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Lo pasaban pirata

¿Has pensado en ponerte un piercing? Pues esta práctica tiene una larga historia ¡No es nada nuevo!

Lo de perforarse el cuerpo viene de lejos. Aunque, antiguamente los piercings tenían poco de sexy. 

Y no es lo que imaginas, querido Jack Sparrow... 💔

 

Navegando, por ejemplo, más que un rollito pirata, eran un modo de financiar el ataúd. El pago en metálico —¡nunca mejor dicho! — se llevaba habitualmente en la oreja, por si “la palmaban”. Los pendientes, o cualquier otro tipo de adorno, eran un seguro de quita y pon para pagar su propio funeral.

Había morbo, ¡pero era de otro tipo!

 

Erm... lo has entendido regulín, Kim 😅

 

Antes de que los marineros utilizasen joyas como tarjeta de crédito, perforarse el propio cuerpo con ornamentos formaba parte de nuestra piel.

¡De hecho, es más viejo que la propia escritura! A la persona momificada más antigua se le encontraron perforaciones en las orejas.

Según los libros de historia, Nefertiti -reina de la dinastía XVIII de Egipto- fue la primera momia con perforaciones en las orejas  👑 

 

¡Ya ves! Los piercings nos han acompañado desde siempre, ya fuera para demostrar riqueza, por motivos místicos o simple coquetería disfrazada.

¿Te atreves? Si estás pensando en darle un toque de fantasía a tu sexualidad, aquí lo encontrarás todo sobre piercings sensuales y genitales.

Si quieres que al quitarte la ropa se lleven una sorpresa... ¡sigue leyendo! 🤫

 

Déjanos acompañarte en los diferentes tipos y sabrás si un piercing te convence, por estética, morbo… o puro placer.

 

¡Atención! ¡Ojo al piercing!

Confía en gente profesional

Esta es un guía para que aprendas, pero no es “la biblia de los piercings” … y cada persona es un mundo. Sigue siempre los consejos de profesionales en la materia.

“Tengo una amiga que sabe hacer piercings”. También conocemos a personas que vuelan un dron, pero no pilotan un Boing 747. JAMÁS vayas a un “centro” no especializado. Además de ofrecerte higiene y seguridad, existen garantías y un lugar físico donde reclamar. “Esto me lo hizo un tipo que conocí en una fiesta” no suele incluir libro de reclamaciones. 

 

Hacerse un piercing no es ningún juego. Pon en una balanza tus prioridades antes de tomar cualquier decisión. 🙏 

 

Olvídate del sexo un tiempo

Si no puedes contenerte ni con tu propia mano, no caigas en la tentación de un piercing genital (o caerás en la infección). Recuerda que los piercings genitales necesitan muchos cuidados y un periodo de abstinencia que puede durar, según el tipo de piercing, hasta medio año… ¿Puedes aguantar?

 

 

¿Somos compatibles?      

No solo hablamos de la compatibilidad con el tipo de material que se utiliza, sino con la zona y el tipo de actividad física que realizamos. Y, por supuesto, la compatibilidad con nuestra pareja, en el caso de que la tengamos. De ti depende si sentirse más sexy acaba con el morbo de otra persona… o si el piercing bien vale regresar a una web de citas. Sí, es una decisión personal, pero nunca está de más preguntar.

+ ¿Estás bien? - Estoy bien. + Pues entonces yo también estoy bien. 

 

Cuidado con los cuidados

Las medidas de seguridad en la zona a perforar y los cuidados deben ser extremos y adecuados. Cada piercing marca unas normas propias, pero existen unas comunes: ropa muy transpirable, limpieza absoluta y nada de aspirinas u otros medicamentos que puedan aumentar las hemorragias.

De lo cuidadosx que seas va a depender la calidad de tu futura vida sexual... 😌

 

¿Cuánto duele?

