Decir que una cosa no te gusta no es algo malo, al contrario, te puede ayudar a alinearte aún más con tu pareja se...
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Decir que una cosa no te gusta no es algo malo, al contrario, te puede ayudar a alinearte aún más con tu pareja sexual
En ocasiones nos cuesta pedir placer en el sexo, y si lo hacemos, no sabemos cómo decirlo o cómo hacerlo sin herir emocionalmente a la otra persona. En el capítulo 2 de la tercera temporada de Sex Education (cuidado, se viene un spoiler), Adam tiene problemas para explicarle a su nuevo novio Eric qué es lo que quiere en la cama, y eso supone un malentendido. Eric acaba creyendo que su chico no quiere tener sexo con él, aunque es todo lo contrario. Adam explica a la perfección esta frustración en un diálogo con Otis: “No sé cómo decir lo que pienso. Las palabras están en mi cabeza, pero no sé cómo decir lo que quiero decir. Cuanto más lo pienso, peor. La gente me mira, espera que diga algo. Así que, no digo nada. La gente cree que doy miedo o soy un estúpido”. ¿Te has sentido alguna vez así? ¿Te ha pasado algo similar en pareja?
Lo primero que tienes que tener claro es que es (casi) imposible que todo lo que te haga tu pareja te guste a la primera y que todo funcione a la perfección desde el primer momento, como en las películas. Por eso es importantísimo que desde el inicio intentes comunicarte (asertivamente) en tus encuentros sexuales. Es la mejor manera de conseguir un ambiente cómodo y natural para conectar y disfrutar más.
Encontrar el momento y las palabras adecuadas para intentar no herir sentimientos no es siempre fácil. Por eso te hemos preparado algunos consejos para que puedas abrirte con tu pareja y explicar lo que te gusta y lo que no en la cama.
Apunte antes de empezar
En todo momento, en cualquier situación, tienes el derecho de decir que no quieres o no te apetece tener sexo o alguna práctica sexual en particular. La comunicación, el consentimiento y el consenso son las claves para disfrutar del sexo de manera compartida. Si esto no ocurre libremente, no es consentimiento. Por eso, no quiere decir no, al igual que “He cambiado de idea”, “Ahora no me apetece” “No estoy a gusto” “Estoy insegurx”, “No lo estoy disfrutando” “Estoy confundidx”. Recuerda, el consentimiento es algo que puede cambiar en cualquier momento. Cambiar de opinión es totalmente lícito, ¿o no te ha pasado nunca que querías comer pizza, llegas al restaurante y te apetecen más espaguetis? En el sexo y las relaciones puede pasar exactamente lo mismo.
Saber decir que no es un arte
Hay varias formas de comunicarnos y decir que algo no nos está gustando (las más comunes son la comunicación pasiva, la asertiva o la agresiva), pero no todas son las más adecuadas.
Antes de darte más explicaciones sobre cada estilo de comunicación, te queremos poner un ejemplo sencillo para que lo entiendas mejor:
Tienes una cita con tu pareja y, cuando llegas al restaurante, está con todxs tus colegas; así que tu plan romántico se ha ido al carajo. Tu respuesta podría ser:
Agresiva: “¿Cómo se te ocurre invitarlxs? Era nuestra cita!” gritando en medio del restaurante.
Pasiva: “Bueno... Vale, ya veo que has invitado a más gente...” y pones mala cara toda la noche.
Asertiva: “La verdad es que pensaba que cenaríamos a solas, me había hecho a la idea de tener una cita romántica. Ya que han venido cenaremos todxs, el próximo día preferiría que me avisaras con antelación”.
Forma agresiva
Comunicamos haciendo sentir mal a la otra persona, atacándola, sin tener en cuenta cómo se puede sentir. Tiene que ver con las palabras que usas, con tu tono de voz, con tu lenguaje no verbal… En la cama puede ser algo parecido a “Lo estás haciendo fatal” o “Así no se hace, para eso ya me lo hago yo”.
A esto se le llama también sincericidio, es decir, decir las cosas sin filtros, sin medir el impacto de las palabras y sin ser consciente del dolor que puede provocar lo que se dice a la otra persona. La sinceridad es importante, pero también lo es medir las palabras y tratar a la otra persona con humanidad.
Forma pasiva
No decir nada por miedo a la reacción de la otra persona, esperar que entienda nuestra pasividad como una negativa o decir cosas tipo: “Lo que tú quieras...”, “Sí, hacemos lo que digas…”. Intenta no decir las cosas por decir o pasarle la pelota a la otra persona. No hay que vivir un mal rato porque no nos está gustando algo y solo estamos deseando que acabe. Esta opción tampoco te va a beneficiar porque, aparte de pasarlo mal, te va a acarrear otros problemas, y no estarás del todo a gusto con tu pareja. No esperes demasiado para decir lo que sientes, cuanto antes mejor, y así podréis jugar largo y tendido.
Forma asertiva
And the winner is… ¡la asertividad! Es la capacidad de comunicar de manera adecuada nuestros pensamientos, opiniones, emociones o sentimientos a las otras personas. Esto incluye tanto lo positivo como lo negativo, así que aprender a decir “NO” también nos convierte en personas asertivas. Empieza buscando la manera en que ni tú ni tu pareja sexual os sintáis mal, es decir:
Sé directx pero sin atacar, algo así como: "Sube un poquitín más, hazlo más suave, porfa" o "Me encanta de esta manera ¿probamos? Me encantaría guiarte...".
Usa el dirty talk para indicar lo que te gusta: “si haces X en mi X moriré de placer”.
Si las palabras no son lo tuyo
Busca maneras más sutiles. Puedes hacer gemidos o sonidos de placer cuando algo te gusta. Indica que ese ruidito significa que te gusta, a veces un “Uff” o un “Ay” se pueden malinterpretar, los sonidos son muy particulares de cada persona. O también puedes usar tus manos: guiando, frenando, indicando presión o velocidad. En definitiva, enséñale cómo te gusta con una visita guiada por tu cuerpo.
La asertividad se puede usar en muchas situaciones distintas como:
Para decir no a tener sexo a alguien que SÍ te gusta: “La verdad es que me gustas mucho, pero hoy no me apetece/no estoy preparadx para tener sexo/ir más allá contigo. Espero que puedas entenderme y me encantaría que pudiésemos hacerlo más adelante”, o “Me encantaría que nos conociéramos más íntimamente, pero hoy no tengo el día. Preferiría esperar a un día en que ambxs tengamos ganas y tiempo para disfrutarlo”.
Para decir no a tener sexo a alguien que NO te gusta: “Gracias por la propuesta, pero no me apetece, seguro que encuentras otras personas encantadas de pasar esta noche contigo” o “Sé por dónde vas y me siento halagadx, pero no me apetece/tengo otros planes/no estoy en este punto/no siento lo mismo”.
Cuando has dicho SÍ a tener sexo, pero has cambiado de idea: “Sé que he venido con muchas ganas pero prefiero dejarlo para otro día/prefiero no hacerlo/no quiero hacerlo/se me han ido las ganas/tengo sueño/he cambiado de opinión” o “Mira, me sabe mal porque creo que lo podríamos pasar bien juntxs, pero ahora mismo no tengo el momento/estoy de bajón”.
Decirlo a posteriori
Puede pasar que en medio de la acción no sepas decir lo que quieres o que te des cuenta más tarde de que algo no ha ido bien, con la cabeza más en calma. Y te puedes encontrar con dos situaciones básicas:
No quieres volver a tener un encuentro con esa persona: valora el tiempo y el esfuerzo y la importancia que tiene para ti decirle que no estuviste a gusto o que no te gustó. Intenta no hacerle ghosting, la persona que tienes delante o al otro lado del teléfono se merece un mensaje de despedida. Si no sabes por dónde empezar, por qué no pruebas con algo como: “Este tiempo lo hemos pasado muy bien juntxs, pero ahora prefiero concentrarme en mí mismx”. Algo tan simple como esto puede ayudar mucho a dejar los encuentros de una manera positiva.
Es una persona con la que te gustaría repetir o bien es tu pareja sexual: en este caso te recomendamos que, en cuanto encuentres un momento, hables del tema con la otra persona. Una buena técnica para explicar lo que quieres es la técnica del sándwich: di algo positivo (ejemplo: el otro día me encantó esto que me hiciste) + una cosa mejorable (ejemplo: pero aquello otro no me generó tanto placer, me gustaría más si me preguntaras primero) + otra cosa positiva (ejemplo: te lo digo porque me gusta mucho tener sexo contigo).
...
No nos cansaremos de repetirlo: la comunicación es la base de todo encuentro sexual, y la asertividad es la clave para que os podáis entender, jugar y disfrutar aún más de vuestros cuerpos. Lleva el sexo al siguiente nivel diciendo qué es lo que te gusta y lo que no y escuchando a la otra persona. ¡Viva la comunicación erótica!
4 POSTURAS PARA DISFRUTAR AL MÁXIMO DE UN PENE PEQUEÑO
Una encuesta hecha a más de 52.000 hombres y mujeres hete...
