimularlas todas. Muy interesante, ¿no?
De lado a lado. Consiste en mover los dedos de lado a lado. Puede ser un movimiento localizado encima del clítoris, o bien hasta los labios menores y mayores, ampliando la zona de estimulación (y a su vez el placer).
El sándwich. Sí, literalmente. Se trata de hacer un sándwich con los dedos medio, anular y tu clítoris. Aquí podemos mover los dedos arriba y abajo mientras los presionamos suavemente hacia el clítoris.
Ideas de estar por casa
Cabeza de la regadera. Esta técnica es ideal si estás empezando a conocerte y haciendo reconocimiento de sensaciones. ¿Eres más de frío o de calor? Ve cambiando de temperatura y prueba, ¡no hay una temperatura preestablecida!
Bañera. Imagina una bañera con algo de espuma, música de fondo, momento de relax total… ¿Qué mejor para amenizar la situación que prestarle algo de atención a tu clítoris? Un orgasmo puede ser el mejor relajante, un antiestrés sin contraindicaciones médicas. 😉
Almohada. ¿Por qué no usar la almohada como tu compi de juegos y cabalgarla como te apetezca? Pon la almohada en la cama y sitúate de rodillas de manera que quede entre tus piernas y te sea cómodo rozar tu clítoris con ella. Los movimientos y ritmo los controlas tú. Pero, hay más… ¿por qué no te ayudas con tus dedos y combinas la almohada con una de las técnicas anteriores?
¡Déjate llevar, vaquerx!
Otra opción para usar la almohada aparte de para dormir, sería para hacer la cucharita con ella. En este caso ponte la almohada entre las piernas mientras estás tumbadx de lado y ve moviendo la almohada para que roce tu clítoris, haciendo presión con las piernas. Se trata de que vayas explorando sensaciones. ¡Placer asegurado!
Toalla enrollada. La toalla tiene una textura que puede llevarnos hasta las nubes. Agarra una toalla y enróllala (sí, como un nigiri de sushi). Colócala en una silla, en la cama o donde quieras, ¡creatividad a tope! Cuando tengas el sitio, roza tu clítoris con la toalla, ¡y a disfrutar!
Pequeño recordatorio: ¡asegúrate de que la toalla esté bien limpia!
“La técnica infalible”
Recuerda: no existe “la técnica infalible”, sino que existe la manera con la que tú disfrutas, como, cuando y donde te guste. ¿Y no es genial?
Además, ¿a quién no le aburre la monotonía?
Teniendo todo un arcoíris de técnicas, sitios y formas, ¿para qué nos vamos a encajar en una manera concreta de darle alegría a nuestro clítoris y a nuestro cuerpo?
...
Y hoy… ¿cómo, cuándo y dónde te apetece?
El momento que tanto esperabas ha llegado. ¡Has tenido a tu bebé! Seguro que fue un momento maravilloso que trajo ...
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El momento que tanto esperabas ha llegado. ¡Has tenido a tu bebé! Seguro que fue un momento maravilloso que trajo grandes cambios a tu vida. Y no es para menos, ¡has traído una vida al mundo!
Todxs lo son 😍
Pues bien, después de este subidón de alegría es posible que, por momentos, experimentes algo de agobio: las nuevas responsabilidades, los cambios de horarios, tu nuevo rol, cosas nuevas a las que te enfrentas… Quizás también te sientas exhaustx y no te atrevas a decirlo abiertamente.
Esta lista de quéhaceres es interminable... 😱
Y es que, depende del momento o de la gente, un debate sobre la maternidad puede ser aún peor que uno de política. Cada persona tiene su opinión al respecto, tengan peques o no.
Si entramos más en detalle, quizá uno de los motivos por los que te sientes un poco rarx son los cambios que se han producido en tu cuerpo (¡y no es para menos!). Es normal que haya estos cambios; al final, la naturaleza es sabia y para poder crear vida tiene que hacer algunos ajustes.
Date tiempo; de tu cuerpo ha salido un ser humano, que no es baladí 😊
Además de estos cambios físicos, puede ser que hayas notado otros cambios internos. ¡Nadie te habló de los “efectos secundarios”!
Quizás sientas más cansancio, tu libido haya bajado, no te sientas segurx de tu cuerpo o simplemente tengas cambios de humor producidos por el estrés del cambio y por algunas hormonas que hacen de las suyas.
Hoy te traemos algunos consejos para que, poco a poco, puedas re-erotizarte y vuelvas a disfrutar de ti mismx y de tu relación de pareja. ¿Estás listx?
¡NO me apetece!
¿Te apetece lo mismo tener sexo que ir al dentista? A muchas personas les pasa. Incluso lxs especialistas desaconsejan el sexo vaginal durante al menos un mes y medio tras el parto.
Con consejos o sin ellos, es más que lógico que tampoco estés por la labor. ¡Imagínate! Con la producción de leche se libera oxitocina, la misma hormona que se genera tras un buen orgasmo (¡la llaman “hormona del amor”!). Así que, también a nivel químico, tu peque será tu prioridad.
👶🏽👧🏻❤️
Además, es posible que vivas un simulacro de menopausia: te bajarán los estrógenos y te subirá la prolactina, por lo que a la falta de deseo se le sumará la escasez de elasticidad en la vagina. Pero, esto es temporal. ¡Paciencia!
Así que, si te apetece poco (o nada) disfrutar del sexo, no pienses que te has hecho mayor o que la libido no volverá… Es solo un periodo de convalecencia. ¡El reposo de lxs guerrerxs!
Superwoman, ha habido cambios
La vida real no incluye el filtro Valencia ni modos de belleza. ¡Esto no es Instagram! Como dijimos antes, es normal que haya cambios (unos más grandes que otros), pero es que, traer una vida al mundo es lo que tiene, ¡que es trascendental!
"He traído una vida al mundo. ¿Cuál es tu súper poder?" 🚀
¿Sientes hinchazón? ¿Tienes estrías? ¿Te invade el agotamiento? ¿Retienes líquidos? ¡Todo normal! Entre el esfuerzo del parto en sí mismo, las hormonas, los cambios físicos y las horas de dedicación… Ahora tienes un trabajo full-time con un buen recorte en las horas de sueño.