¡Es casi tan difícil como acertar con la lotería! Aunque el dolor es muy personal y también depende del proceso de curación, hemos incorporado una escala del dolor basada en estadísticas. Del 1 al 5, siendo 1 el mínimo: el 1 sería un pendiente en el lóbulo (apenas un ligero pinchazo) y el 5, un piercing en el clítoris (un “¡AY!” bien grande).

 ¿Cuán resistente al dolor eres? 🤔

Piercing en la lengua

A muchas personas les resulta muy excitante. Su origen ha recorrido un largo camino de lo místico a lo sensual. De rituales religiosos en mayas y aztecas, hasta los años 80, donde se retomó para incrementar el placer en el cunnilingus.

Ventajas. Puede ser muy sexy y útil. Aunque no produce placer directo, sí que proporciona placer indirecto. ¡Puede ser un gran instrumento para mejorar el sexo oral! Una ventaja indirecta: si fumas, te obligará a dejarlo… al menos por un tiempo.

Inconvenientes. No encontrarás dentista (por muy superfan de los piercings que sea) que te recomiende hacértelo... De hecho, ¡los odian! Si no lo controlas, el jugueteo involuntario en la boca puede dañar el esmalte en los dientes o incluso fracturarte un diente. No es muy habitual, pero también es posible que te afecte a algún nervio y te quede un deje en el habla “exótico”.

 

Piercing en los pezones

Realizado en la antigua Roma para mostrar virilidad. Su uso en personas con vulva comenzó en el siglo XIV: ¡los escotes en la corte de Francia se hicieron tan pronunciados que a veces se mostraban los pezones! Y de mostrar a adornar lo que se enseña, solo hay un paso.

A finales del siglo XIX se convirtió en un signo de empoderamiento sexual. Se usaba porque el roce de la ropa causaba placer. Esto opinaba, en 1892, una influencer de la época en la revista Vogue, ¡en serio!: “solo puedo decir que no son para nada incómodos ni dolorosos. Al contrario, el ligero roce y deslizamiento de los anillos me causa una sensación extremadamente excitante”.

Ventajas. Además de un elemento decorativo, juguetear con este tipo de piercing puede dar rienda suelta a la imaginación.

Inconvenientes. Hay que tener cuidado, pues es una zona muy sensible. No es ideal para practicar ciertos deportes (¡imagina el roce durante horas en una maratón!). Tarda bastante en cicatrizar por completo. ¡No es apto para todo tipo de pezones!

 

Piercing en el clítoris

De origen muy, muy reciente… y diseñado para potenciar la excitación.

¡No hay un órgano en el cuerpo humano con tantas terminaciones nerviosas como el clítoris! ¡8.000!

Lo habitual (y recomendable) es perforar la piel que recubre el clítoris (el prepucio) de modo horizontal o vertical. El piercing vertical, según las personas que se lo han hecho es más estimulante. Otra opción (que no se suele aconsejar, por lo delicado de la zona) consiste en atravesar el propio clítoris.

Ventajas. ¡Puede ser un “juguete” muy divertido!

Inconvenientes. Hay que tener MUCHO cuidado para no dañar el clítoris, especialmente si se opta por la opción “directa”. Es preferible lanzarse a la aventura solo si tienes experiencia previa con otros piercings. No todo el mundo tiene la misma sensibilidad… y podría resultar molesto.

Piercing en los labios de la vulva

De historia reciente. Lo puedes realizar tanto en los labios menores como mayores. No guarda ninguna relación con el placer propio, su uso es puramente estético.

Ventajas. Requiere menos cuidados que el piercing del clítoris. En general, causa menos problemas.

Inconvenientes. ¡Los labios menores son muy, muy delicados! Deberíamos tener mucho cuidado para que no haya desgarros. La perforación necesita, como mínimo, un centímetro de grosor de piel. Quizá tu cuerpo no tenga los “requisitos mínimos”. ¡Es importante que lo mires antes!

Christina

Otro piercing con poca historia detrás… y puramente estético. Atraviesa el pliegue superior de los labios mayores hasta el monte de venus.