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4 POSTURAS PARA DISFRUTAR AL MÁXIMO DE UN PENE PEQUEÑO
Una encuesta hecha a más de 52.000 hombres y mujeres heterosexuales desveló que el 45% de los hombres querría tener un pene más grande y que el 85% de las mujeres encuestadas se sentían plenamente satisfechas con el pene de sus parejas. Como siempre, nunca estamos del todo bien con nuestros propios cuerpos, y el estigma del tamaño del pene sigue acompañando el imaginario de las personas con pene. Pero antes de nada, recuerda que la media promedio del pene erecto está en 13 centímetros.
Si formas parte de este 45% que no se siente del todo a gusto con el tamaño de su pene, te recomendamos que, en lugar de compararte con estrellas del porno, lo hagas con los gorilas: con sus 200 kg de músculo y su desafiante aspecto , tienen un pene de unos 3-4 cm (es decir, el tamaño del tapón de una pluma).
Pero como aquí no va de compararse con nadie, sino de estar cómodx con tu cuerpo y, sobre todo, saber cómo utilizarlo mejor; te queremos contar alguna anécdota y las posturas que mejor te pueden ir si tienes un pene más pequeño que la media.
Cuando pequeño era grande
Hércules. Copia romana del período imperial según un original griego.
Antes de entrar en materia, te queremos contar una pequeña anécdota en la historia del arte. Fíjate, las estatuas griegas y las representaciones masculinas griegas siempre tienen penes pequeños. Según explica el profesor Andrew Lear, de la Universidad de Harvard, en la antigua Grecia un pene pequeño, y no erecto, era símbolo de moderación, inteligencia y sabiduría, virtudes que formaban parte del ideal de masculinidad para el pueblo griego. Así representaban a los héroes, dioses y atletas. En contraposición a los penes grandes y erectos, que representaban a borrachos, sátiros y personas decrépitas.
Tamaño vs grosor
Los investigadores Masters y Johnson fueron el origen de la famosa frase “El tamaño no importa”. Según sus investigaciones, la vagina se adapta a la perfección al tamaño del pene, aunque, por lo que observaron, parece que fisiológicamente un pene grueso puede estimular mejor las partes externas de la vagina y el clítoris. También influirían otros factores como un buen movimiento de cadera y el hecho de conocer las partes erógenas de tu pareja.
Micropenes
Se consideran un micropene aquellos penes que en erección miden menos de 7 cm, y se calcula que afecta a una de cada mil personas con pene. A pesar de tener un aspecto y funcionamiento iguales a los de cualquier otro pene y que muchas personas aceptan esta situación, también puede suponer problemas de autoestima y de pareja. Si es tu caso, la comunicación y quererte como eres son las claves para disfrutar de tu pene.
Pequeño recordatorio:
El sexo es más que penetración: una relación sexual placentera no tiene que basarse únicamente en la penetración. Disfrutad de las caricias, los besos y la estimulación de los genitales, estos son los pequeños detalles que les harán fundirse en el verdadero placer.
Posturas más adecuadas
Estas serán las posturas que mejor te permitirán alcanzar el punto G (si es sexo pene-vulva) o el punto P (si es sexo pene-pene) con un pene más bien pequeño:
Perrito: Una básica y muy divertida que puede ser molesta cuando el pene es demasiado grande. Podrás penetrar a tu pareja desde detrás y alcanzar con facilidad su zona G o punto P a la vez que estimulas sus genitales u otras zonas erógenas con las manos.
La serpiente: tu pareja se coloca bocabajo con las piernas cerradas y una almohada bajo la cadera, y tú penetrarás desde detrás. Las piernas cerradas harán que notes una presión de lo más agradable.
Las orejas de conejito: la persona que recibe la penetración se coloca bocarriba con una almohada bajo la cadera y las piernas abiertas y flexionadas de manera que sus rodillas estén lo más cerca posible de sus orejas. Tú te colocarás de frente, verán que la penetración será realmente fácil.
On top: sí, también es posible jugar con tu pareja encima. Lo que te recomendamos es que, en lugar de que se mueva hacia arriba y hacia abajo, lo haga formando círculos. No solo disfrutarán mucho más, sino que también evitarán que el pene se salga.
Con un juguete: en cualquiera de las posturas anteriores puedes introducir un extra de placer con un juguete sexual, así estimularán a la vez otras partes erógenas.
...
Olvídate de la obsesión del tamaño, disfruta de tu cuerpo y el de tu pareja buscando nuevas posturas y nuevas zonas erógenas, en definitiva, explorando sus cuerpos sin que nada ni nadie te haga sentir mal por tu tamaño. Aquí se trata de jugar y disfrutar.
Aunque no te encanten, te aseguramos que estas green flags son señal de una relación sana
El amor romántico nos ha...
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Aunque no te encanten, te aseguramos que estas green flags son señal de una relación sana
El amor romántico nos ha hecho creer que enamorarse significa dejarlo todo por nuestra pareja... Por suerte, a día de hoy sabemos que esto no tiene que ser así, de hecho, se trata de un pensamiento que puede conducirnos a comportamientos más bien tóxicos dentro de una relación. Para que una relación funcione, nunca debemos dejar de ser nosotrxs mismxs ni dejar de lado nuestros deseos, proyectos, principios y, en definitiva, ¡nuestra individualidad! Nos gusta pensar que una pareja debe ser un apoyo, un compañerx de vida, alguien que entienda (o al menos se esfuerce por entender) cómo nos sentimos.
Además, aunque al principio lo ideal puede parecer que esa persona quiera pasar todo el tiempo contigo, créenos cuando te decimos que a la larga no te hará tanta gracia, ya que, aunque disfruten muchísimo del tiempo compartido, ¡la vida es mucho más que tu relación de pareja!
Por supuesto, es completamente normal sentir ciertas inseguridades, sobre todo cuando acabamos de empezar una relación y aún no hemos afianzado la confianza. Lo más importante es no dejarnos llevar por las inseguridades y, para ello, solo necesitamos una herramienta clave... ¡la comunicación! Si desde el principio establecemos una relación basada en la asertividad y en la escucha activa, trabajar la confianza mutua será mucho más sencillo y saludable.
Por eso, puede que haya ciertas señales que, aunque de primeras puedan crearnos inseguridad, ¡son de lo más saludables! Así que deja de lado la idea de que tu pareja debe dejarlo todo por ti y fíjate en las ventajas de estas green flags o buenas señales al principio de una relación.
10 green flags que tal vez no te han enseñado
Es completamente normal que no te cuente todos sus secretos el primer día. También es bueno que no te cuente los de sus amistades, familiares o exparejas, ya que significa que lxs respeta y que también respeta su individualidad. Además, no creas que le importas menos por no darte acceso a sus contraseñas (teléfono, ordenador, redes sociales...): hay que seguir manteniendo la privacidad y el mundo íntimo.
No te espantes si de vez en cuando te lleva la contraria. Es importante que tu pareja tenga su propia opinión y sepa defenderla con argumentos (por supuesto, siempre respetando tu opinión como parte de un debate saludable). De hecho, ¿quién quiere a alguien que le dé siempre la razón? ¡Compartir puntos de vista es la sal de la vida!
Hablar sobre qué esperas de una relación, de cuáles son los límites y expectativas, de qué te gustaría hacer, de qué quieres aportar, y preguntar qué espera que aportes es una buena señal de que la comunicación es importante para esa persona. Construir una relación basada en la comunicación y saber cuáles son tus límites y los suyos es fundamental.
Si le envías un mensaje y no te contesta enseguida o te deja en visto ¡no pasa nada!, al contrario, significa que tiene otras cosas que hacer en ese momento. No podemos esperar que alguien esté disponible para nosotrxs en todo momento, y esto también significa que se trata de una persona que dedica tiempo de calidad a las personas con las que está, lo cual también es muy bueno para ti.
Hablar de lo que se hacía con otras parejas, comentar recuerdos sexuales, hablar de fantasías cumplidas o por cumplir o de lo que le gustaba hacer o no hacer con otras personas. Esto no significa que no esté por ti, simplemente te da pistas sobre sus preferencias y es normal que en esas conversaciones aparezcan terceras personas. ¡Todxs hemos tenido vida antes de nuestra pareja! (Si es algo que te incomode, exprésalo)
Es capaz de reconocer sus errores, pedir disculpas, reconocer que tiene un mal día. Tal vez se haya levantado con el pie izquierdo y no le apetezca quedar o simplemente te avise de qué está nerviosx: esto significa que sabe reconocer y expresar sus emociones, algo importantísimo a la hora de establecer un vínculo afectivo.
Que quiera pasar tiempo a solas con sus amistades y familiares. Es muy importante no renunciar a nuestra vida social por el hecho de tener pareja y, además, seguro que tus amigxs también se alegran de poder pasar tiempo a solas contigo y que cada unx respete la vida social de la otra persona. Pero ¡ojo! Eso no quiere decir que deba mantenerte al margen de su vida y que te haga pocketing: también es importante que se sienta orgullosx de ti y de la relación haciéndola pública cuando estén preparadxs.
Si te dice que no te necesita. A ver, esto de primeras puede sonar fatal según lo que nos han enseñado sobre el amor... A pesar de todo, en una relación sana no debería existir la dependencia: alguien que se siente a tu mismo nivel te prefiere, pero NO te necesita.