Has vivido un montón de cambios tanto en el interior como en tu exterior. Tus células han trabajado horas extra durante muchos meses, ¡lo habitual es que todo este esfuerzo te pase factura!
Estas son tus células durante los 9 meses de embarazo y, como en el deporte, el esfuerzo tiene su recompensa 🥳
Aunque a veces casi te veas en la obligación de “salvar el mundo”; ahora eres Superwoman, pero rodeada de kriptonita.
¡Tips para recuperar tu vida sexual!
Hablando se entienden los partos
Como en todo, la comunicación es básica. Si tienes compi de juegos habitual, antes de nada, explícale la situación y que no queden dudas: “Me apetecería mucho, pero ahora mismo me siento como si hubiese corrido tres maratones cuesta arriba”.
Hay pocos “No eres tú, soy yo” más justificados que este. Nuestro primer consejo es que te estreses lo justo y te comuniques. Verás que contar cómo te sientes te quitará un peso de encima. ¡Esto pasará pronto! No te preocupes.
A veces estamos bien y a veces mal. Y no pasa nada 💖
Estadísticamente, aunque resulte chocante, la vida sexual suele ser mejor tras tener bebés (aunque ahora no lo veas así…).
Haz las paces (contigo)
Empieza por quererte de nuevo. Es habitual sentirse “en guerra” con el propio cuerpo. Hacer las paces con tu propia imagen será fundamental para volver a disfrutar del sexo… ¡La autoestima se retroalimenta!
Muchas estrías se van con el tiempo, pero si no pasa, no eres ni la primera ni la última persona en tenerlas. El tono muscular se irá recuperando y cada cosa volverá, poco a poco, a su sitio. Habrá algunos cambios (y quizá algunas cicatrices), pero forman parte de la vida.
El souvenir del embarazo que te recuerda lo mágico que es tu cuerpo ✨
Y es que son como pequeños tatuajes de momentos importantes, marcas de recuerdos. Aprende a aceptarlos —e incluso a quererlos— poco a poco.
Si te encuentras con el ánimo muy bajo y empiezas a sentirte con pocas ganas de hacer nada, acude a alguien profesional para que te eche una mano. ¡No estás solx! Las depresiones postparto suelen ser pasajeras y son bastante habituales.
Los problemas hay que afrontarlos, ¡que no te impongan “la felicidad del parto”!
El principio del sexo
No te vamos a engañar. Puede que no estés tan en forma como para darle la vuelta al Kamasutra. Recuerda que es una buena idea acudir a especialistas en sexología o fisiosexología para que te acompañen y asesoren durante la recuperación.
Tómatelo con calma y comienza con estimulaciones exteriores. Empieza por jugar con tu clítoris y recupera sensaciones poco a poco. Primero tú a solas (quizá con nuestros juguetitos…) y después en “modo equipo” con tu compi de juegos y sexo oral. ¡No olvides que siempre puedes ayudarte con lubricación extra!
Puedes probar con Diva, perfecto para el primer sexo postparto. No solo te permitirá disfrutar de los primeros orgasmos, sino que también te servirá para relajar cualquier zona muscular algo cargada. Perfecto, ¿no?
Cuando quieras jugar con juguetes que no sean para bebés... 😉 VER MÁS ❯
También puedes usar al pequeño y manejable vibrador Ivo o a Lolita, a la que sacarás todo su partido más adelante, cuando te encuentres en forma y quieras y puedas estimularte vaginalmente. ¡Un dos en uno! 😉
Al principio, sobre todo con la penetración, es posible que disfrutes poco, que el sexo no sea agradable o que incluso quizás duela. Si es así, ¡para, date tiempo y no fuerces! Recuerda que la lubricación es fundamental. Mejor aún si utilizas algún lubricante como Lubrín, que además es antinflamatorio.
Lo primero es lo primero😜 VER MÁS ❯
Como primer vibrador vaginal postparto (es decir, para introducirlo dentro de la vagina), recomendamos a Lu. Es liso y manejable, características importantes para que vayas estimulando la zona poco a poco, sin molestias. Además, se calienta hasta 39 º, una sensación que seguro que te da aún más gustirrinín.
Si sufriste algún corte o tuviste una cesárea, podrá pasar incluso más tiempo antes de que termine de sanar. Pero seguro que has pasado otros momentos mucho peores y los has superado, ¿verdad?
Aunque no creemos en el concepto de preliminares, el periodo de convalecencia será como un preliminar obligatorio de larga duración 😉
¡Muchos cambios físicos!
Ha sido un esfuerzo tremendo. ¿Cómo no va a haber cambios? El útero, por ejemplo, tardará aún dos meses en volver a ser lo que era. El suelo pélvico cambia tras el embarazo, la cadera se ensancha, los pechos pueden gotear leche… ¡Pero siempre hay un remedio para mejorar nuestra vida sexual!
Eres más fuerte de lo que imaginas ❤️
Los ejercicios Kegel son específicos para el suelo pélvico. Aunque tenemos la suerte de vivir en el siglo XXI y hay decenas de tutoriales por internet, siempre te recomendamos el asesoramiento de profesionales (ya sea en fisiosexología o fisioterapia del suelo pélvico) que adapten un plan de entreno a medida, solo para ti. ¡Y si ya tienes afición al pilates, podrás adaptar los ejercicios para potenciar la pelvis!
Te será de gran ayuda empezar con unas bolas chinas, como las Ada Trio, para recuperar poco a poco el tono muscular (cuando el músculo está en reposo) después del parto. Eso sí, es recomendable no usarlas hasta después de la cuarentena y a ser posible bajo supervisión de profesionales.
Nuestro tridente ganador sí es 🔱 VER MÁS ❯
Las bolas chinas consisten en una bola de silicona cuyo interior contiene una bolita de metal que, al chocar con las paredes de la primera, vibra. ¡Esa vibración estimula los nervios y músculos pélvicos que trabajan sin que te des cuenta!
Más tarde, cuando te vayas recuperando podrías pasar a las pesas vaginales. ¡Te vendrá muy bien Mel! La diferencia entre las bolas chinas y las pesas vaginales, como Mel, es que estas últimas no vibran. De hecho, el objetivo consiste en hacer un esfuerzo activo para mantenerlas en su sitio, ya que tenderán a caer por la gravedad.