Suele guardar relación con la depilación integral del vello púbico, de otro modo… luce poco. Se creó en los años 90 y se conoce como Christina en honor a la primera mujer que se atrevió a lucirlo.

Ventajas. ¡Es un puro adorno! Si te gusta… te gusta.

Inconvenientes. Dependiendo de la anatomía, algunas personas no pueden llevarlo. El vello púbico ayuda a prevenir infecciones y proteger la vulva… y solo será visible si la depilación es total (o casi).

Fourchette o Guiche

Situado entre la vagina y el perineo (Fouchette) o entre el escroto y el perineo (Guiche). Su leyenda nos lleva, de nuevo, al mar… ¡y de una forma muy loca! Supuestamente los marineros polinesios se orientaban con el movimiento de las olas, poniéndose en cuclillas y viendo hacia donde se movía su “accesorio”. Imaginamos tu cara en este momento. ¡Seguro que no perdían el norte!

Ventajas. Es un adorno inesperado, en un sitio inesperado…

Inconvenientes. Muchas personas con vulva no pueden llevarlo porque dependerá exclusivamente de la cantidad de piel (en el caso de las que tienen pene, no suele ser un problema). El tiempo de curación puede ser muy variado y se puede alargar más de lo esperado.

Príncipe Alberto

Un piercing histórico para ajustar el pantalón al máximo.

Cuenta la leyenda probablemente falsa, que lo inventó el príncipe Alberto para “atar” su pene y así poder lucirlo en modo “glam-victoriano”, bien estirado y marcado en el interior de una pernera ajustada.

El piercing atraviesa el agujero del pene (la abertura uretral). Puede salir por la parte inferior del glande (lo más habitual), o por la parte superior; entonces se le llama “Príncipe Alberto reverso”.

Ventajas. Está muy extendido y tiene menos complicaciones que otros piercings en el pene, ya que sigue el camino natural de la uretra. Es un piercing estético… y siempre se puede contar la historia del príncipe para darle más interés. Suele producir placer a la persona que lo lleva.

Inconvenientes. Se desaconseja si el pene no está circuncidado, es decir, si tienes piel que recubra el glande. Puede ocasionar molestias a nuestrx compi de juegos. Si te lo quitas, te quedará un agujero “extra” por donde orinar. 

Palang, Apadravya y Dydoe

Una barra atraviesa el glande y la uretra de un extremo al otro. La colocación se hace con el pene erecto, para saber exactamente la medida. El Palang se hace de forma transversal y era habitual entre algunas tribus de la isla de Borneo. El Apadravya, en cambio, se sitúa en horizontal. ¡Ya aparecía en el Kamasutra en el siglo VIII! 

El Dydoe se coloca en vertical, como si fuera una pequeña corona sobre el prepucio y, además de ser estético, puede resultar útil para estimular la zona G.

Ventajas. Están hechos para provocar más roce, y hay personas a las que les encanta el placer que produce.

Inconvenientes. Sin duda, el periodo de curación. Con mucha suerte y cuidados el celibato dura dos meses. 

Hafada

Un piercing estético, que no afecta de ningún modo a las relaciones sexuales. Se sitúa en el escroto. El origen proviene de algunas comunidades, en las que simboliza el paso a la madurez. ¡Simbólicamente se pone bajo el testículo izquierdo!

Ventajas. No afectará a tus relaciones de pareja… salvo que te den un tirón. Cura mucho más rápido que otros piercings.

Inconvenientes. Es una zona más compleja de lo que parece, con una piel muy elástica, y la persona que realiza la perforación tiene que estudiar muy bien el lugar para no producir daños.

 ... 

Como ves, hay una enorme variedad donde escoger.

Algunos piercings te proporcionarán placer a ti; otros, a tu compi de juegos. En ocasiones, te alegrarán la vista… o te incitarán a jugar.

Con las debidas precauciones, ¡tendrás todo un mundo de sensaciones en tu propia piel! 😉