Que no te prometa la luna. Las promesas no son una green flag (¡al contrario!), y menos al inicio de una relación, cuando las hormonas nos harían prometer el cielo. Si en vez de prometer te dice que le gustaría hacer ciertas cosas contigo, estará siendo más sincerx y realista.
Que no renuncie a sus compromisos y obligaciones por ti y entienda que tú harás lo mismo. Por ejemplo, si tiene la rutina de salir a correr cada tarde, no tiene que dejar de hacerlo por quedar contigo (¡y a la inversa!). Es importante respetar las actividades de cada unx, y aún más si se tratan de actividades que implican autocuidado y salud.
…
El amor es respeto, confianza, empatía y cuidado. Que la idea desfasada del amor entendido como posesión, celos y sobreprotección no te confunda... ¡Pinta de verde tu relación con estas green flags!
Explora los distintos tipos de vulva y sus maravillas
En el capítulo “El placer es nuestro” de The Goop —program...
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Explora los distintos tipos de vulva y sus maravillas
En el capítulo “El placer es nuestro” de The Goop —programa llevado a cabo por Gwyneth Paltrow— entrevistan a Betty Doson, famosa educadora sexual americana. El programa se abre con un diálogo interesante entre las dos:
GP: ¿Estás lista para hablar de vaginas?
BD: La vagina es solo el canal de parto. Solo. Tienes que hablar de la vulva, que es el clítoris, los labios internos y todas esas cosas ricas que tiene a su alrededor.
Gwyneth Paltrow se queda sorprendida por su propia confusión y lo poco que conoce su anatomía. Betty Doson le explica, más adelante, que este desconocimiento de nuestro propio cuerpo es porque tenemos vergüenza de nuestros genitales, y esto ocurre especialmente en las personas con vulva. Vemos penes por todas partes, incluso los dibujamos de manera inconsciente en el borde de un trozo de papel cuando estamos pensado en algo, pero... ¿y las vulvas? ¿Dónde se esconden?
No conocemos nuestras vulvas, ni las de la gente que nos rodea. Normalmente, las que vemos son las que aparecen en pelis porno, vulvas irreales que parecen las de una muñeca más que la de un ser humano. Cada vulva, como cada persona, es distinta. ¡No te cortes! Toma un espejo, y aprende a conocerte. Ya verás como no importa la forma, el tamaño o el color, tus labios son completamente normales.
Para que lo entiendas mejor, a continuación te contamos más detalles sobre nuestra parte más íntima, bonita y que más placer nos da:
Vulva vs vagina
Tal y como le ocurre a Gywneth Platrow, en nuestro lenguaje del día a día confundimos vagina y vulva y utilizamos estas palabras de manera indistinta. El primer paso para quererse un poco más es saber nombrar correctamente cada parte:
- La vulva engloba todo lo que podemos observar a simple vista. Es la parte que protege la entrada de la vagina y está compuesta por:
Labios externos: pliegues que protegen la parte interna de la vulva.
Labios internos: tejido nervioso elástico y esponjoso.
Clítoris: el famoso clítoris y sus 8.000 terminaciones nerviosas tienen como objetivo darte mucho placer.
Monte de Venus: esta es el área carnosa por encima de los labios. En las personas adultas, es el área cubierta de vello púbico.
Vestíbulo: está compuesto por el meato uretral, las glándulas de Skene, el orificio vaginal y las glándulas de Bartolino.
- La vagina es la parte interna. Es un tubo elástico que se extiende desde la abertura vaginal hasta el útero.
¿Sabías qué la vulva tiene una triple funcionalidad?
Actúa como tejido sensorial para darte placer durante tus relaciones sexuales.
Ayuda a dirigir el flujo de orina.
Protege la vagina de infecciones.
Tipos de labios
Los labios de las vulvas tienen una maravillosa paleta de colores, desde el rosa o morado al marrón o negro. Pueden ser más pálidos a medida que envejecen o más oscuros cuando se excitan. También pueden cambiar con la edad, ya que a medida que creces, tus labios también crecen. Con la menopausia se pueden volver a encoger un poco.
La forma de los labios vaginales varía mucho de una persona a otra. Algunas formas comunes incluyen:
Labios externos más largos: los labios externos pueden ser largos o cortos. En algunos casos, se unen para ocultar los labios internos.
Labios internos más largos o expuestos: a veces, los labios internos se extienden por debajo de los labios externos o bien los labios externos pueden ser más cortos o curvados, revelando los labios internos.
Asimetría: un lado de los labios internos o externos puede ser más largo que el otro.
Tu vulva puede parecerse a alguno de estos ejemplos, tener alguna variación o ser completamente distinta. Mientras tú no notes malestar físico, no hay problema alguno. Podría ser que tus labios sean especialmente grandes y tengas molestias al hacer deporte, en este caso puedes ir a una consulta médica para que te asesoren sobre qué actividades deportivas y qué ropa interior te convienen más.
Clítoris
El clítoris tiene cabeza, capucha y piernas. Al igual que un iceberg, solo se ve la punta y la mayor parte está oculta —solo vemos una cuarta parte de su cuerpo. Es el único órgano del cuerpo cuya principal función es dar placer.
Curiosidades sobre el clítoris:
Su tamaño varía desde el de un guisante hasta el tamaño de un pepinillo.
El clítoris también tiene erecciones, bajo el efecto de la excitación, se llena de sangre, se hincha y se vuelve mucho más sensible.
Si te estás hormonando, el clítoris puede agrandarse. Puedes sentir molestias con el roce de la ropa interior, prueba a poner un salvaslip para que el roce sea menor.
Pelos
El vello púbico es parte de nuestro cuerpo, crece alrededor de las zonas genitales y anales. Está allí para proteger tus genitales y, en ningún caso, es sinónimo de suciedad. Su color, su textura, longitud y grosor varían según las personas. Si lo quieres tener natural, recortado o totalmente depilado, eso es cosa tuya. Lo importante es que te sientas bien con tu nueva mejor amiga: la vulva. Eso sí, cuidado con la depilación, especialmente con las cuchillas, ya que puede irritar la zona depilada.
Secreciones
El flujo vaginal es un líquido blanquecino que sale de la vagina. Protege e hidrata la vagina y el cuello uterino. Es señal de que la vagina está saludable, que además se autolimpia eliminando las células muertas. Si prestas atención verás que la textura de la secreción puede variar durante el ciclo por tus cambios hormonales. Por ejemplo, durante la ovulación, la secreción es más suave, mientras que justo antes y después de tu período será más espesa. Es importante prestar atención a tu vulva y a tu flujo vaginal, si notas cambios en su textura u olor, puede ser signo de alguna infección.
Cuando te excitas sexualmente, la vagina fabrica fluidos transparentes y viscosos que actúan como lubricante natural. Tu vagina también se prepara para tener un sexo más cómodo y placentero, y por eso puedes notar tu ropa interior húmeda cuando estás entrando en calor, piensas en alguna fantasía sexual o lees un buen relato erótico.
Higiene
La flora vaginal es una maravilla que ha creado el cuerpo humano para protegernos de infecciones, y por eso hay que intentar no alterar ese ecosistema. Para la limpieza de tu vulva basta con agua pero si utilizas jabón, que sea siempre de pH neutro. En cuanto a la vagina, olvídate de las duchas vaginales, no hay nada peor para destruir esa flora. No quieras provocar un tsunami dentro de tu vagina, se merece un clima estable, calma y tranquilidad.
…
El consultorio privado de Betty Doson ha llevado a cabo talleres, desde los años setenta, para que las personas con vulva sean más conscientes de sus cuerpos, entrenando a aproximadamente siete mil personas hasta la fecha. ¿Por qué no hacemos lo mismo? Comparte este artículo con tus amistades para expandir el mensaje de que todas las vulvas son normales, especiales y preciosas —no dejemos que el porno nos lleve por el mal camino. ¡Naturalicemos nuestras vulva de una vez por todas!
Trucos para disfrutar más de tu pene según la forma que tenga
En Bután (un pequeño país situado en el Himalaya, co...
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Trucos para disfrutar más de tu pene según la forma que tenga
En Bután (un pequeño país situado en el Himalaya, con fronteras con China e India) tienen una especial devoción por los penes, con un santuario dedicado exclusivamente a este genital, el monasterio de Chimi Lhakhang, que fue construido en 1499 por Ngawang Choegyel y está decorado por penes de todas las formas. En este país esta representación se relaciona con la fertilidad.
Pero las pinturas de penes no se limitan al templo, sino que decoran muchas entradas de casas, ya que existe la creencia de que les brindan protección y el poder de la fecundidad.
Si nos fijamos en estas pinturas nos damos cuenta de que en la diversidad está la riqueza y que, de la misma forma que no hay dos personas iguales, tampoco hay dos penes iguales. Por eso, queremos echar un vistazo más de cerca y descubrir cómo sacarles el máximo partido a cada uno.
Particularidades del pene
Recordemos que el pene no es un músculo, sino que dentro de este hay unos cuerpos cavernosos que se llenan de sangre durante la excitación y obran el “milagro” de hacer esta parte de la anatomía más consistente, lo que provoca la erección.
Existen dos tipos principales de pene:
los penes de sangre: cambian mucho su tamaño para estar en plena forma.
los penes de carne: varían poco al pasar del estado de reposo al erecto.