Mira si eres fuerte que puedes vencer hasta la gravedad. ¿Cómo te quedas?
Cambiando completamente de tema: hablemos sobre la estimulación de los pechos tras el embarazo. El goteo de leche no debería ser un problema, siempre puedes soltar “lastre” antes de practicar sexo. Una ventaja de la lactancia es que, a la larga, los pezones se terminan volviendo menos sensibles y permiten otro tipo de juegos… 😉
La nueva anormalidad
Ya te has recuperado físicamente, pero hay alguien más en tu vida. ¡Cuando tienes peques, nada vuelve a ser lo mismo! Puede ser que sientas que tu vida es más caótica, con más imprevistos y cambios; esto no significa que sea peor, solo será diferente. Por mucho que intentes convencerte de que volverás a “la normalidad”, esta no llegará…
Tendrás que aprender a aprovechar de otro modo las horas, a sacar partido a las tardes de siesta y a programar momentos especiales para ti y tu compi de juegos. Deberás disfrutar de los instantes de caos y también te tocará buscar orden para disfrutar del sexo.
Si hacemos la lectura correcta, todas las situaciones de la vida pueden convertirse en una oportunidad 💖
La nueva “anormalidad” de tu vida puede ser muy divertida, ¡incluso mejor que tu antigua vida! Un poco de imaginación y muchas ganas para redescubrirte y también encontrar nuevos juegos para disfrutar.
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Porque… ¿quién dijo que los cambios no podían ser para bien? 😊
Cuando Sally le enseñó a Harry
En una de las escenas más memorables de la historia del cine, Sally (Meg Ryan) le e...
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Cuando Sally le enseñó a Harry
En una de las escenas más memorables de la historia del cine, Sally (Meg Ryan) le enseñaba a su amigo Harry (Bill Crystal) lo fácil que resultaba fingir un orgasmo. Lo divertido del momento (¡seguro que lo recuerdas!) es que sucedía dentro de un restaurante totalmente abarrotado.
Nos referimos a esta escena... 🤭
Harry estaba convencido de que, si alguien fingía un orgasmo con él, lo sabría con seguridad. Su amiga le demostraba lo fácil que era simular placer con una serie de gestos y gritos que llamaban la atención de todas las personas presentes. La divertida escena terminaba con una mujer pidiendo que le trajeran para comer lo mismo que a Sally…
Tenemos que confesar que nosotrxs hubiésemos reaccionado igual... 😜
Y es que fingir un orgasmo no es nada raro. Lo único que nos diferencia es la calidad y la frecuencia de nuestras “actuaciones”. Eso y que nunca nos nominarán a un premio por nuestra interpretación como a Meg Ryan.
¿Qué ocurre en nuestro interior para pasarlo TAN bien?
¿Recuerdas tu primer orgasmo? Es un momento que difícilmente se olvida. Lo habitual es pensar “¡Eh! Esto ha estado aquí todo el tiempo y gratis. Y yo sin saberlo… ¡Cuánto tiempo perdido!”. Nos enamoramos de los orgasmos porque no hay nada que se les asemeje. (¿Quizás una sobredosis de chocolate?).
De repente un día dice "¡hola!" y ya no queremos que se vaya jamás 😏
Para que la magia actúe es necesaria mucha química. ¿Cómo funciona en tu interior? Te vamos a presentar a las protagonistas invisibles que hacen que te sientas tan bien:
Cuando acudes a las rebajas y estás en modo “Voy a comprarme toda la tienda”, vas hasta arriba de dopamina. Es el mismo neurotransmisor que te está diciendo “¡Quiero sexo! ¡Y lo quiero ya!”. La dopamina se genera con la emoción de la expectativa.
¡Aprovechad que estamos de rebajas! 😜
Por otro lado, durante el orgasmo produces serotonina, que reduce el estrés; y oxitocina, que te hace sentir muchísimo cariño por tu compi de juegos. Después llega la liberación de un buen puñado de endorfinas. Estas últimas son, químicamente, muy parecidas al opio. Sí, por eso te quedas en modo relax absoluto. ¡Es un “doping” legal!
¿Por qué nos marcamos “un Sally”?
Antes de nada, desmitifiquemos el fingir orgasmos: más de la mitad de la población con vulva lo practica… y una de cada cuatro personas con pene también. ¡Y probablemente, en el caso de las personas con pene, se simule menos por ser más evidente!
Dejémoslo claro: no debería ser necesario fingir, ya que el orgasmo no es un objetivo en sí mismo. Podemos pasarlo muy bien sin necesidad de llegar al clímax.
A la mayoría nos preocupa que nuestrxs compis de juegos puedan simularlo, pero es bastante probable que en algún momento nosotrxs mismxs lo hagamos. ¿Y por qué?
¡Hay muchos motivos! A veces es la misma preocupación por no poder alcanzar el orgasmo lo que nos motiva a fingir. En otros casos, gestionamos un “momento incómodo” al sentir vergüenza por algo que nos incomoda.
En otras ocasiones (¡muchas!) simplemente queremos recompensar el esfuerzo y no herir sentimientos (¡Oh! ¡Qué bien lo haces! Toma una medalla).
Por supuesto, a veces es tan fácil como haber tenido un día agotador. No podemos con nuestra alma, queremos descansar, y queda un poco brusco decir: “Gracias por tu colaboración, pero necesito dormirme ya”.
Y, finalmente, está el hecho de que actuar como si tuviéramos un orgasmo hace más excitante el momento, lo erotiza… aunque nosotrxs no alcancemos el clímax. Se llama empatía: ¡nos excita excitar! Pero antes de fingir debemos recordar que la recompensa es otra: dos personas pasándolo muy bien 😊
Fingimos, ¿y qué?
Todos los seres humanos “mentimos”. Y lo ponemos así, entre comillas, porque si no mintiéramos de alguna forma nuestra vida sería muy complicada. En realidad, más que faltar a la verdad, estamos siendo asertivxs.
Imagina que tu mejor amigx está que no cabe en sí de gozo porque ha encontrado a alguien muy especial que le hace superfeliz, y tu opinión es radicalmente diferente. A ti te parece “especial”, pero por otro motivo: te resulta la persona más siesa y aburrida del mundo.
¿Se lo dirías? Si la respuesta es “Sí”, es más que probable que tu amigx se moleste. ¡Una cosa es la sinceridad, y otra no saber contener la lengua! Hay que respetar la dicha de todo el mundo.
¡Pongamos otro caso! Piensa que llegas a una entrevista de trabajo y te preguntan: “¿Por qué crees que eres la persona ideal para este puesto?”. Ya te ha ocurrido, ¿verdad? ¿Y qué es lo que contestaste?
En realidad, aún no sabes cómo van a ser todas tus funciones y desconoces si te llevarás bien con tus colegas o si vas a querer salir corriendo el segundo día… Entonces respondes:
“No tengo ni idea. Es más, a usted le acabo de conocer y ni siquiera me cae bien”.
Y en ese momento te tachan de la lista y ponen una nota al lado: “¡Da miedo! ¡Evitar a toda costa!”.
Ya lo ves. La respuesta correcta no siempre es la respuesta más sincera. Todxs fingimos o maquillamos la realidad en situaciones cotidianas, y no pasa nada. Existen mentiras piadosas, verdades a medias y certezas que nos callamos por el bien de la humanidad. Aun así, hay veces que podemos gestionarlo de otra forma, con... ¡asertividad!
Formamos parte de una comunidad e intentamos dar nuestra mejor versión. Podemos darla aprendiendo a comunicar asertivamente o… abrir una cuenta en Instagram y colgar solo buenas fotos, con mucho filtro 😉
Pero… preferiría no fingir orgasmos
Es tan normal fingir eventualmente como no querer hacerlo. Cuando se trata de situaciones esporádicas es algo común, pero quizá llegue a ser un problema si se convierte en algo habitual. ¡Tranqui! Todo tiene arreglo. ¡Y es que fingir nos puede sacar de apuros, pero también puede jugar en nuestra contra y dejar un gran vacío!
¿Sabías que conocerse bien a unx mismx es la mejor manera de saber qué nos gusta que nos hagan en la cama y poder comunicárselo a nuestras parejas sexuales?
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¡Esperamos tus comentarios! Nos encantaría saber cuáles son tus mejores técnicas para ser tú mismx… ¡escojas lo que escojas! 😊
¿Te gustan las comidas picantes? ¿El café bien cargado? Todxs disfrutamos de pequeños gustos algo “dolorosos”. El ...
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¿Te gustan las comidas picantes? ¿El café bien cargado? Todxs disfrutamos de pequeños gustos algo “dolorosos”. El BDSM forma parte de esos placeres que te adentran en nuevos terrenos de la sexualidad.
Eso, Antastasia. Agárrate porque lo que viene te va a encantar... 😎
Y no es algo de ayer. El marqués de Sade ya hablaba de ciertas prácticas de sumisión y castigo hace cien años, aunque el BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) empezó a ser conocido recientemente gracias a novelas como la trilogía de Cincuenta Sombras de Grey.
¡Sht! ¡Que me quedan 20 páginas para acabar el tercero!
Aunque las novelas de E.L. James han sido y son un éxito mundial, reflejan un mundo que poco (o nada) tiene que ver con el BDSM real. Para empezar, el acuerdo que se establece entre una persona dominante y otra sumisa es totalmente tácito. Ambas partes saben perfectamente qué es lo que se van a encontrar. Podríamos decir que hasta las “sorpresas” están pactadas.
O sea, nada que ver con Anastasia. La sumisión no incluye tirar tu vida por la borda o convertirte en unx profesional de la psicología a cambio de viajes en helicóptero o regalos caros. Las personas que practican BDSM saben muy bien qué es lo que quieren y qué no.
Esto es saber lo que quieres: "Amor, porfa, pídeme una hamburguesa con doble de queso🤤"
Lo que debes saber si decides iniciarte en el BDSM: cualquier cosa que pase en la intimidad de personas adultas, sin causar daño a nadie, realizada con el maravilloso objetivo de pasarla bien y por acuerdo mutuo es válida.
Que nos guste disfrazarnos, actuar o disfrutar de diferentes grados de dolor no significa que vivamos el día a día de igual forma. Sería como pensar que toda la gente que juega a videojuegos violentos es violenta en la vida real.
Distingamos la fantasía de la realidad y dejemos a cada cual que viva su sexualidad como mejor le plazca 😊
Lo casi opuesto al BDSM: el “sexo vainilla”
Aunque ya existía desde antes, se popularizó por Cincuenta Sombras de Grey, donde se hacía referencia a un tipo de sexo muy común, el “sexo vainilla”. Se dice que se le llama así porque es como entrar en una tienda de helados y quedarte con el único sabor conocido. ¿Es esto malo? ¡No! Hay personas a las que les encanta un tipo de helado y no se cansan de comerlo, al igual que hay otras que necesitan probar un poco de todo.
El “sexo vainilla” es tan válido como deleitarse con nuevos sabores… En el BDSM habrá muchos helados, pero hay gente a la que quizá ciertos sabores les resulten demasiado exóticos.
Para gustos… ¡helados!
Tranquila, vainilla, nunca vamos a dejar de comerte 😉
¡Al grano! BDSM… ¿qué es cada letra?
Bondage. Es todo un arte en sí mismo. Se trata de usar cuerdas u otros objetos, como esposas, para inmovilizar a otra persona. ¡Hay que conocer muy bien los materiales que se usan y ser especialista en nudos!
Disciplina. Se puede adquirir el rol de “Dominación” o el de “Sumisión”. Se basa en un conjunto de juegos (remarcamos la palabra: JUEGOS) en los que se disfruta dentro de un papel en el que nos dejamos dominar o imponemos nuestras normas. Ya seamos de la parte dominante o de la sumisa, SIEMPRE hay algún tipo de consentimiento expreso.
Sadismo. Un término que viene del siglo XIX, por el marqués de Sade. Este escribió una serie de libros que aún hoy están prohibidos en varios países. En el sadismo se disfruta causando “dolor” (físico o emocional) a otras personas.