Cuando contemplas un pene en toda su extensión puedes pensar que todo él está plagado de terminaciones nerviosas. En realidad, no es así. Casi toda la sensibilidad se concentra en el glande (la punta o cabeza), más concretamente en el semicírculo que bordea el glande, así como en el meato (los pequeños labios en la punta). Otro lugar que resulta placentero —aunque no a todo el mundo le gusta por igual— es la zona baja del escroto (la bolsa que contiene los testículos) y, siguiendo el recorrido, el perineo (la zona entre el escroto y el ano).
Las cuatro formas de pene más comunes
1. Pene de lápiz
Probablemente, esta es la forma de pene más común: es completamente recto y algo puntiagudo hacia el final. Lo bueno de este tipo de pene es que, al ser recto, estimula de la misma manera todas las partes erógenas de tu pareja y podrás disfrutarlo en 360 º.
Consejo: Es un tipo de pene que se adapta a cualquier postura, aprovecha para introducir en el juego un juguete sexual o un extra de estimulación con las manos.
2. Pene con curvatura
Un pene con una leve curvatura, cuya forma puede llegar a ser muy placentera. Si tu pareja tiene vulva, podrás estimular su zona G, y si tu pareja tiene pene, podrás estimular su punto P.
Consejo: Si tu pareja tiene vulva, la postura del misionero es tu mejor aliada. Puedes complementar la estimulación con un anillo vibrador. Si tu pareja tiene pene, prueba con la postura del perrito y masturba su pene a la vez que disfrutas de la penetración.
3. Pene piramidal
Este tipo de pene empieza con una punta bastante finita y va aumentando su grosor hasta llegar a la base. Esto permite una penetración mucho más fácil y menos dolorosa, ya que se introduce primero la parte más estrecha.
Consejo: Si a ambas personas les apetece, este tipo de pene es ideal para practicar sexo anal, ya que se adapta perfectamente a lo estrecha que es la puerta de atrás. Usa mucho lubricante y juega con solo la punta antes de profundizar.
4. Pene champiñón
La característica de este tipo de pene es que tiene el glande más ancho que el tronco. La circunferencia adicional en la punta ayuda a estimular las paredes vaginales o rectales, lo que dará un extra de placer, tanto a ti como a tu pareja.
Consejo: Este tipo de penes es perfecto para la felación. Tu pareja sentirá mucho más y a ti te será más fácil darle placer jugueteando con su glande.
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Cada pene es un mundo, disfruta de las características del tuyo como se merece.
Sin presión, con confianza, mucho cariño y comunicación
¿Piensas que tener sexo es introducir el pene en una va...
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Sin presión, con confianza, mucho cariño y comunicación
¿Piensas que tener sexo es introducir el pene en una vagina? ¿Que si tienes vagina vas a perder mucha sangre en tu primer encuentro sexual? ¿Que las personas homosexuales son vírgenes de por vida? ¿Que los hombres deben saber lo que tienen que hacer la primera vez? ¿Que tienes que tener sexo antes de ir a la universidad? Pues hemos venido a decirte que vas por muy mal camino pensando todo esto. Son solo bulos que circulan y que no tienen nada que ver con la realidad. Antes de la primera vez puedes sentir inseguridades por estos falsos mitos, sentir presión o tener miedo a cagarla de alguna manera. Es lo más normal del mundo, habla del tema con alguien de confianza y ve a tu propio ritmo.
Si piensas que la primera vez tiene que ser algo superespecial, tú tranqui, te podemos asegurar que no va a ser la mejor experiencia sexual que vas a tener. En el capítulo sobre sexo del programa de RTVE Proyecto Arkano, un grupo de chicos tienen una conversación sobre este tema en una azotea y no lo pueden decir de mejor manera: “¡Tener una primera vez bonita debe de ser la po**a!”. Las situaciones no son como nos las pintan en las películas y si tu primera vez no está a la altura de tus expectativas no te preocupes, tendrás muchas más y mejores.
El concepto de “perder la virginidad” es obsoleto y arcaico, estamos en pleno siglo XXI y ha llegado el momento de dejar de utilizar este concepto. En lugar de decir “He perdido la virginidad” sería mejor que lo cambiaras por algo como “He tenido sexo por primera vez”. Para que tu experiencia sea la mejor posible, queremos darte unos cuantos trucos para que elimines tus paranoias y aprendas a disfrutar.
Qué consideramos tener sexo
Para empezar, debemos aclararte un par de conceptos sobre el sexo:
No todo el sexo implica penetración.
Hay muchas maneras de jugar con tu pareja o a solas.
Puede ser entre personas de cualquier identidad de género.
El sexo es una interacción íntima y placentera con otra persona que no tiene por qué terminar en un orgasmo. Tener sexo engloba desde mensajes subidos de tono, caricias por las zonas más erógenas (como los pezones, muslos...), petting (sexo con ropa), sexo oral, estimulación de los genitales y hasta donde la imaginación alcance. Tú defines lo que es el sexo para ti, nadie más.
Desmontando el mito del himen
Uno de los mayores mitos que rodean el concepto de la virginidad es la rotura del himen, que puede crearte muchos miedos e inseguridades en tu primera vez. Te queremos dejar algunos datos para que no te preocupes tanto y le quites importancia:
El himen es una membrana pequeña y fina que se encuentra en la entrada de la vagina y puede ser más o menos flexible. Generalmente tiene forma de media luna, pero también puede tener otras conformaciones.
Un 44% de las mujeres y personas con vagina no sangran en su primera penetración.
El himen no es lo que determina si has tenido o no sexo, de hecho, puede estar previamente roto o incluso no romperse de lo flexible que es.
Se puede romper practicando deporte o en cualquier otra actividad no relacionada con el sexo. No tiene nada que ver con el hecho de haber tenido relaciones con penetración previas.
Algunos consejos para tu primera vez
Para que estés más tranqui en tu primer encuentro sexual, aquí van unos cuantos consejos:
Tienes que estar muy segurx de que quieres hacerlo y de hacerlo con una persona que te guste y que te transmita confianza. Aunque no sea 100% necesario, hacerlo con alguien de confianza aportará un plus que agradecerás en ese momento y te ayudará a relajarte.
Si tienes vagina y tienes relaciones sexuales con penetración por primera vez, puedes experimentar alguna molestia, dolor, sangrado o presión en la entrada vaginal. Para que te sea más placentero, recomendamos utilizar lubricante, ir poco a poco y, sobre todo, comunicar lo que sientes a tu pareja. Siempre puedes parar y volver a empezar con más calma en otro momento.
Si tienes pene y tienes sexo con penetración vaginal o anal por primera vez, puedes llegar a experimentar fricción o irritación en el pene, pero una vez más, la lubricación te puede ayudar para que todo fluya con más facilidad y así disfrutes con calma de tu debut sexual.
Si es la primera vez que tienes sexo oral, descubrirás nuevos sabores y sensaciones. Puedes tener molestias en la mandíbula o en la lengua en esta nueva práctica. No te preocupes, tómate un descanso y cambia tu boca o tu lengua por tu mano para seguir dando placer a tu pareja.
Los actos sexuales previos al coito (a los que solemos llamar erróneamente “preliminares”) son necesarios e igual de importantes que el coito en sí. Conocer el cuerpo de la otra persona, además de ser divertido y agradable, es importante para que el sexo sea placentero. Disfrutar es indispensable, sin objetivos ni metas.
Sexo 100% seguro. La protección es la parte más importante para no tener ningún susto después del acto sexual con alguna ITS o un embarazo indeseado. Si tienes pene, usa preservativo, hay marcas de preservativos que te permiten un confort extra al poder escoger tu talla ideal, aquí no vale ninguna excusa para no usarlo. Si tienes vagina, puedes utilizar barreras de látex para el sexo oral. Cuida de tu sexualidad, ¡porque es la única manera para disfrutar plenamente al tener sexo!
Comunícate, no tienes que sentirte con la presión de hacer algo que no quieres. Verbaliza lo que te está gustando y lo que no, y si quieres seguir o no. La comunicación entre tu pareja y tú en la cama es una parte esencial para conseguir que se convierta en un momento maravilloso
Si no te está gustando, debes parar. Como ya has leído, que la primera vez duela un poco puede ser normal. Pero es fundamental saber cuándo este dolor se convierte en desagrado y, si es así, pararlo. Igual que tú no obligas a tu pareja sexual a hacer nada que no le guste, tú tampoco debes someterte a nada. ¡Consenso ante todo!
Es posible que después de tener tu primera relación sexual experimentes muchas emociones nuevas, contradictorias, incluso puedes llegar a sentir indiferencia. Ten en mente que no existe ninguna manera “normal” de sentirse esta primera vez, cada persona la siente de manera distinta y ninguna es mejor que otra. Si tienes cualquier duda o tienes alguna sensación extraña habla con tus amistades, familiares o incluso especialistas del tema, pero en ningún caso tienes que sentir vergüenza o que hayas hecho algo incorrecto.
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Lo más importante es que no te pongas demasiada presión en este tema y que te comuniques con tu pareja sexual para que disfrutes de tus encuentros sexuales con total seguridad y comodidad.
5 maneras de explorar nuevas posturas
Una de las cosas que resultan maravillosas del sexo entre personas con vulva...
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5 maneras de explorar nuevas posturas
Una de las cosas que resultan maravillosas del sexo entre personas con vulva es que te puedes olvidar por completo del sexo penetrativo para degustar, descubrir y disfrutar del sexo de otra forma que puede llegar a ser igual o incluso más placentera.
Te hemos preparado 5 posturas básicas (que no aburridas o menos placenteras) para que explores nuevos horizontes. A veces lo más básico es lo más placentero y gustoso, una vuelta al origen que resulta enriquecedora. Aquí, las posturas tienen relación con el grado de confianza y experiencia que puedas tener con tu pareja sexual. En este Kamasutra encontrarás ejemplos de posturas clasificadas según qué se estimula y cómo. Recuerda que son solo ejemplos, a partir de aquí, deja volar tu imaginación para que evolucionen como a ti y a tu pareja más les guste.
Recomendaciones antes de empezar:
No te olvides de la protección: usa siempre una barrera de látex.
Ten a mano un lubricante: para no crear irritaciones y favorecer que todo fluya, especialmente si tenéis sequedad vaginal, el clítoris sensible o durante una práctica de larga duración.
Comunicación en todo momento: habla con tu pareja y pon atención a sus respuestas corporales para saber si la intensidad es la correcta y si no hay dolores, así conseguirán la coordinación perfecta de cuerpos.
Puedes introducir juguetes sexuales como succionadores o vibradores
Juego de manosCara a cara
Una de las dos personas se coloca tumbada bocarriba con las piernas abiertas, y la otra se sitúa encima con las piernas estiradas y entrelazadas con la persona que está abajo. Utiliza las manos para estimular las vulvas a la vez, sincronizando ritmo y movimientos. Es una postura altamente placentera porque favorece las miradas, los susurros y los besos apasionados.
Truco: Y si quieren subir de nivel el placer, invita a Neo Plus. Ponlo entre las dos vulvas y activa sus vibraciones.
Activa la lengua
Cunnilingus
La postura más clásica del sexo oral. Una de las dos personas está tumbada bocarriba con las piernas abiertas, y la otra coloca su boca encima de su vulva, jugando con la lengua para estimular las distintas partes de esta (clítoris y labios).
Truco: Si eres la persona que está haciendo el cunnilingus, mira a los ojos a tu pareja y estimula sus pechos, así le darás un plus de intensidad y sensualidad. Si eres la persona que lo recibe relájate, guía a tu pareja y disfruta.
El roce de vuestras vulvas
Tetris
Aquí se trata de encajar y entrelazar las piernas de manera que las vulvas puedan rozarse entre ellas. Una de las dos personas se coloca sentada en la cama o en el suelo con las piernas estiradas, y la pareja, encima. La primera toma a la pareja por la cintura acercándola y alejándola. El contacto visual es el ingrediente estrella por excelencia, nada más excitante que ver a tu pareja gozando. A veces no es tan fácil como parece, vayan practicando hasta encontrar la postura adecuada para que cuerpos y vulvas se amolden a la perfección. Es una postura muy íntima, así que, asegúrate de que estén a gusto.
Truco: Pueden probar a poner una almohada debajo de la pelvis para acabar de encontrar el ángulo ideal.
Trío con tu juguete favorito
Todo para ti
Una de las dos personas se tumba bocarriba con la piernas abiertas mientras la otra coge un juguete sexual para estimular su clítoris, su vulva o su vagina.
Truco: Si eres la persona que está estimulando a tu pareja, aprovecha esta postura para decirle cosas sexys al oído o leerle un relato erótico mientras haces que se retuerza de placer.
Solo para amantes de la penetración
Arnés poderoso
El arnés puede no ser una práctica demasiado común en las relaciones vulva-vulva. Si te apetece introducirlo en tu práctica, háblalo antes con tu pareja para asegurarte de que estáis en el mismo punto. Para pasar a la acción, la persona que está tumbada bocarriba sube sus piernas en cuclillas hacia el pecho, la que está arriba penetrando con el arnés se coloca de manera que pueda penetrar cómodamente a su pareja.
Truco: Utiliza siempre mucho lubricante para mayor comodidad y aseguren de que el dildo del arnés entre con facilidad en la vagina.
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Estas son solo 5 posturas con las que empezar a jugar. Exploren sus cuerpos y nuevas posturas, el sexo es una aventura para disfrutar y pasarlo en grande en pareja.
Las relaciones no deben construirse en función de la exclusividad, sino con base en la responsabilidad
¿Cuántas ve...
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Las relaciones no deben construirse en función de la exclusividad, sino con base en la responsabilidad
¿Cuántas veces has sentido que la relación de pareja está por encima de la amistad, o no has llamado a tu amiga porque no querías molestar? ¿Cuántas veces esa misma amiga llama a su novio cuando está contigo, dando por hecho que la pareja se lleva una especie de privilegio? ¿Cuántas veces has escuchado eso de que las personas solteras son infelices? Hay una palabra que resume el motivo por el que pasa todo esto: la monogamia.
Por un lado, se ha hablado de los mitos del amor romántico y no de los mitos de la monogamia, como si no formaran parte del mismo tema. ¿La media naranja y el entendimiento de que necesitamos una única pareja para sentirnos completxs? Siento decirte que esto se lo inventó Aristófanes en la Grecia Clásica para uno de sus relatos. Más adelante surge la creencia de que hay un único amor verdadero en la vida y que ese amor dura para siempre… Aquello de “y vivieron felices y comieron perdices”. Así, sucesivamente, se han ido creando, uno a uno, lo que ahora nos gusta llamar los mitos del amor romántico.
Por otro lado, durante muchos años, la monogamia ha sido objeto de estudio muy recurrente en la antropología, sobre todo para aclarar si las personas son monógamas por naturaleza. Hoy en día aún no se ha encontrado ninguna evidencia clara de que esto sea así.
El modelo relacional con el que hemos crecido
Si miramos a nuestro alrededor vemos que la monogamia es la práctica más común del amor, aunque no la única. Las relaciones no monógamas han existido siempre (sin ir más lejos, Frida Kahlo y Diego Rivera tenían una relación poliamorosa, igual que Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre; Will Smith y Jada Pinkett tienen una relación sin exclusividad sexual). Según una encuesta de la Universidad de Palermo, un 25% de lxs jóvenes de entre 18 y 30 años cree en las relaciones sexo-afectivas con más de una persona a la vez. Además, un estudio de Journal of Sex Research detectó que durante esta última década ha habido un gran incremento de búsquedas sobre las relaciones abiertas en Google. Así pues, es evidente que en los últimos años se está dando un creciente interés por este tipo de relaciones.
No es que la monogamia sea buena o mala, sino que tiene que ser una elección y no una imposición. Para que sea una elección es fundamental preguntarse “¿Cómo entiendo yo el amor y las relaciones?”, además de comprender lo que es la monogamia y cuáles son sus alternativas. Sin embargo, cabe decir que hay una tendencia general a pensar que todo lo que no es monogamia es poliamor, y esto no tiene por qué ser así. Vamos a aclarar esta confusión.
Relaciones monógamas: una cuestión de exclusividad
Por un lado, la monogamia es el modelo de relación amorosa basado en la exclusividad sexual, afectiva y romántica entre dos personas. Es el modelo de relación presente y predominante en (casi) todas las películas y series que hayas visto: Rachel y Ross, Homer y Marge, Cam y Mitchell y un larguísimo y eterno etcétera. Si una de las dos personas rompe el pacto de exclusividad sexual, se considera que ha sido infiel. Hay tantas interpretaciones de la infidelidad como personas: algunas consideran que la infidelidad está en tener sexo con otra persona, otras en besarse, otras tan solo en tontear… Depende del acuerdo que se haya pactado en la relación. No obstante, este debate sobre la fidelidad lo abriremos otro día.
Relaciones no monógamas: un sinfín de posibilidades
Por otro lado, cuando hablamos de relaciones no monógamas estamos hablando de distintos acuerdos no tradicionales que van desde el poliamor y las relaciones abiertas hasta la anarquía relacional. Hay muchísimos tipos de no monogamia, que se caracterizan por ser modelos de relación que no tienen exclusividad sexual y/o afectiva. A continuación, te explicamos los más comunes.
Swinging o intercambio de parejas
En este modelo relacional existe exclusividad afectiva, pero no existe exclusividad sexual. Eso sí, hay una peculiaridad: tu pareja tiene que estar presente mientras mantengas o mantengáis relaciones con otras personas.
Relaciones sin exclusividad sexual
Este modelo de relación se caracteriza por la exclusividad afectiva, pero no hay exclusividad sexual. En este sentido, es igual que el swinging. La principal diferencia es que en las relaciones sin exclusividad sexual la pareja no tiene por qué estar presente cuando se mantienen relaciones sexuales con otras personas.
Poliamor
En las relaciones poliamorosas no hay exclusividad sexual, afectiva ni romántica. Es decir, tanto tú como tu pareja podéis mantener relaciones sexuales y afectivas con otras personas ajenas a vuestra relación. Desde un punto de vista estructural, existen dos tipos de relación poliamorosa:
Poliamor jerárquico
En este modelo de relación hay una relación principal y el resto de relaciones son secundarias. Si nos imaginamos una pirámide, en la cúspide estaría tu relación principal, que es prioritaria y tiene privilegios. Normalmente, la relación primaria se caracteriza por un proyecto de vida en común, el hecho de vivir en una misma casa, compartir gastos, hijxs… Debajo de la relación principal están tus parejas secundarias, es decir, las otras parejas con las que tienes relaciones sexo-afectivas pero que no tienen tantos privilegios como tu relación principal.