Masoquismo. Se trata de disfrutar con el dolor o la humillación a la que se nos somete.
Bendito seas, diccionario, por sacarnos de la duda. 🙏
En definitiva: hay cosas que suenan regular, pero según cómo se hagan… ¡se sienten bien! Aunque se puede jugar con una sola letra del BDSM, es muy común hacerlo uniendo todas ellas.
BDSM, lo que no es. La gente “demasiado Grey”
Como en todo, si pruebas esta práctica y notas que te hace sentir mal o incómodx, olvídate de la experiencia. ¡No pasa nada! No tiene por qué gustarte todo.
Recuerda: el límite siempre es consensuado, y si no hay disfrute, no hay juego, ¿verdad? ¡Que no te inventen cuentos! La dominación no es sinónimo de posesión.
"Te quiero hacer míx" NO es lo mismo que "Eres míx".
¡Juguemos!
La base del BDSM
¡Vamos a empezar a jugar! Y no, los elementos principales no son látigos, cuero ni cuerdas (aunque todo lo anterior se pueda usar). La base real es la COMUNICACIÓN. Si en una relación “vainilla” ya es necesaria, imagina cuánta complicidad hace falta para rebasar ciertos límites. La comunicación debe ser bidireccional y absoluta, llevando a un nuevo terreno la empatía.
¡ATENCIÓN, ATENCIÓN! Les avisamos que sin comunicación no hay placer ⚠️
Lo ideal es jugar a este tipo de sexo dentro de las siglas SSC (Safe, Sane and Consensual - Seguro, Sensato y Consensuado) 😉
Roles
Básicamente hay tres: uno sería el papel dominante, otro sería el sumiso y al tercero se le conoce como switch (puede alternar ambos roles).
Aunque parezca raro decirlo en un marco de juegos en el que existe la dominación, el límite siempre debe estar pactado. Quizá se nos antoje atar o que nos aten… O jugar cada vez un rol distinto. El lenguaje también puede cambiar dependiendo del rol ¡o no! Lo importante es experimentar para encontrar dónde nos sentimos más a gusto.
El sexo no es una ciencia exacta, es un prueba-error constante... Y nos encanta probar😏
En este artículo hablamos de un modo de iniciación al que las personas con experiencia llaman kink (no es un intercambio de poder total ni es demasiado duro). ¡El mundo del BDSM “avanzado” es mucho más complejo!
La famosa palabra de seguridad
Para no cortar la inspiración, siempre es obligatorio incluir una palabra de seguridad que equivale a “Esto ya no me gusta” o “No se me antoja hacerlo así”.
Pronunciar la palabra implica que el juego se para y se respeta la decisión tomada. ¿Ves a qué nos referíamos con la comunicación total? En el BDSM, como en el resto de la sexualidad, no debe haber shay margen para los errores.
Como la palabra no siempre se puede pronunciar, ya que dentro del juego puede que se lleve una mordaza, tampoco está de más incluir algún pequeño gesto corporal que indique claramente “¡Hasta aquí!”.
Si digo "fresa" entiende "frena", ¿de acuerdo?
Yo soy quien escojo ser…
Empieza conociendo bien a tu pareja (o tus compis) de juegos.
Antes de iniciarte en el BDSM es necesaria una entrevista… ¡Ya, dicho así suena muy frío! Pero se trata de hablar para pasarla muy bien. Intenta imaginar lo agradable que puede resultar platicar sobre fantasías y límites, alcanzando un grado de excitación que apenas puedan controlar.
Es fundamental que esté pactado todo en un contrato (sí, sí… un contrato, como suena). El objetivo es establecer una relación sana y consensuada, puesto que los límites pueden ser flexibles y generar situaciones desagradables. ¡Y no queremos eso!
Todo pactado o si no... ¡que ni sueñe!
Hablando surgirán tus deseos más íntimos, empezará a crearse el argumento necesario para que las fantasías se hagan realidad… Recuerda consensuar qué les gustaría experimentar y qué no desean en absoluto. ¿El límite? Solo ustedes lo saben 😉
¿Por dónde empezamos?
Una buena forma de comenzar es echar un vistazo a los accesorios (déjanos echarte una mano): correas, látigos, muñequeras, grilletes, lencería, arneses, máscaras… Solo contemplar aquello que te hará pasar horas de placer ya pondrá en marcha la imaginación. Si tanto tú como tu pareja se están iniciando, puede ser un buen momento para hacer una lista y planificar cuánto desean experimentar.
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¡En el BDSM los complementos son una parte casi indispensable!
El lugar
Aunque nos pueda servir casi cualquier lugar, lo ideal es dedicar un espacio exclusivamente a sus juegos. Un sitio cómodo, decorado a su gusto y, de ser posible, algo insonorizado o apartado de vecinxs.
Puede parecer una tontería, pero con las paredes modernas se escucha casi todo… No serías la primera persona que tiene que dar explicaciones a la policía por un exceso de ruido.
¡Después te reirías, pero imagina la situación!
No todos tenemos un cuarto de juegos, Grey...
Primeros pasos: juguemos con los sentidos
Parte del chiste de una sesión de BDSM es la intriga, no saber a ciencia cierta qué va a ocurrir. Empieza por algo muy ligero, por ejemplo usar un cómodo antifaz para no ver qué está ocurriendo… ¿Da un poco de miedo? Esa es la gracia 😉 ¿Sabías que lo que sientes cuando ves una película de terror y el gustillo de la excitación sexual son similares? Como decíamos: ¡hay placeres “dolorosos”!
Las sujeciones se sujetan
Pensarás que esto es una redundacia, pero es fundamental. Si vas a jugar con cuerdas o esposas, procura que se puedan atar a algo.
¿Quién ata al que ata? 🤔 VER MÁS ❯
Una habitación minimalista y muy zen con un tatami en el suelo te dejará pocas opciones para el bondage, salvo que lo tengas previsto. Te facilitamos la tarea con nuestro kit Sao
Agárrate que ahí te voy🙅♀️😅 VER MÁS ❯
¿A que no pensabas que el BDSM incluiría una sección de manualidades casero?