Poliamor no jerárquico
En este modelo relacional no hay relaciones prioritarias, sino que todas están en un mismo nivel. Todas las parejas gozan de los mismos privilegios y prioridades. Todas tus relaciones son igual de valiosas.
Polifidelidad
Es un modelo relacional que se practica dentro de un grupo de personas. Se puede dar entre tres, cuatro o una red de hasta veinte personas o las que quieran. La característica principal es que hay un acuerdo de exclusividad sexual, afectiva o ambas entre ellas. Es decir, quienes forman parte del grupo se comprometen a no mantener relaciones sexuales y/o afectivas con personas que estén fuera del grupo. En la serie de Netflix You Me Her, se da una relación de polifidelidad.
Anarquía relacional
La anarquía relacional es más bien una filosofía de vida que pretende cuestionar la organización social, desmontando la idea de las jerarquías y de los privilegios afectivos. Se caracteriza por establecer relaciones en las que no hay exclusividad sexual ni afectiva. La anarquía relacional tiene una peculiaridad: todas las relaciones que tienes en tu vida, sean románticas o no, están al mismo nivel. Es decir, tus amistades, tus familiares, las personas con las que te acuestas son igual de importantes y prioritarixs. No hay ninguna relación por encima de las otras. Por este mismo motivo, desaparecen las etiquetas. Dejamos de hablar de parejas, novixs, follamigxs… para hablar de una red de amor.
Responsabilidad afectiva, la clave de las relaciones
Una de las aportaciones más interesantes que se han hecho recientemente sobre la monogamia y las relaciones no monógamas vienen del trabajo de la escritora Brigitte Vasallo. En su libro Pensamiento monógamo, terror poliamoroso defiende que hemos entendido mal la monogamia, que la monogamia no es una práctica, sino que es un sistema de pensamiento, un conjunto de dogmas. Este sistema de creencias lo que hace es organizar los afectos y las relaciones a nivel social y de manera jerárquica. Por eso, sentimos que las relaciones de pareja son más importantes que las amistades. En la cúspide de la pirámide está la pareja, por debajo de esta, la familia de sangre y en la base, las amistades.
Para Brigitte Vasallo, todos los modelos de relación, sean monógamos o no, están viciados por la forma en la que construimos relaciones. El amor romántico (o amor Disney, como lo llama Vasallo) ha hecho que quisiéramos huir de la monogamia y recurrir a modelos relacionales no monógamos, muchas veces en un intento de ser más cool. Según la autora, el poliamor puede ser monogamia con otro nombre, es decir, que el problema es estructural y la solución para tener buenas relaciones no pasa por añadir más gente al entramado. La solución pasa por construir relaciones de manera distinta que nos permitan ser libres, enamorarnos y disfrutar de nuestra sexualidad sin que nadie se quiebre en el camino. En otras palabras, construir relaciones basadas en la responsabilidad afectiva y la comunicación.
Atrévete a explorar el sexo desde una perspectiva nueva
En la cuarta temporada de The Bold Type, hay un capítulo ...
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Atrévete a explorar el sexo desde una perspectiva nueva
En la cuarta temporada de The Bold Type, hay un capítulo en el que Kat liga con un chico que le pide que lo penetre. Al principio, Kat es reacia a su propuesta, porque el orden de las cosas es que, en las relaciones cisheterosexuales, el hombre penetre a la mujer. Sin embargo, en un ejercicio de revertir los roles de género, Kat decide probar el pegging, y la experiencia resulta gustarle más de lo que esperaba.
¿Qué es el pegging?
Pegging (que aún no tiene traducción al español) es un término que acuñó el columnista Dan Savage en 2001, a través de un proceso de participación con sus lectorxs, para dar nombre a la práctica sexual en la que una mujer penetra a un hombre analmente mediante el uso de un juguete sexual sujetado con un arnés.
Se produce un intercambio de roles: la persona que normalmente penetra (y muy a menudo tiene pene) es penetrada por una persona con vulva gracias a un arnés que sujeta un juguete sexual. Así pues, el pegging está vinculado a la estimulación de la próstata o punto P (6), una zona erógena muy placentera para las personas con pene y que, con la estimulación adecuada, puede proporcionar orgasmos increíbles.
A pesar de que el pegging siempre se ha entendido en un contexto hetero, hoy en día se utiliza para hablar de una persona de cualquier género que penetra a otra (que tiene pene) analmente con un dildo sujeto a un arnés. Sin embargo, no es una práctica que pueda hacerse a la ligera porque, si no se hace correctamente, puede provocar mucho dolor. Más adelante, te mostramos los pasos a seguir para iniciarte en el pegging con tu pareja sexual, no sin antes contarte por qué esta práctica genera tanto placer.
Placer por partida doble
En primer lugar, para una persona con pene, el pegging es muy placentero porque al estimular la próstata, o sea, el punto P, se puede experimentar un orgasmo mucho más intenso, de estos que hacen temblar todo el cuerpo, e incluso múltiples orgasmos.
En segundo lugar, es un intercambio de roles que te permite experimentar el sexo de una forma nueva, desde la perspectiva de la otra persona. Para la persona que normalmente es penetrada y de repente ejerce ese papel sobre su pareja, es un ejercicio de empoderamiento que resulta muy estimulante física y psicológicamente. Finalmente, el pegging es una práctica sexual que permite salir de la rutina sexual y, además, mejora la conexión con tu pareja porque es un ejercicio de confianza, comunicación, vulnerabilidad e intimidad.
Pasos clave para una experiencia placentera
Hablar abiertamente con tu pareja
A lo mejor has oído hablar del pegging en un podcast o lo has visto en una serie de televisión, como en The Bold Type o Broad City, y te ha gustado la idea. No es acertado ir a tu pareja y soltarle de repente “Me apetece penetrarte analmente”, como tampoco lo es sacar un dildo y un arnés en medio del asunto con cara de “¿Te apuntas?”
Iniciarte en la práctica del pegging con tu pareja sexual implica tener una conversación larga y tendida, que puede durar mucho o poco tiempo, lo necesario para que ambxs compartais el consentimiento entusiasta de que os apetece probar esto, sin cohibiciones de por medio. Algunas preguntas que pueden hacer son: ¿Por qué nos interesa probar el pegging? ¿Qué es lo que esperamos de esa experiencia?
Comprar el material necesario y familiarizarte con él
Una vez haya un sí entusiasta para probar el pegging por ambas partes, no está de más informarse sobre esta práctica (Revisen que la información provenga de una página u opinión experta en sexología). Lo siguiente es hacerse con el material necesario para llevarlo a cabo.
Dildo
En primer lugar, necesitan el juguete sexual con el que realizar la penetración. Puede ser un dildo o un vibrador. Si es la primera vez, es recomendable comprar un dildo de tamaño pequeño y, sobre todo, que el material sea de silicona, que es más fácil de limpiar y flexible, para que sea menos doloroso (porque no debe generar dolor).
Seguramente unas cinco veces más pequeño que lo que estás pensando. Otra opción es comprar varios tamaños, y así ir subiendo el nivel. Como realmente hay muchísima oferta y es difícil ver cuál es la mejor opción para ti. Lo más importante es que en estos procesos de investigación y compra de los materiales haya un diálogo constante entre ustedes.
Por último, puede ir muy bien practicar antes con estos plugs anales para que la experiencia sea lo más placentera posible.
Arnés
En Platanomelón tenemos este arnés ideal para iniciarte en el pegging. Samba es fácilmente ajustable, muy resistente y cómodo. Siempre es buena idea que la persona que va a penetrar se familiarice con el dildo y el arnés y que se lo pruebe antes, para que cuando llegue el momento todo sea más sencillo.
Lubricante
La mejor opción es un lubricante a base de agua, porque es compatible con el dildo de silicona y con los preservativos. Sin embargo, para el masaje o estimulación previa anal pueden usar un lubricante de silicona, que no es tan absorbente como el de agua. Ahora bien, cuando entren en juego el dildo o el preservativo, se debe cambiar al lubricante a base de agua para que estos no se estropeen.
Una cosa que se debe tener en cuenta es que el ano es muy absorbente, por lo tanto, tiene que recibir lubricación de forma continua. No tengan miedo a usar mucho lubricante porque es lo que hará que la experiencia del pegging sea realmente placentera.
Si te has fijado, no hemos mencionado en ningún momento una crema anestésica para el dolor. Efectivamente, no es recomendable usar un producto anestésico, ya que no sentiremos si nos están haciendo daño, y es esencial notarlo para poder parar a tiempo. Si alguien empieza a sentir dolor, esto es señal de que hay que parar. Se trata de otra oportunidad para poner a prueba vuestra buena comunicación, es importarte asegurarse de preguntar a la persona que está siendo penetrada si necesita más lubricante.
Con calma y lubricante
Antes de empezar con el pegging, deben establecer una palabra de seguridad, en caso de que la persona penetrada quiera parar. Recomendamos que no sea una palabra que pueda usarse dentro del contexto sexual, por ejemplo “rojo”. Una vez establecida la palabra de seguridad, el siguiente paso es tomárselo con calma.