Jugar en público
A veces jugar en público puede consistir en introducir elementos como vibradores manejados a control remoto… pero también pueden incluir objetos simbólicos que solo ustedes conocen. Un collar, una pulsera… un objeto que identifique a la persona sumisa y a la persona dominante. Encontrarás un poco de todo entre los complementos y accesorios que tenemos disponibles. Arnés, brazaletes… ¡Tú eliges!
Por si te quedas con ganas de más…
¿Quieres saber cómo sería tu primera cita? ¿Técnicas para iniciarte? ¡Te esperamos en la segunda parte de nuestro artículo sobre BDSM para principiantes!
Le faltaba tiempo para decirte cuánto te echaba de menos. Cualquier momento era bueno para estar a tu lado, y de r...
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Le faltaba tiempo para decirte cuánto te echaba de menos. Cualquier momento era bueno para estar a tu lado, y de repente… ¡desaparece! Como si se lx hubiera tragado la tierra.
No contesta a las llamadas, su contacto de WhatsApp aparece bloqueado, en Instagram tampoco existe y te quedas con cara de “¿Hola?”. Miras por la ventana y ves rodando un arbusto del desierto. Sí, te han dado plantón sin explicaciones, de buenas a primeras.
Otra cosa que ya predijeron... 😳
Pues te acaban de hacer un ghosting de libro (un “fantasmeo”, lo que antiguamente se llamaba “Se fue a comprar tabaco y no volvió”).
No, por aquí tampoco hay ningún mensaje...
Vamos a contarte todo sobre este modo de despedida, por llamarlo de alguna forma… Verás que es mucho más fácil de gestionar de lo que pensabas 😉
¿Por qué yo? ¿POR QUÉ?
Es la primera reacción y lo más doloroso. ¿Qué habré hecho yo para merecer esto?
Quizá haya algún motivo, pero es más que probable que no hayas hecho nada. Alguien ha decidido que ya no formas parte de su vida y te ha borrado de un plumazo.
Lo mejor es no comerse la cabeza y buscar otro tipo de pistas para saber si esa persona tan especial era demasiado especial (pero en el mal sentido…); tanto que ha sido capaz de esfumarse sin dejar rastro, como si hubiera lanzado una bomba de humo a lo ninja.
No te enfades; ¡te vamos a enseñar cómo gestionarlo para no sufrir!
Para empezar: no insistas. Si por más que lo has intentado, pasa de ti; no es el fin del mundo, ¡ni mucho menos! Simplemente, no funcionó. Y es normal que te sientas mal por no obtener una respuesta o un cierre, pero no le des más vueltas de las necesarias.
¿Había señales previas…?
Lo mismo hace tiempo que te amenazaba con un “Hasta nunca”. ¿Vuestro deporte favorito era la discusión? ¿Te había comentado algo tipo: “Alguien va a dejar a alguien… Necesito espacio?"
Quizá era evidente, pero las hormonas del amor te dejaron con menos visión que un topo. Es posible que hubiera más de una señal, pero no las veías en su día; tu atención estaba en lo bonito de la otra persona y lo bien que te hacía sentir.
Tíx, mira que te lo he dicho veces...
Ponte “las gafas de la verdad” y mira tu relación desde fuera, con más objetividad. Aunque recuerda: no te rayes más de lo necesario, solo conseguirás pasarlo mal.
Si no está justificado, está injustificado
A veces justificamos lo injustificable (por el bien de la relación). ¡Es habitual! Pero no deberíamos olvidar que ser comprensivx no debe estar reñido con ser asertivx (defender tus propios derechos).
Todxs tenemos algo que nos hace especiales. ¡Que no apaguen tu magia!
Sé fuerte, valórate y pasa página. ¡El mundo está lleno de personas que sí merecen la pena!
¿Por qué pasa esto? ¡Porque sí!
No te fustigues. Ármate de valor y piensa cómo has llegado a esto.
Como decíamos: salvo excepciones, lo más seguro es que tu fantasma haya desaparecido sin un motivo real. ¿Vida paralela, persona “de repuesto”, comportamiento tóxico…? ¡Qué más da! No te comas la cabeza, no te va a ayudar.
¡Y distráete haciendo otras actividades! 🤗
Hay muchas personas que viven una realidad propia, a lo “Peter Pan”, sin terminar de hacerse adultxs. A veces ni siquiera son conscientes de hacer daño. Son muy protagonistas de su misma historia. Piensan que si te borran de las redes sociales se quitan “un problema”.
Reflexión…
Has conocido a alguien que no ha terminado de madurar, una persona cargada de inseguridades. A ti te toca interpretar el papel de adultx en esta historia 😊
¡Celébralo! Créenos, aunque en el momento no lo parezca, estarás mejor así.
Nadie que desaparezca de forma voluntaria sin dar ningún tipo de explicación merece estar en nuestras vidas. Al decirte adiós de este modo se están retratando. Puede que no lo veas así de inmediato (es normal), pero a medio plazo te darás cuenta del favor que te ha hecho.
Al principio de este artículo no pensabas que el ghosting podía ser motivo de celebración, ¿eh? 😉
Además, cuando te hacen un ghosting sin ningún motivo, te acaban de dejar muy claro algo entre líneas:
“No te merezco, tu vida estará mucho mejor sin tener una persona como yo en ella”.
Estás de suerte, las personas que escogen desaparecer de esta forma están mucho mejor así, desaparecidas. Serás mucho más feliz 😊 Di: ¡Hasta nunca!
Bonus: ¡Eh! Un momento. ¡Pero si soy yo quien hace ghosting…!
Acabas de llegar al final de este artículo y una sospecha ronda tu interior:
“Sí, me han hecho ghosting… pero creo que yo también lo he practicado un poquito. Así como sin querer…”.
Y sí, aquella persona con la que solo tuviste tres citas y bloqueaste en WhatsApp para evitarte explicaciones, también cuenta. Lo más seguro es que lo hicieras por inseguridad. ¡Y tiene solución!
Plantéate: ¿por qué lo practicas y por qué no has dejado de hacerlo? El “Ojo por ojo, diente por diente” no suele salir rentable, y menos con alguien que no te hizo nada. Te estás “vengando” de ghostings pasados.
Ya lo dicen: "para aprender, lo principal es querer".