Quien marca el ritmo y quien siempre tiene el control es la persona penetrada. No hay ninguna prisa. De hecho, es un buen momento para disfrutar de las sensaciones. Como ya hemos dicho, el pegging es una experiencia placentera para ambas personas involucradas, siempre y cuando haya comunicación (y mucha lubricación).
Empezar por las posturas fáciles
Como tantas otras prácticas sexuales, no hay posiciones mejores o peores para el pegging. La mejor posición será la que más guste o la que resulte más cómoda. Ahora bien, si es la primera vez que lo hacen, las mejores posiciones para comenzar son el misionero elevado (con una almohada, para tener más ángulo) que te permite establecer contacto con los ojos de tu pareja y es más íntimo, o el perrito, que permite penetrar más fácilmente y tener más control, aunque como siempre marcará el ritmo la persona penetrada.
Tener una estrategia de salida
A pesar de que el riesgo es muy bajo, cuando tienes sexo anal puede ocurrir algún que otro desastre, como por ejemplo que salgan un poco de heces. Esto ocurre a veces y no pasa nada. Si no se tiene la madurez suficiente como para lidiar con esto, tampoco para tener sexo anal. Simplemente hay que ser consciente de que puede ocurrir y lo mejor es estar preparadx. Esto quiere decir que no hay que provocar un escándalo, porque nuestra pareja puede sentirse profundamente humillada, y hay que tener siempre a nuestro alcance una toalla o unas toallitas húmedas. Otra alternativa es hacerlo directamente en la ducha.
AftercareEl aftercare es muy importante que esté presente después de cualquier experiencia sexual, porque es una cuestión de responsabilidad afectiva. Sin embargo, que haya una sesión de cuidados después del pegging es ab-so-lu-ta-men-te fundamental. Tanto a nivel físico, ya que los tejidos anales son delicados y es normal que estén resentidos después del sexo, como a nivel psicológico.
El pegging implica que una persona que normalmente penetra, es penetrada. Esto está aún muy estigmatizado y es posible que en la fase de reposo de la respuesta sexual, nuestra pareja esté teniendo una crisis de identidad sexual (por ejemplo, el sexo anal está muy asociado a la comunidad gay), puede que te pregunte si todavía la ves como una persona atractiva por haber llegado a un nivel de vulnerabilidad al que no había llegado antes. Además, debes asegurarte de que comuniques que el placer ha sido compartido, que has sentido mucha conexión con tu pareja y que lo has disfrutado mucho.
Nadie nos había contado esto.
¡Los orgasmos son maravillosos! Si buscas adjetivos seguro que todos los que se te o...
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Nadie nos había contado esto.
¡Los orgasmos son maravillosos! Si buscas adjetivos seguro que todos los que se te ocurren son muy positivos. En ocasiones nos faltan palabras para explicarlo: te sientes libre, más alegre, empáticx, relajadx, con ganas de comerte el mundo…
Esto va a ser ¡legen... espera... dario! 😜
Pero… a veces los efectos son inesperados, diferentes, muy lejos de los sentimientos o sensaciones habituales. Antes de que suenen las alarmas o busques una puerta al Mundo del Revés, consulta este artículo.
Y con atención 🤓
¿Alguna vez has tenido un “fenómeno paranormal” con orgasmos? Ajusta la señal, pon la sintonía de Stranger Things de fondo y sigue leyendo. ¡Te vamos a echar una mano!
La muerte “chiquita”
Seguro sabías que el orgasmo provoca sensaciones únicas en el cuerpo humano, las cuales incluyen una alteración peculiar en nuestra actividad cerebral, que en algunos casos hasta se dice que puede traer consigo un breve desvanecimiento o alteración de conciencia. A ese periodo se le suele llamar la pequeña muerte, la petite mort o la muerte chiquita.Si bien no todas las personas lo experimentan de la misma forma, los estudios indican que el orgasmo femenino es muuucho más intenso y duradero que el masculino.
Memoria “rara”
De entrada, ten en cuenta que es fácil que tu espacio-tiempo se altere. Te vienen fogonazos de pequeños momentos o estás en el extremo opuesto y padeces una especie de amnesia pasajera.
¿Cómo puede suceder esto? Pues porque hemos estado enredando en el hipocampo, una zona del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje, pero también con las emociones y los estímulos.
Con tanto estímulo unx ya se hace la picha un lío...
Tus neuronas volverán a su sitio. ¡No hay nada de qué preocuparse!
Alucino con este orgasmo
Literalmente. En ocasiones el subidón es tan potente que se puede tener la sensación de flotar o volar. Es posible sentirte en otro mundo o abandonar el cuerpo en plan viaje astral… También puedes tener la impresión de haber vivido esa escena con anterioridad (un déjà vu, vamos).
El orgasmo es como una droga, pero en mejor porque no es perjudicial para la salud (más bien todo lo contrario) 😎
¿Qué hacer si te ocurre? Nada. No es necesario que te pongas a buscar espiritistas. Las sustancias químicas que has liberado (endorfinas, dopamina y oxitocina) te han producido ese pequeño “viaje”. ¡Déjate llevar!
Solo preocúpate un poco si la sensación de déjà vu es constante. Lo mismo hay que variar la rutina sexual… 😉
El dramón o la comedia
Estás disfrutando del mejor sexo de tu vida y te pones a llorar como si estuvieras cortando cebollas. Y no, no es por la emoción del momento. No sabes por qué, pero lo estás pasando bomba y, aun así, lloras.
También puede ocurrir lo contrario. Estás alcanzando un orgasmo increíble y te da por reírte. A veces solo con una sonora carcajada, pero en otras ocasiones pareces el Joker.
La risa es normal, no te preocupes... 😉
A estas reacciones muy habituales se les llama disforia postcoital. No es nada malo, ocurre en ocasiones cuando las emociones son muy intensas. No hay nada por lo que preocuparse, salvo por el orgullo de nuestrx compi de juegos (es mejor comentarlo para que no haya malentendidos).
Dolores, ¡ay, mis dolores!
A veces se producen dolores, pequeños espasmos que se conocen como disorgasmia. En principio no debería ser preocupante, pero si ocurre con frecuencia: ¡pasa por consulta!
Y luego está el otro dolor, el de cabeza. Generalmente, el sexo suele ser bueno para aliviar las cefaleas. Pero… hay un porcentaje de la población a la que le ocurre exactamente lo contrario. Con la excitación y especialmente tras disfrutar de un orgasmo, aparece una migraña que dura desde pocos minutos hasta varias horas.
Ya ves, un coito te puede provocar tantas sensaciones como colores tiene el arcoíris...
El remedio de esta “cosa extraña” es el mismo que el que se usa cuando sufrimos migrañas normales: analgésicos y a esperar. Eso sí, al menos haz que merezca la pena 😉
Ay, qué mal me encuentro
Es tan común que hasta tiene un nombre: síndrome postcoital. Les ocurre a algunas personas con pene tras eyacular.
¿Cuál es la sensación? ¡Sientes haber pillado una gripe tremenda de golpe! Cansancio extremo, dolor de cabeza, malestar general… Si esto ocurre de forma habitual es porque, en realidad, se tiene una rara alergia al semen propio. El sistema autoinmune se vuelve loco.
También es posible sentirse mal pero que el asunto tenga poco que ver con el semen y sea tan poco dramático como la falta de fondo físico. ¡Ay, ese gym…!
¡Más cardio y menos flojera! 😜
En ambos casos lo ideal es acudir a una clínica para que nos hagan pruebas. Se tratará como una alergia severa (los síntomas de cansancio se pueden alargar varios días) o, en el segundo caso, bastará con una dosis de “Muévete un poco y deja la bollería”.
¡Desconexión muscular!
Y no, no nos referimos a la relajación reconfortante como premio a “Qué bien me lo he pasado”. Hay un síntoma llamado debilidad orgásmica que consiste en que los músculos se desconectan y se pierde totalmente la fuerza. Se cree que su origen está relacionado con la narcolepsia (quedarse dormidx de forma instantánea involuntariamente).
Tranquilxs... ¡no es tan grave!
Una vez detectado el problema, lo mejor es aprender a convivir con él (¡y avisar a nuestrx compi de juegos para que no se lleve un susto!). En realidad, no suele ser nada grave, y la “desconexión” dura poco más de 30 segundos.
Orgasmolepsia
De todos los efectos “raros” del orgasmo, este es el más preocupante. ¡Si te ocurre, acude a tu médicx! Algunas personas sufren convulsiones tras un orgasmo muy intenso. Se trata de un tipo de epilepsia solo vinculada al sexo.
Con ayuda de la medicación adecuada se puede vivir con ello.
Estornudar
El cuerpo humano es así de divertido. Todas las personas estamos conectadas por una red nerviosa. En ocasiones se produce algún pequeño error (como si fuéramos un ordenador) y ocurren stranger things: orgasmo + estornudos. Es justo lo que le ocurría al personaje de Justin Timberlake en Con derecho a roce. ¡Un buen estornudo era sinónimo de un buen orgasmo! 😊
Te guardamos el secreto, Justin 🤫
El sistema nervioso parasimpático es involuntario, no lo controlamos. Nos ayuda a disfrutar del sexo y a hacer la digestión, pero también provoca estornudos y moqueo.