En ocasiones, justificamos nuestros actos diciendo “Es que a mí me hicieron lo mismo”. ¡Con más motivo deberíamos haber aprendido! Si te lo hicieron a ti, estás repitiendo algo que te hizo daño. ¡Rompe la cadena y ya verás qué bien!
La próxima vez sincérate: “Creo que no quiero seguir con esto, gracias por el tiempo que hemos compartido”.
“En el fondo soy muy tímidx”
Por mucho que crezcamos y nos enfrentemos a la vida adulta… a todo el mundo le pasa: en ocasiones nos sentimos muy pequeñitxs y la vida se nos hace grande. Se juntan problemas externos e inseguridades con la persona tímida que fuiste.
Ya sabes cómo se combate la timidez, ¡llevas haciéndolo toda la vida! Coge aire, afronta el momento y ten coraje. Ser valiente no significa dejar de sentir miedos o inseguridades, sino tragar saliva y afrontar el mal trago.
Corta con todo lo que te impide dar esos pasos que dan miedo, pero qué bien sientan 😀
¿Prefieres un único mal momento o la sensación continua de malestar?
Prueba con un: “Me cuesta expresar mis sentimientos. No quiero seguir conociéndote, pero tampoco sé darte explicaciones concretas. Prefiero dejarlo aquí y no hacernos falsas ilusiones”.
“Tengo otra relación” (¡o decenas!)”
¡Estás inmersx en un gran lío! Y seguramente te apetezca que sea así. Nadie te está juzgando, no te preocupes.
Puedes llevar la vida como mejor te plazca, pero es mejor poder quitarse peso de encima y respirar con tranquilidad. Tampoco hace falta ser la persona más sincera ni hacer más daño del necesario. Usa las palabras con sabiduría 😉
Evita palabras que puedan herir a la otra persona. Empatía 🙌
Se agradecería una discreta dosis de realidad con extra de tacto.
“El caso es que… ¡no sé cómo decirlo!”
Antes de decidir la forma de decir adiós, ten en cuenta cómo no deberías hacerlo: ni vía email, ni WhatsApp, ni mensaje de texto, ni señales de humo...
Lo mejor es hablarlo cara a cara. Si realmente no te ves capaz, como mal menor, puedes hacer una llamada telefónica (aunque siempre será mejor de forma presencial).
La mejor manera de afrontar los problemas es "a la cara".
Empieza por evitar excusas y cortinas de humo: “No eres tú, soy yo…”, “Soy una persona complicada”, “Ahora mismo no es el momento, tengo mucho trabajo”. No montes un espectáculo y evitarás un cortocircuito neuronal.
Explica los motivos sin dejar dudas, pero sin explayarte para no alargar una situación incómoda. Comenta que te resulta difícil, que entiendes si haces daño y cómo te sientes. Explica que, aunque puedas quedar mal, has escogido no seguir viendo a esa persona y eres consciente de ello.
Si es necesario, ordena en un papel o en tu móvil el mensaje que quieres transmitir para facilitarte la tarea.
Si tienes motivos claros y evidentes para dejar la relación (reales, por favor), explícalos haciendo el mínimo daño posible; y si sientes que no deseas volver a tener contacto, déjalo meridianamente claro. ¡No fomentes falsas esperanzas! A ti tampoco te gusta que te lo hagan, ¿verdad?
Piensa una cosa: si te expresas, a la otra persona le harás un favor cerrando una puerta, y a ti te harás otro (y muy grande) sabiendo que has conseguido comunicarte sin dejar cabos sueltos.
...
¡Con la conciencia tranquila se vive mucho mejor!
Así que, en esto del ghosting, ya sea que lo hagas o te lo hayan hecho (y como siempre decimos) ¡la comunicación es clave! 😊
Si has llegado hasta aquí es porque te pica la curiosidad… y haces bien, porque debemos conocer mucho mejor al gra...
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Si has llegado hasta aquí es porque te pica la curiosidad… y haces bien, porque debemos conocer mucho mejor al grandioso clítoris.
Y decimos grandioso porque, en realidad, es mucho más grande de lo que imaginas. De hecho, solo puedes ver una cuarta parte de su tamaño. Para que te hagas una idea, su estructura interior mide alrededor de unos 10 cm. Espera, ¿QUÉÉÉ?
Damas y caballeros: el clítoris.
Pues sí, así es el clítoris. Y ya que te tenemos aquí, hay un mito que toda la comunidad de profesionales de la sexología queremos derribar: no podemos hablar de orgasmo vaginal y de orgasmo clitoriano. ¡No existe tal distinción! Este mito es debido al gran error del psicólogo Sigmund Freud, quien afirmó que las mujeres solo podían tener orgasmos vaginales. Y de ahí nace toda esa falsa idea.
Sigmund Freud
Pero, en realidad, un orgasmo es un orgasmo. Lo único que cambia es cómo te estimulas.
Formas de estimular el clítoris
Por ejemplo, la parte “escondida” del clítoris se puede estimular con la penetración vaginal, o incluso a la vez que hacemos sexo anal. Osea, que aunque lo hagamos de una forma u otra, siempre estaremos dándole amor al mismísimo clítoris.
Mmmm... ¿y qué pasaría si lo estimuláramos por los tres sitios al mismo tiempo?
BOOM. Máximo placer.
Bien, ahora que ya conoces un poco más al que debería ser tu gran aliado... ¿Te atreves a aprender cómo darle amor para tener unos orgasmos de película?
Nuestra sex-expert te dará algunos consejitos más sobre el clítoris y sobre cómo estimularlo. ¡Dentro video!
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Productos ideales para estimular el clítoris:
Ponte en forma con el Aquasutra
Por muchos motivos, nos apasiona el agua. Pasamos meses en un elemento líquido an...
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Ponte en forma con el Aquasutra
Por muchos motivos, nos apasiona el agua. Pasamos meses en un elemento líquido antes de nacer y salimos siendo más agua que otra cosa… ¡El 70% de nuestro cuerpo es H2O!
Querido Bruce, lo somos 🥳
Realmente, nunca dejamos de formar parte de ella, ¿quién no ha disfrutado haciendo travesuras acuáticas? Empaparse en solitario o en compañía es uno de los placeres de la vida. Todo el mundo se lo pasa bien chapoteando, salpicándose, mojándose... ¡Nos excita y nos hace sentirnos vivxs!