¿Qué podemos hacer? Si es un caso puntual, nada, deja que se te pase el ataque. Si es algo habitual, ¡acude a una clínica para ver si te pueden ayudar!
El extraño caso del pie izquierdo excitado
Imagina tener un orgasmo y que posteriormente se reproduzca la misma sensación como un eco del pasado, pero en el pie.
En 2013 una mujer de 55 años se quejó precisamente de esto: su cuerpo, de algún modo, había establecido una conexión nerviosa con los centros del placer.
El placer es una caja de sorpresas, queridxs...
Los estudios apuntan a que es algo poco común pero posible. Puede producirse por algún tipo de daño en las fibras nerviosas. Es decir… fue el pie, pero podría haber sido cualquier otra parte del cuerpo.
¿Te preguntas cómo actuar si te pasa algo así? Nosotrxs también. ¡Si lo sabes, cuéntanoslo! 😉
Para finalizar, algo muy bueno…
¿Te has fijado en ese momento en el que tu compi de juegos está a tu lado y sientes que es la mejor persona del mundo? Es pura química: el sexo hará que te caiga muy bien.
¡Te quiero, tíx! ❤️
Podríamos afirmar que muchos de los problemas y prejuicios se irían tras un orgasmo. Hay motivos para ello: se liberan hormonas que hacen sentir apego y además nos relajamos porque el cerebro desconecta la toma de decisiones. Y si a esto le añadimos que las neuronas dejan de emitir juicios…
...
Quizá a todo el mundo nos iría mucho mejor si en vez de reuniones serias tuviéramos sesiones orgásmicas. ¿No crees? 😊
Guía práctica para usar y cuidar tus calzones menstruales en 8 pasos
Quedarse en calzones ya no es sinónimo de alg...
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Guía práctica para usar y cuidar tus calzones menstruales en 8 pasos
Quedarse en calzones ya no es sinónimo de algo ridículo, sino de algo genial. Porque puedes ser rebelde y creer en un mundo mejor estando en calzones. Porque las personas que cambian la sociedad también llevan calzones y… calzones menstruales.
Únete a la revolución que está cambiando la forma de ver y vivir el periodo. Una revolución que está destruyendo prejuicios, eliminando inseguridades y ayudando al medio ambiente. Y si te unes a ella, también ayudarás a tu salud, tu comodidad y tu economía.
A continuación te preparamos una pequeña guía en 8 pasos para que sepas cómo usarlos y cómo cuidarlos:
¿Por qué usar calzones menstruales?
A pesar de tener el aspecto de la clásica ropa interior, los calzones menstruales están diseñados para absorber el flujo menstrual sin manchar tu ropa, gracias al tejido con el que están hechos, que es drenante, absorbente, transpirable, impermeable y antiolor. Son cómodos, saludables, bonitos, económicos y sostenibles. Sólo tienes que ponértelos y dejar que hagan todo el trabajo.
Son ideales para:
La actividad diaria, cualquiera que sea: son como cualquier otro calzón de tu cajón, y gracias a su gran capacidad de absorción, no tendrás que preocuparte de nada. ¡Te sentirás comodísima vayas donde vayas!
Dormir: a diferencia de los productos de un sólo uso, como las toallas o los tampones (con los que no se recomienda dormir por su tiempo máximo de uso), los calzones menstruales son mucho más saludables, no se mueven y te aportan una sensación extra de protección cuando estás en la cama. Además, en su parte trasera cuentan con un refuerzo especialmente diseñado para evitar fugas y que puedas dormir cómodamente.
Hacer ejercicio: además de ser super cómodos, son compactos, por lo que se adaptan perfectamente a tu figura sin moverse, e incluso con ropa de deporte no se mueven ni se marcan más que unos calzones convencionales.
Tus calzones menstruales en 4 números:
Ahorras una media de $4,000 pesos al año en tampones y toallas sanitarias.
Evitas una media de 4.5 kg de residuos anuales.
Absorben hasta 50 ml de sangre.
Duran hasta 4 años si se cuidan bien.
¿De qué están hechos?
Los Kiwitas son los calzones menstruales de Platanomelón: reutilizables, ecológicos, inodoros, veganos y cómodos para todo tipo de cuerpos y tallas. Tienes un modelo más sport, otro con encaje, y hasta de colores.
Composición:
Primera capa de 100% algodón orgánico con función antibacteriana y antiolor.
Segunda capa de felpa (70% algodón y 30% poliéster) con capacidad de absorción de hasta 50 ml.
Tercera capa de tela de TPU (100% poliéster) antigoteo, antifugas y waterproof, para evitar pérdidas.
Cuarta capa de 100% algodón orgánico para darle un suave acabado, más protección y máxima comodidad.
Magic combo
Recuerda que los calzones menstruales son un producto para la regla que se puede combinar con otros, por lo que, si en tus primeros días tu flujo es muy abundante puedes usar a su vez tu copa menstrual para una mayor tranquilidad.
¿Cada cuánto tiempo tengo que cambiar el calzón menstrual?
Cada persona es diferente y sus periodos también. No podemos darte una cifra exacta, pero te decimos de qué factores depende:
Tu cantidad de flujo vaginal.
El día del ciclo en el que estés.
Si los usas solos o en combinación con otros productos (tampón, copa menstrual, etc.)
Comparativa:
Los calzones menstruales de Platanomelón absorben hasta 50 ml, igual que 6 tampones, 3 compresas o 2 copas menstruales o 10 salvaslips.
¿Cómo sé cuándo tengo que cambiar mi calzón menstrual?
Hay 2 formas muy sencillas de comprobarlo:
La primera, notar si te sientes o no mojadx.
La segunda, observar si la costura lateral del refuerzo está húmeda.
Todos nuestros modelos de Kiwitas tienen en la parte absorbente unos puntitos más claros que te ayudarán a distinguir fácilmente si hay o no sangre en los pantis. Si la hay, sabrás que está lleno y que es el momento de cambiarlo.
Cuando ya lleves usándolos varios días y tengas práctica, podrás hacerte una idea de cuánto te aguanta el panti en función de tu flujo o del día del periodo en el que te encuentres.
¿Me sentiré secx?
Los calzones cuentan con una innovadora tecnología absorbente que te permitirá sentir sequedad y comodidad en todo momento. Además, están fabricados con un 95% de algodón orgánico, tejido recomendado por especialistas en ginecología para prevenir infecciones, dadas sus propiedades antibacterianas y su alta capacidad de transpiración. Si tu miedo es sentirte como cuando llevas una toalla o un pañal, ¡olvídalo! La sensación con los Kiwitas no tiene nada que ver.
¿Cómo hay que lavarlos?
Puedes lavarlos a mano o a máquina:
Si los lavas a máquina, puedes hacerlo sin problema con el resto de tu carga, o —si lo prefieres—, dentro de una bolsita de lavado.
No utilices suavizantes ni aceites naturales, ya que podrían afectar al tejido absorbente de tus pantis.
Ponlos a un máximo de 30 grados ¡y listo!
Es importante secarlos al aire libre (nunca en la secadora) para que se mantengan en las mejores condiciones.
Si los lavas a mano, hazlo con agua fría, no utilices suavizantes ni aceites naturales, enjuágalos muy bien y sécalos al aire.
Truco:
Si quieres que se sientan como nuevos y evitar que se queden rígidos, antes de meterlos en la lavadora déjalos en remojo o pásalos por agua fría. Encuentra el método que mejor te vaya para cuidar tus Kiwitas.
¿Cuántos necesito para un periodo menstrual?
Si vas a usar exclusivamente calzones menstruales Kiwitas durante tu periodo, lo ideal es que tengas al menos 3 unidades para poder ir rotando y tener tiempo de lavarlos y secarlos. En caso de que vayas a combinarlos con otros productos, como tampones o copa menstrual, podrás llevarlos durante más tiempo, por lo que con tener un par podría ser suficiente.
Inversión a largo plazo:
Puede que a priori comprar 3 ó 4 pantis te parezca una gran inversión, pero si los usas como único producto menstrual (o con otro reutilizable como la copa), teniendo en cuenta su gran durabilidad, al cabo de 4 años ahorrarás hasta $4,000 pesos anuales en comparación con los productos de un solo uso.
¿Cuánto tiempo duran los calzones menstruales antes de “echarse a perder”?
Es difícil determinar cuánto exactamente, ya que la durabilidad de su propiedad de absorción dependerá del uso que les des y de cómo los laves, pero aproximadamente de 2 a 4 años. Así que recuerda: nada de suavizantes, máximo 30 grados ¡y secado al aire!
No alteran el ciclo menstrual
Los Kiwitas no contienen materiales que puedan comprometer tu salud, como sí puede ocurrir con los tampones y las compresas, que contienen productos químicos (llamados disruptores endocrinos) que alteran el ciclo menstrual y pueden favorecer el desarrollo de otras enfermedades que a buen seguro preferirías evitar, como la endometriosis o el síndrome del ovario poliquístico (SOP).
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¿Necesitas más motivos para empezar a usar calzones menstruales? Pruébalos y vive tu menstruación de una forma más cómoda y saludable mientras sigues avanzando hacia un mundo más sostenible.