¡Nos referíamos a otra manera de empaparse en solitario! 🤦🏻♀️
Y con los años adaptamos nuevas formas de diversión que también nos sirven para hacer ejercicio. La mezcla de la sensación de flotar y la resistencia del agua nos mantiene en forma. Le sacamos partido al aquagym, a la natación… y al sexo bajo el agua 😉
¿Te apetece relajar los músculos al tiempo que consigues el máximo placer con tu compi de juegos? Si es así, prepárate para practicar el mejor Aquasutra. La temperatura subirá aún más en verano… ¡Palabra!
¡A aguaaa! 🥳
Antes de comenzar
Sin haberlo pensado mucho, ha saltado la chispa. El agua recorre vuestros cuerpos. Os acaricia el rostro, se desliza por el pecho deteniéndose, por un segundo, en el ombligo. Sigue su camino hacia las nalgas. Presionas tu cuerpo contra el de tu compi de juegos. Besas su cuello. Y entonces, cuando este artículo se vuelve interesante porque el juego empieza a ponerse travieso, descubrimos que, ¡maldición!, el sexo en el agua no sale tan natural como en las películas.
En la TV todo es mentira, cariñx 💔
En el cine, las caricias y la penetración bajo el agua parecen sencillas; en la práctica, al enfrentarte a la realidad descubres que el agua tiene mil propiedades maravillosas, pero una de ellas no es la de lubricar la piel de manera eficiente… ¡Sí, sí, tal y como lo lees! La sensación que provoca el roce (sobre todo en las zonas más delicadas) es la de habernos convertido en cartón piedra, vaya.
Podemos pasar de un increíble calentón a una incómoda sensación de rozadura en un instante. El “efecto especial” que no te cuentan en el cine consiste en lubricarse con un producto adecuado.
¡Fíate solo de los productos pensados para este fin! 😜
El secreto para un buen Aquasutra son los lubricantes a base de silicona, los mejores para tener sexo bajo el agua. Estos son además compatibles con preservativos y con juguetes que no sean de silicona. Otras opciones que pueden ser buenas son los lubricantes a base de aceite (¡Ojo! Son incompatibles con el látex) o los híbridos (agua + silicona).
Si alguna vez habías probado el sexo bajo el agua y no te había convencido… sin duda el lubricante adecuado cambiará tu perspectiva. Aquí te lo contamos con más detalle.
No tenía previsto el lubricante…
Con lo poco que ocupa no estaría de más llevarlo encima, pero es normal no tener un lubricante con nosotrxs todo el tiempo como si fuera el móvil.
Si este es tu caso, recuerda: las cremas o jabones pueden parecer una buena idea como lubricante, pero no lo son. Solo aquello que está diseñado para lo que está diseñado, funciona de verdad y sin contraindicaciones. ¿Usarías una batidora como ventilador?
Hay ciertos productos químicos que no son buenos para la piel, y mucho menos para las zonas más sensibles. El equilibrio de las bacterias “buenas”, además, es muy delicado.
¡Utiliza el lubricante adecuado y todo irá como la seda! 😉
Ahora que conoces lo básico, sigue leyendo y aprenderás 5 posturas para iniciarse en el Aquasutra… ¡Sean cuales sean tus genitales y los de tu compi de juegos!
Ducha extenuante
En primer lugar, te presentamos un excitante reto para amantes del fitness.
Esta es una postura con la que se ejercita casi todo el cuerpo. Se pueden alternar las piernas de apoyo y los brazos y apoyarse en la pared para tener más seguridad.
Una de las personas eleva la pierna y se sujeta al cuello de su compi de juegos, quien sujeta el muslo y lo empuja contra sí. Puede usar su mano para acariciar los genitales, para después (si se desea) iniciar la penetración.
Se necesita una buena sincronización de movimientos en pareja, fuerza muscular y una ducha amplia y antideslizante. Si el suelo resbala, siempre podéis usar una alfombrilla para pisar en firme.
Sensualidad y diversión, sí… ¡pero sin lesiones!
Fondos contra la pared
Otra postura ideal para la ducha.
Una de las dos personas se apoya contra la pared, inclinando el cuerpo hacia adelante mientras hace fuerza con los brazos y apoya las nalgas contra su compi de juegos. La persona que se sitúa detrás puede optar por la penetración o jugar con las manos. También existe la variante en la que la persona situada detrás se arrodilla y recorre con su boca y lengua toda la zona del perineo. ¡Os encantará!
Mancuernas de muslo
¿Quién necesita mancuernas, si dispone de unas preciosas piernas?
En una piscina en la que se haga pie o en un jacuzzi que permita apoyar las rodillas en el suelo ejercitaremos los brazos en pareja. La persona que se inclina sobre el borde necesitará hacer uso de los tríceps, mientras que la que se sitúa de pie (o de rodillas, dependiendo de la profundidad) atraerá a su compi de juegos contra su pelvis. Puede usar un solo brazo para aprovechar la mano libre y acariciar aquello que desee…
¡Al acabar sentiréis agotamiento, pero sobre todo satisfacción!
Plancha caliente
Estamos acostumbradxs a hacer planchas para ejercitar los músculos abdominales, pero esta plancha ha venido a revolucionar el mundo del ejercicio: iguala intensidad y placer y consigue una penetración muy profunda. ¡Lo tiene todo!
La tensión abdominal de la persona tumbada deja el abdomen como una piedra, pero también incrementa el placer. La persona situada detrás necesitará ambos brazos y un buen impulso de glúteos… ¿Qué te parece?
Sentadillas con beso
Otra postura genial para practicar en un jacuzzi o en una piscina con escalón. La persona que se sitúa encima practica las mejores sentadillas de su vida, sintiendo el contraste del frescor del agua, al tiempo que controla por completo la situación. Además, os tendréis cara a cara para poder besaros.
Un consejo: funciona mucho mejor si quien se coloca debajo puede agarrarse bien al borde para no flotar de más.
...
¿Te animas a probar? Quizás el rollito veraniego del agua te encanta, pero tú eres más de tumbona con vistas